Hola a todos aún desde Tokyo. Hemos pasado la mañana en el barrio de Harajuku, famoso por dos cosas. Uno, por ser la zona con las tiendas más caras de la ciudad - dicen que Omotesando es la calle más parecida a los Campos Elíseos, aunque la verdad es que se parecen como un huevo a una castaña - y también por la pintoresca y turística calle Takeshita, llena de tiendas y gente peculiar. Era sábado por la mañana y desde luego, se notaba que había más gente en las calles. Lo más importante, todos iban con sus ropas menos habituales, que son las de ocio. Los japoneses parecen clónicos a la hora de currar - camisa blanca, pantalón oscuro - pero no es así los fines de semana, y se agradece.
Lo dicho, hemos pasado allí la mañana, yendo de tienda en tienda. Hemos visto cosas muy curiosas y también otras muy espantosas. Las imágenes no hacen justicia a lo que es la calle Takeshita. Hacía un calor infernal y estaba llena de gente, pero bueno, hemos pasado un buen rato yendo de aquí para allá. Hasta nos hemos hecho una foto (la del inicio del blog) con el bicho ese que no sabemos qué es, pero que es simpático. Igual es una mascota de una marca de papel del nate y estamos haciendo de mierda en la foto, no se sabe. El caso es que los japoneses son claramente los reyes del consumismo, la oferta y la mamonada. Nos llevan años, diría que décadas de ventaja. Hemos recopilado una serie de fotos para que os hagáis una idea de lo que es aquello.
Después hemos ido a comer a un restaurante chino en la séptima plaza de un edificio. Hemos entrado por casualidad y ha sido todo un acierto. Bueno, bonito y barato. Todos estos platos que ponen en los restaurantes chinos de España - pollo con almendras, cerdo agridulce, ternera en salsa de ostras y demás cosas que sirven - aquí no existen. Es un timo. Un camelo. Me he comido unos fideos salteados con ajo fresco, cerdo y cebolla que estaban buenísimos.
Qué más... ah sí, aprovechando que estábamos por la zona, hemos ido a una tienda de discos que ha resultado ser monstruosa. La mejor que he visto en mi vida, perfectamente ordenada, con una variedad fuera de este mundo. Algunos grupos que me gustan tienen uno o ningún disco suyo en las tiendas normales y aquí había 25. Hasta he visto discos de grupos españoles - La Buena Vida - que no vendían gran cosa en nuestro país. Una cantidad apabullante de CDs y vinilos como no he visto en mi vida. Recomendadísima. Joder, si hasta tenían un disco de Enrique y Ana.
Esta tarde íbamos a ir a una especie de réquiem en un río no muy lejano, en el que la gente pone linternas dentro del río para recordar a los fallecidos. Teóricamente, hoy es el único día en el que los muertos vuelven del Más Allá para comunicarse con los vivos, o eso dicen allí. Es una vez al año - y es hoy, vaya. De momento no ha venido nadie a vernos, y espero que sigamos así porque el susto que nos vamos a llevar puede ser acojonante. No hay ni rastro del hecho de que hoy, hace exactamente 70 años, Japón se rindió en la Segunda Guerra Mundial, acabando con ella. Firmaron los documentos un 2 de Septiembre, pero tal día como hoy entregaron oficialmente la cuchara. Hay cosas que es mejor no recordar, imagino.
Esta noche vamos a un concierto, gran tradición en nuestros viajes. Tocan Thom Yorke - el cantante del mítico grupo Radiohead -, Deerhunter, que es un grupo que me gusta mucho, y FFS, un grupo nacido de la unión entre los más nuevos Franz Ferdinand y los más viejunos Sparks. A ver qué tal. Mañana volveremos a la zona de Harajuku, que es el día grande y hay mucha gente posando disfrazada, y tenemos alguna sorpresa que otra.
Javi
PD1: Una cosa que nos sorprende de Japón es que prácticamente no hay papeleras, pero todo está tremendamente limpio. ¿Dónde tiran las cosas cuando van por la calle? ¿Se las guardan y las tiran en casa? ¿Qué sádico motivo hay para todo esto?
PD2: Hoy he tenido más éxito en el Reto de Bebidas Japonesas. Menos mal.
PD3: Esta mañana, este padre con su hijo han protagonizado una anécdota buenísima. El padre se ha quedado dormido y el niño miraba a todo el mundo, como defendiendo a su padre, haciendo sonreir a la mitad del vagón. Cuando llegó la parada, que era la misma que la nuestra, el niño despertó al padre. Si llega a ser por el tipo este, estarían en Berlín ahora mismo. ¡Pero ha sido divertido!
Estaba todos mis heroes en muñequitos, que pasada, y, yp que me creo una friki, , los japos son los mas. Aparte de que me encantaria probar la comida, hoy me hubiera gustado ir a la ceremonia esa.Felicidades Javi, por la gaseosa. muchos besos cariños
ResponderEliminarLos japos se llevan la basura encima a casa o la echan en los contenedores de reciclaje que hay en los andenes de metro o tren. Y hasta aquí el capítulo de hoy de "El japo y la mierda".
ResponderEliminarcuantos contenedores habeis visto??? tenian basura fuera??? o tienen un sistema de reciclaje y reutilizacion en casa.... que gran incognita jue!
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