lunes, 19 de junio de 2017

Viaje 2017 (3): Nuestra Gran Boda Americana



La verdad es que nos ha cogido por sorpresa, pero también iremos a Estados Unidos este año de forma casi inesperada. Tendremos que explicarlo. La historia empieza hace más de 20 años. Oh sí. 




Veréis, tenemos dos buenas amigas en Estados Unidos, Ana y Fara. Me conocieron a mí, Javi, en la prehistoria de la Internet, allá por 1995 o así. Ellas estudiaban en la Universidad de Duke y en aquella época la Internet prácticamente se restringía a universidades y poco más. Todo era en modo texto y el e-mail fue una revolución para todos aquellos que nos gustaba escribir cartas. No os penséis que la Internet era como ahora - eran terminales de solo texto y poco más se podía hacer que leer artículos y escribir a la gente. Las redes sociales estaban aún a 10 o 15 años de distancia, no había cosas como Facebook, Tinder, Twitter y demás mamonadas. En esos años la Internet era mucho mejor, había muchos menos recursos pero, a la vez, mucha menos mala intención. 

En mi caso, contacté primero con Ana, no sé muy bien cómo, y nos llevamos muy bien. Ambas, Fara y Ana, vinieron a Sevilla en un viaje por Europa e hicimos muy buenas migas. En algún momento el viaje Fara perdió a su primer novio en un accidente de coche y tuve con ella algunas de las mejores conversaciones sobre la muerte que nunca he tenido. Recuerdo que mandó a una amiga suya a Sevilla, Martina, una tía imponente - alta, rubia, tremenda - la misma semana que lo dejé con una antigua novia. Me hice ilusiones durante una hora, el tiempo que tardamos en ir a la Catedral de Sevilla, que ella viera la caca de caballo y cogiera un poco para olerla y ojo... probarla. Ahí me di cuenta que ese tren no era para mí, claro. Pero qué asco, coño. 




Con el tiempo conocieron a Belén, claro, allá por 2009. Hicimos cuentas y lo mejor era que viniesen a Boston, y allí coincidimos todos por primera y única vez. La última vez que vino Fara fue hace dos o tres años, que vino con su entonces novio John. Salimos un par de noches, especialmente una que fuimos al Apolo a un concierto de Conor Oberst y acabamos los cuatro con una borrachera épica, espectacular. Creo que solo nos faltó hacer la conga. Solo hay que ver la foto anterior, vaya. Heh.

Al día siguiente, ya en Francia, John le pidió matrimonio a Fara. Ella dijo que sí, pero no sé qué pollas pasó cuando volvieron a casa que al final decidieron separarse. También de sorpresa, al poco tiempo, Fara empezó a salir con Erik, su actual novio, y se volvió a prometer. Esta vez han ido para alante con todas las consecuencias y se casan el 2 de Septiembre. Parece que John se lleva bien con Erik y está invitado a la boda. Estos americanos son muy benevolentes. A mí alguien me planta con la boda planeada y solo lo llevaría a mi boda de verdad para subirlo encima de una mesa, repartir mierda entre los invitados y que se la tiren al grito de "traidooorrrrrrrrr, hijoooputaaaaaaa". El caso es que, al contrario que yo, Fara es muy buena persona.




Está todo listo. La boda será cerca de Raleigh, en North Carolina, en un sitio en el bosque verdaderamente guapo, cerca de tres de las mejores universidades de Estados Unidos - Wake Forest, North Carolina y, claro, Duke. Ana será la dama de honor y joder, no me lo quería perder por nada del mundo. Es un esfuerzo extra, pero mejor eso que estar jodido toda la vida por perderte algo así. Es nuestra única oportunidad de ver una boda en Estados Unidos, y a la vez podremos conocer una parte del país que no conocíamos. Dos cosas han hecho posible que vayamos. Una, la flexibilidad de fechas que he podido tener en el trabajo esta vez (gracias, EuroLeague, always) y dos, que encontramos un vuelo barato que nos venía bien. Habíamos declinado la invitación pero descubrí que volar a Washington DC eran 500 EUR por persona, un precio más o menos asequible, y conducir hasta allá son unas cuatro horas. Tenemos muy buenos recuerdos de conducir por Estados Unidos y queremos volverlo a hacer - bueno, que conduzca Belén, que yo soy un puto desastre.




Lo bueno, que nuestro interés por ir a Washington se ha incrementado tras ver la serie House of Cards en el último año. Recomendadísima, serie política sobre la parte maquiavélica del poder. Kevin Spacey lo borda en el papel de político hijolagranputa sin escrúpulos. Estuvimos en Washington unas pocas horas solo, allá por 2009, en un día que hacía un calor insoportable. De hecho, fue en la primera temporada del blog, así que podéis ver lo que pasó aquí:

(es lo que tiene el blog, que sirve para recordar cosas)




Lo malo, hasta cierto punto - eh, que estamos yendo a Estados Unidos por cuarta vez, ya quisieran muchos - es que volamos con United. Ya saben, aquella aerolínea en la que un tipo se negó a ceder su asiento y lo sacaron del avión a hostias, arrastrándolo por los cuatro pelos que le quedaban. No es que sea un gran predecente, pero es verdad que normalmente las aerolíneas reaccionan ante un fiasco así. Seguramente ahora sean muy amables. Eso, o lo de sacar a hostias a alguien de un avión lo perfeccionen y traigan a Mike Tyson para sacar la basura.




Total, estaremos tres días en Washington y otros tres en Raleigh. Iban a ser dos días en Washington peeeeeeero resulta que mirando la lista de conciertos en esos días resulta que toca una de las artistas favoritas de Belén, ni más ni menos que Cher, que sigue meneando su coño moreno - y probablemente estirado, como el resto del cuerpo - por los escenarios con 71 años y una dignidad impresionante. Solo tocará en Las Vegas y en Washington, así que hemos tenido mucha suerte. Bromas aparte, es una artistaza y tiene media docena de canciones que conoce todo el mundo. Sera un momentazo, seguro, aunque el evento central de nuestro viaje es claramente la boda. Va a ser una pasada, estoy seguro, y lo vamos a pasar cojonudamente. Solo espero que me queden fuerzas para ir a mis queridos outlets americanos en algún momento. 

Donald Trump, sigue cagándola, por favor, que nos viene bien que baje el dólar...

jueves, 15 de junio de 2017

Viaje 2017 (2): Estonia, Letonia, Lituania



Hola a todos. ¿Por dónde íbamos? 

Ah, sí, la segunda parte del viaje, en las tres repúblicas bálticas, ex-soviéticas. Nos iremos de Helsinki en ferry, dirección Tallinn, la capital de Estonia. No tendría mucha importancia para nosotros si no fuese porque servidor de ustedes se marea en los barcos. Y esto no es un paseo por un lago pequeñito en un barco turístico. Esto es un pedazo de ferry atravesando el Mar Báltico, probablemente en unas condiciones meteorológicas que pueden ser adversas. Por muy grande que sea el barco, eso se puede mover más que la compresa de una coja. He leído una web de consejos para no marearte en el barco (https://www.euroresidentes.com/hogar/consejos-trucos-remedios/trucos-para-evitar-mareos-en-barco). Lo primero, nada de alcohol. Ya empezamos mal, joder. Aparte, recomienda comerse una manzana verde a bocados tras el primer mareo. Esto es lo más normal del mundo. Estás a punto de potar y claro, muerdes una manzana verde para un posible efecto dramático. Aparte, te dicen que te sientes en la parte delantera del barco, o que no vayas al baño del barco. Esta gente no se ha mareado en un barco en su puta vida - si llego a cualquier baño sin echarle la papa a . Lo suyo es tomar Biodramina, fijar tu mirada en algo que no se mueva y sobre todo, mear antes de salir - tres consejos que no están en esta página. Presionar las muñecas, respirar de una forma determinada... Iros a tomar por culo, de verdad. ¿Qué iba a ser lo siguiente, pedirle al conductor de ferry que pare?



En fin, el caso es que estaremos en Tallinn un par de días. Dicen que la ciudad se ve en unas pocas horas, pero que es la más bonita de la zona báltica. He colgado un vídeo que va encima de estas líneas. Es bastante cursi, hasta la nausea, diría, pero creo que explica más o menos que Tallinn es una ciudad que hay que visitar sí o sí. Bueno, viendo el vídeo te dan ganas de irte a vivir allí, y entonces, cuando sea el 15 de Enero, estés a 16 grados bajo cero, en una ciudad de 400,000 habitantes que esencialmente será un pueblo grande, sin hablar el idioma y jodido de frío, entonces es cuando te darás cuenta que has hecho el gilipollas yéndote a vivir allí y te cagarás en el narrador pomposo del vídeo. El casco antiguo de Tallinn está considerado como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, organización que Belén odia por los cuatro costados. Tallinn tiene varias leyendas. Mi favorita es que en una casa en concreto, el diablo alquiló un piso para una fiesta privada que resultó ser su boda. Hay otra leyenda muy buena sobre la iglesia más alta de Tallinn, la Iglesia de San Olaf, que espero contárosla cuando estemos allí. Si me acuerdo, claro.



Cogeremos un autobús hasta Riga, casi cinco horas de trayecto. Hay una empresa llamada Lux Express que pone autobuses muy baratos y en muy buenas condiciones por todo el báltico. Hay otra opción, mucho más dicharachera, que es coger un autobús turístico que va de Tallinn a Riga - hay otro de Riga a Vilnius - pero que dura 12 horas y te lleva por lugar turísticos de interés. Podría llegar a interesarnos, pero justamente está agotado los dos días que lo necesitaríamos. Será la primera visita de Belén a Riga, y diría que casi también la mía. Estuve en 2007 y no me acuerdo de mucho, porque fui a currar y fue todo muy extraño. Solo recuerdo dos cosas. Primero, estábamos allí para un partido entre el local ASK Riga y el campeón búlgaro Lukoil Academic. Celebrábabamos 50 años de competiciones europeas y este era el acto inicial: la repetición de la primera final dela historia del basket continental, en 1958. Los dos equipos cooperaron y trajeron a todos los jugadores de los dos equipos que quedaban vivos. ¡El entrenador búlgaro también vivía, vaya crack! Todo salió muy bien, fue muy emotivo y cenamos en el propio pabellón. En estas, un alto cargo de la federación letona, o del club, no lo sé, preguntó de quién había sido la idea.

- "Mía", dije yo.

+ "Ven conmigo, que te voy a dar una cosa," me contestó.



Y allí iba yo con un letón trajeado y borracho, pensando que no tenía muchas opciones. Uno, me iba a llevar de putas. Dos, me iba a invitar a cigarros, o a coca, o a whiskey, o todo a la vez. Tres, me iba a pegar dos tiros. En cualquier caso, todas las opciones eran malas. Resulta que lo que quería enseñarme es unas fotos que se hizo con Dennis Rodman y regalarme una sudadera con capucha de un grupo local llamado Brainstorm, que son los cuatro pringaos de la foto comiendo polos de limón. La foto promocional es ridícula, pero la chaqueta es muy chula, Belén aún la usa. Lo que son las cosas, ¿eh? Me pasa por mal pensado. La otra cosa que recuerdo es dar un paseo por el centro de la ciudad, ver un largo puente y intentar cruzar al otro lado para ver qué se cocía por allí. Cuando estás a seis grados bajo cero y cruzas un puente donde el aire te da por todas partes, la sensación no es muy agradable, menos cuando no estás acostumbrado a pasar un frío del carajo. Recuerdo tener una crisis existencial a mitad del puente: "Javi, ¿dónde vas? ¿Realmente es necesario llegar al otro lado? ¿Qué sentido tiene? ¿Crees que te van a dar una olla llena de oro cuanto llegues allí, so gilipollas?". Total, que me di la vuelta. El caso es que no recuerdo nada y tengo muchas, muchas ganas de volver.



Finalmente, tras otra paliza en autobús, llegaremos a Lituania, donde iremos a tres ciudades. Vilnius es la capital, una ciudad de puta madre, he estado muchas veces. El caso es que nunca visito lo más turístico porque siempre digo "tengo que volver con Belén". Bien, ha llegado el momento. Hay un museo de la KGB, que seguro que es curiosísimo. A ver, iba a decir que hay un torre y muchas iglesias, PERO EN QUÉ CIUDAD QUE SE PRECIE NO LAS HAY, HOSTIA. Oh, Vilnius, qué guay, con sus iglesias y sus torres. Lo bueno es que ya he hecho un completo scouting de restaurantes y bares. La cerveza lituana es muy buena y aunque me costó al principio, he encontrado sitios donde se come cojonudamente. También iremos a Kaunas, principalmente porque el vuelo de vuelta a Barcelona sale desde allí y más vale que estemos allí cuando nos toca. No hay mucho que ver en Kaunas, pero no estaremos ni 24 horas, así que seguro que lo pasamos bien. Será nuestra última oportunidad de comprar queso Dziugas, uno de los favoritos en casa, una especie de parmesano lituano que causa sensación entre nuestras amistades. El otro día me dijeron que se vendía en un Carrefour cerca de Castelldefels, lo cual no deja de ser una decepción. Ha pasado de producto exclusivo inencontrable a queso de supermercado chungo. En algún momento iremos a Trakai, un castillo rodeado de agua. Es coger un tren que vale dos euros, ir para allá y disfrutar. En el castillo de Trakai hacen conciertos - el otro día tocó Alice Cooper - y supongo que ya que estamos, tendremos que visitarlo por dentro, ¿no? Otra característica de Kaunas es la calle Kestucio, que además de rimar con prepucio... suena a insulto gordísimo. "A mí no me vuelves a hacer esto, eres un pedazo de Kestucio". 



Aquí acabará la segunda parte de nuestra aventura 2017. Excepcionalmente, habrá una tercera parte que involucra un vuelo transoceánico, y que os explicaremos próximamente. Podéis dejar vuestros comentarios debajo de estas líneas y, como siempre, os invitamos a ello. De hecho, me gustaría saber si queréis que siga contando alguna batallita del pasado aquí y allá. Aún falta mes y medio para que nos vayamos... ¡¡¡pero tenemos muchas ganas!!!

viernes, 9 de junio de 2017

Viaje 2017 (1): Croacia, Eslovenia, Finlandia



Hola a todos. Hay que seguir adelante, ¿no?

En Diciembre os explicamos cómo iba a ser nuestro viaje. Bien, aunque este no es año de viaje gordo, al final vamos a viajar como si lo fuese y esperamos descubrir muchas cosas con vosotros, incluso en sitios que no esperábamos visitar este año. Supongo que es la gracia de viajar, ajustarte a lo que quieres ver pero dejar un poco de improvisación por si acaso - de todos modos, siempre que hemos tenido que improvisar, lo hemos hecho bastante bien. No es nuestro estilo. Por ejemplo, tenemos una muy buena pareja de amigos que se va a Costa Rica en Agosto y solo tienen el vuelo, de momento. Eso, en mi caso, sería suficiente motivo para no dormir del estrés hasta que por fin encuentre dónde quedarme. En el colmo de la improvisación, una amiga taiwanesa, Jenny - salió en nuestro blog, ver nuestra visita a Taipei en 2011 - actualmente se encuentra en Rotterdam y piensa ir dando vueltas por Holanda y Bélgica sin rumbo, ni plan, ni nada. Hostia, yo no podría. Admiro a la gente que va así por el mundo, pero me gusta mantener un cierto control sobre dónde vamos. Lo de qué hacemos en cada sitio es más fácil de improvisar.



Lo dicho, ha habido una serie de cambios. La última vez que fuimos a Croacia, hace tres años, estuvimos en Split, Dubrovnik y Zadar. Esta vez queremos ver cosas distintas. Volveremos a Split, porque allí viven nuestros amigos Ermal y Mari con su imbatible hijo Luka. La verdad, Croacia es espectacular, con miles de islas, paisajes brutales... pero no iríamos si no fuese porque nos apetece mucho pasar más tiempo con ellos. Tuvimos la oportunidad de quedar a comer el día de la final de la EuroLeague en Estambul y lo pasamos verdaderamente bien. Coño, que son nuestros amigos y nos gusta estar con ellos. Ya que vamos, estoy intentando hacerlo de forma espectacular - en vez de pasar tres días en Split, voy a intentar que nos vayamos a una isla perdida de su elección - me fio al 110% de su criterio - a descansar. Hemos decidido no volver a Zadar - como mucho, de paso - para ir al Krka National Park, un sitio con muchas cascadas, muy verde, y dormir en Sibenik, que es la ciudad más cercana. También pasaremos una noche en la Croacia profunda, en Karlovac, donde hacen una cerveza cojonuda y queda cerca de un montón de castillos, y otra en Zagreb, la gran capital de Croacia, que tiene muchas cosas que ver. Mejor no adelantar mucho, pero aquí tenéis una foto de la Plaza de San Marcos, obviamente muy distinta a la de Venecia, pero igualmente muy bonita. El caso es que iremos a Croacia, pero de forma distinta. Con los dos viajes, habremos hecho la costa entera, sus dos parques principales, la capital de país y alguna zona un poco más inhóspita. No es para que nos den la medalla del país, pero coño, es ver un país bien visto en un tiempo récord.



Vamos a coger un autobús de Zagreb a Bled, Eslovenia. No tendría la menor importancia si no fuese porque la última vez que cogí un autobús en Croacia es de las veces que más cerca he estado de la muerte, aunque a todo el mundo parecía importarle bastante poco. Es una historia que he contado muy pocas veces, probablemente ninguna porque en fin, no estaba en mi mejor momento. Por circunstancias que tiene la vida, tenía que salir por patas de la isla de Rab allá por 1997 y me subí a un autobús que llevaba a una estación de tren cercana, donde enlazaría hasta Rijeka. Recuerdo que el conductor, al que llamaré Darko por ponerle un nombre, era un gordo bonachón de unos 50 años, que desprendía seguridad en todo lo que hacía. Su puta madre. Debería haber recorrido esas carreteras durante décadas, porque si no, no me lo explico. La carretera tenía el vacío a ambos lados, ni quitamiedos, ni protecciones, ni nada y allí iba el hijoputa de Darko, bajando a 120 kilómetros por hora en un autobús destartalado. En mitad de una curva sacó una cassette y la puso en el equipo de música del bus: eran versiones zíngaras de los Beatles, y se puso a cantar Ob-La-Di, Ob-La-Da a pleno pulmón. Y allí estaba yo, agarrado al asiento con las dos manos, pensando: "joder, voy a morir en el quinto coño, despeñándome con un autobus mientras este cabrón canta una versión lolaila de Ob-La-Di, Ob-La-Da - me cago en tu puta madre, Darko". Al final conseguimos llegar al destino, bajé la maleta, busqué el retrete más cercano, vomité hasta la primera papilla y bien pude estar media hora, blanco del todo, sentado sin decir nada a nadie. En fin, espero que las cosas hayan mejorado. Hay mejores carreteras, eso seguro.



En Bled hemos cogido una habitación con vistas al lago y espero que eso sea el momento culminante del viaje, la verdad. No he ido a Bled desde hace 20 años, Belén debuta, y es un sitio muy chulo. Ojalá podamos ir a la isla central y ver qué tal es la iglesia esa, que seguramente sea decepcionante porque seamos serios, nadie iba a hacer la Catedral de San Pablo ahí en medio, ¿no? En fin, veremos. Hay una campana que se toca para los buenos deseos. El mensaje en su web no es que sea muy esperanzador. "Cada deseo se hace realidad. Toca la campana de los deseos y créetelo". Mal empezamos, porque no me creo un carajo. He leído que la campana es de 1534 y está en la parte de arriba de la iglesia, y hay una leyenda. Una viuda joven llamada Poliksena vivió en el castillo de Bled, y tenía una campana en la capilla de la isla para recordar a su marido. Al transportar la campana a la capilla, una terrible tormenta hizo que se hundiese el barco, la tripulación y por supuesto la campana, que dicen que aún se escucha en lo más profundo del lago. Una vez que murió la viuda, el Papa consagró una campana y la mandó para Bled, y se dice que el que toca la campana honra a la Virgen María y por tanto su deseo se hace realidad. Mujeres viudas que tocan campanas para recordar a su difunto marido. Suena enfermizo, ¿eh? HOOOOLAAAAA, HOOOOLAAAAA PUEBLOOOOOO!! (DINGDINGDINGDING) MARIDÍÍÍNNN!!!! (DINGDINGDINGDING) ES LA HORA DE FOLLAAAAR!!!! (DINGDINGDINGDING) En fin, al final iremos allí, claro.



Tendremos muy poco tiempo para ver Ljubljana y Helsinki. En el caso de Ljubljana es un problema porque hay bastantes cosas que ver, la verdad. Tendremos coche, lo cual facilitará las cosas - el parque Tivoli mola mucho, la plaza de los tres puentes también, y luego está el castillo de Ljubljana, que se puede subir con un funicular y tiene su gracia. En fin, teniendo coche, dudo que cojamos un funicular, la verdad. En el caso de Helsinki... Joder, estuve hace pocos años, tenía cinco horas para ver la ciudad y me sobró una. De hecho, miras en el Tripadvisor y la tercera mejor cosa que hacer es subirse en el tranvía. Qué excitante, sí, el roce del cable con el tranvía, el lento avance del tranvía por las vías... La cuarta opción se llama Museo al aire libre de Seurasaari y he puesto su foto justo encima de este párrafo. No sé, juzgad vosotros mismos: ¿en serio, no hay nada mejor que hacer? Al final siempre encontraremos algo que hacer porque Belén es una maestra de encontrar mercadillos, mercados y actividades varias. Lo bueno de Helsinki es que dormimos en un hotel llamado Katajanokka - esa es otra, menos mal que todo Dios habla inglés en Finlandia porque el idioma es la hostia, creedme, lo he intentado - que es una antigua prisión. Lo bueno, que tiene su gracia dormir en una buena habitación reconstruída de una celda. Lo malo, que si alguien llama a la puerta en mitad de la noche vamos a pegar un bote tremendo. El susto puede ser cojonudo.



En fin, volveremos pronto con la segunda parte del viaje: Estonia, Letonia y Lituania. Me tengo que informar un poco. Y ojo, que puede que la segunda parte del viaje 2017... no sea la última.

Javi

miércoles, 7 de junio de 2017

Buen viaje, Cuqui



Es la quinta vez que intento escribir este texto y me he prometido que llegaré hasta el final. Os voy a contar una historia relacionada con este blog. Inicialmente, allá por 2009, el blog tenía un propósito bastante sencillo - escribir cada día en un sitio al que fuese fácil de acceder para que nuestros familiares y amigos supiesen dónde estábamos y qué hacíamos sin tener que pagar una millonada en teléfono. Realmente, el génesis de blog es una cuenta telefónica de 450 dólares en un Sheraton de New York en nuestra primera visita en 2004. Se nos fue la olla. El caso es que empezamos a escribir sobre ello y pedíamos que la gente contestase en los comentarios. Es algo que no podemos exigir a la gente, pero que nos hace mucha ilusión, nos da fuerza para seguir escribiendo.

Rápidamente vi la oportunidad de escribir de algo distinto, más fresco que lo que me toca hacer cada día. Tenía libertad para contar las cosas que me pasaban como me daba la real gana, utilizando todas las palabrotas y expresiones inventadas que se me ocurrieran, distorsionando la realidad en lo referente a diálogos con la gente. Dando un toque de humor a las cosas que hacíamos, y Belén rápidamente se dio cuenta y me siguió el rollo. Al principio, la gente comentaba esporádicamente y solo una persona nos decía cosas cada día: Ángela, la madre de Belén, mi suegra. Llevábamos unos días en Estados Unidos cuando Belén llamó a su madre. Al colgar me dijo algo parecido a esto:

- Mi madre flipa contigo. Dice que se descojona de risa.

+ ¿Cómo?

- El blog, dice que es lo más gracioso que ha leído en su vida.

La próxima vez que la llamamos hablé con ella y se notaba la ilusión en su voz. Qué risa, qué bien me lo paso contigo, aquella cosa que hiciste aquél día, cómo tuviste cojones, etc, etc. Me decía que aprovechaba el cambio horario para desayunar leyendo el blog y que sus nietos le preguntaban si estaba bien. Total, que moralmente estaba obligado a escribir para que mi suegra pasase un buen rato. Lejos de ser una carga, esta faceta de entretener gente con las cosas que hacía me parecía algo nuevo. Y así hemos seguido, por toda Asia en 2011, otra vez en Estados Unidos en 2013, por Croacia y la España perdida en 2014, en Japón en 2015 y Australia en 2016. Escribiendo prácticamente todos los días, por Ángela, para que lo pase bien.

Con el tiempo, me he dado cuenta de que nos ha quedado un recuerdo precioso de cada viaje. No es que esté todo el día regodeándome en mis propias experiencias, ni muchísimo menos, pero una vez cada muchos meses nos da por leer las cosas que hicimos. El valor de este blog para nosotros es que nos permite recordar muchas de las cosas que hicimos y que obviamente se nos olvidan. Esto se lo debemos a Ángela y su ilusión por todo lo que hacemos y cómo lo contamos cuando estamos por ahí.

Todo el mundo en su entorno la llamaba Cuqui, todos menos yo, no tengo ni idea de por qué. El caso es que Ángela se nos fue el lunes por la noche. Estaba muy malita y se fue rápidamente. Fue una gran mujer, una luchadora. Siempre la admiré por romper moldes en muchos aspectos. Se quedó viuda con poco más de 30 años, tres hijas a su cargo y en la España del último franquismo, allá por 1973, pero salió adelante. Entró en política y fue de las primeras mujeres en tener un cargo importante (teniente alcalde de Palma de Mallorca) en España. Tenía tantos libros que es imposible que los haya leído todos, pero muy posible que haya leído mucho más que todos nosotros juntos. Y tenía sentido del humor, joder, vaya si lo tenía. La primera vez que la conocí tardo poco en decirme que le caía bien. La siguiente, en plena partida de Trivial Pursuit allá por 2001 y con sus tres hijas delante, la llamé vieja verde de cachondeo, respondiendo a un comentario del juego, y encajó perfectamente la broma - sus hijas no tanto, todo hay que decirlo. Es difícil describirla con muy pocas palabras, era una persona verdaderamente única, en el amplio sentido de la palabra.

Tenía una gran relación con ella y aunque últimamente hablábamos menos, el blog nos servía de excusa para charlar de esto y de lo otro. La verdad es que este pequeño espacio de Internet me sirvió para ver a la Ángela de la que todo el mundo hablaba y que yo, por distancia y edad, no tuve tantas ocasiones de conocer - alegre, ilusionada, que llenaba cualquier habitación con su voz y su forma de contar historias, una habilidad que ha heredado Belén. Ella bromeaba con meterse en la maleta y viajar con nosotros. Yo le decía que si ella pagaba el exceso de equipaje, por mí perfecto. Ahora que solo está en espíritu, creo que se va a venir con nosotros a todos los viajes, aunque ella ya sabía que, de alguna forma, siempre se venía a todas partes, aunque fuese virtualmente.

Seguiremos viajando por el mundo, y cuando esté abriendo el ordenador a la una de la mañana en un rincón perdido de algún país con mala conexión a Internet, después de haber sudado 15 horas y andado más que en una semana entera en Barcelona... escribiré aquí con la misma ilusión, porque ella puede que me esté esperando en algún sitio, café en mano, lista para descojonarse de risa. No tuve la oportunidad de despedirme de ella, así que supongo que esta es mi manera de decir adiós - en mi caso, de la mejor posible para llegar a ella, y con una sonrisa.

Ha sido un placer, Ángela. Gracias por todo.