martes, 7 de junio de 2016

Australia, ¡10 años después!



Bien, toca reiniciar el blog, no sé si nos habéis echado de menos, pero para eso están los comentarios, para celebrar nuestra vuelta... o no. Un nuevo año, un nuevo viaje. Los que nos siguen saben que solemos hacer un viaje largo cada dos años - y los que no, coño, pues ahora lo sabéis. El caso es que hemos adelantado el de este año porque nos salía en condiciones muy ventajosas, la verdad - tenía un bono de Turkish Airlines que caducaba a final de año y que nos mandaba gratis hasta Kuala Lumpur, la capital de Malasia. Desde allí, vi que volar a Australia ida y vuelta eran 300 EUR por persona, así que decidimos lanzarnos a por ello... y a partir de ahora, haremos viajes largos en los años pares. Entre vuelos internos en Australia, que no deja de ser un continente, nos salen todos los vuelos (un total de 8) por 1,500 EUR los dos. Lo dicho, irrechazable.

Hay que añadir el hecho de que hace 10 años de nuestra primera visita a Australia en el viaje de novios, allá por Noviembre de 2006. No sé hasta qué punto es casualidad, pero nos apetecía volver. Tenemos una broma macabra según la cual nos gustaría morir, con 85 años cada uno, en un accidente de avión volviendo de nuestro quinto viaje a Australia en business class. A ver, seguramente la espicharemos de forma más convencional, pero oye, no es mala manera de morir. Obviamente no vamos a calcar el viaje de novios porque sería un poco absurdo, hacer exactamente lo mismo en un país tan grande como Australia. Nos habría gustado ir a Fiji, Belén solía soñar con ello, pero el incremento de precio era tremendo, lo mismo que ir a Nueva Zelanda. Quizás algún día, pero de momento, no. Con repetir la foto frente al Sydney Opera House que está a la entrada de casa me conformo.




¿Por qué Australia? Aparte de que vamos a un precio sensacional, Australia nos conquistó la primera vez. Sydney es, probablemente, la mejor ciudad que he visto - hablo por mí, pero seguro que está bastante alta en el ranking de ciudades de Belén, claro. La gente es muy amable allí, siempre con el chiste preparado a la mínima ocasión. Todos los australianos que conozco son así, la verdad. Hay que pillarles las gracias porque hablan en inglés, pero con un acento muy enrevesado... pero todo es acostumbrarse, imagino. Otra cosa muy buena de Australia son las excursiones. Hay mucho que ver, mucho bicho raro, mucho paisaje impresionante... y montan unas excursiones que lo flipas. Nos hemos asegurado de pillar al menos una excursión en todos los sitios que vamos.




¿Y a qué sitios vamos? Buena pregunta, Javi, y deja de hablar contigo mismo, que pareces gilipollas. Ya que pasamos por Kuala Lumpur, nos quedaremos allí 3 días. Varios motivos: el principal es que ya pasamos por allí en nuestro viaje tour de force por Asia en 2011 - ¿os acordáis? - y nos gustó mucho. Una ciudad multicultural, con un poco de todo. Aquella vez subimos a las famosas Torres Petronas y nos cayó un chaparrón de puta madre. Solo llovió a mares cuando estábamos en la torre, a ver si esta vez tenemos más suerte. Belén insiste en ir a las Cuevas de Batu... ¿Y quién soy yo para decirle que no? Es uno de los santuarios hindúes más populares fuera de la India y está dedicado a Murugan, el Dios indio de la guerra y la victoria. El jambo tiene un pedazo de estatua en la puerta y gastaron 300 kilos de pintura dorada para dejarlo replandeciente. Hay que subir 272 escalones para llegar a las cuevas, así que más vale que merezca la pena porque si no, del cirio que voy a montar, voy a hacer que el Dios de la Guerra y la Victoria parezca un adolescente reprimido en la puerta de un puticlub.




Volvemos a Sydney - sus autobuses acuáticos, su gente, el cachondeo de los bares, el mercado de The Rocks, las Blue Mountains - a las que pensamos volver, fue una buena excursión aquella, pero será la única repetida. Esta vez vamos a hacer una cosa que me hace mucha, mucha ilusión. De hecho, se me ha ocurrido mientras escribía este párrafo y he reservado los billetes y todo. Vamos a ir a un partido de fútbol australiano, un deporte autóctono y tremendamente físico, mitad rugby mitad fútbol mitad no sé qué. Las puertas abren a las 10:00 y el partido es a las 13:45. Hay unos 200 sectores en el campo y solo uno para no bebedores. Estos australianos saben de qué va el rollo. Conocemos los puntos fuertes de la ciudad - Opera House, Circular Quay, Royal Botanic Gardens - pero eso no nos impedirá disfrutarlo como si fuese la primera vez.


Y entonces me pondrán a mí la estatua, claro.



Pasaremos cuatro días en Melbourne y otros cuatro en Perth. Melbourne está a 900 Km de Sydney, la ciudad principal del estado de Victoria y antigua capital australiana hace ya la hostia de años. Es una ciudad muy victoriana y cultural, y haremos una excursión que tiene un poco de todo - tres catas de vino, visita a animales autóctonos, un paseo en un trenecito a vapor llamado Puffing Billy y comeremos por ahí. No todo a la vez, claro. No voy a estar en el puto tren de vapor con un koala en una mano, una copa de vino en la otra y sujetando la comida con la punta del cimbrel. Perth está en el otro lado de Australia, a unos 3,500 Km y más de cuatro horas de vuelo. Tengo mucha curiosidad por ver si la gente allí es igual que en el resto de Australia, porque la distancia es como de Barcelona a Moscú. Allí haremos una excursión al desierto y a una fábrica de langostas. Ya lo sé, las langostas no se fabrican, pero es lo que pone el papelito.

Os iremos informando de fechas, sitios, cosas que se nos ocurran... de aquí en adelante.

¡¡¡Nos vamos a Australia!!!