viernes, 30 de diciembre de 2016

Verano 2017 - ¡Hola, Europa!



Hola a todos. Lo prometido es deuda. Sí, somos culos de mal asiento y tenemos muchos planes para 2017. Si seguís un poco nuestra trayectoria sabréis que cada dos años hacemos un viaje bastante largo, tan a tomar por culo como sea humanamente posible... y el año que no toca viaje largo vamos a algún sitio más cercano, intentando limitar gastos. El año pasado rompimos las normas con el viaje a Australia porque las condiciones eran muy ventajosas... así que a partir de ahora, y hasta que se nos vaya la olla otra vez, ahora los grandes viajes en años pares. Pensé que perderme los Juegos Olímpicos iba a ser el gran error de mi vida, pero qué va. Al final siempre puedes ver lo que te interesa porque total, los Juegos Olímpicos se ven en todas las televisiones del mundo. En todos los bares. En todas partes.



En fin, le hemos dado un poco al coco y hemos decidido volver a Croacia. Es uno de los mejores países en los que hemos estado, tenemos unos amigos increíbles por allí y nos apetecía volver. Eso sí, esta vez no vamos a pasar por Dubrovnik, que se ha hecho demasiado popular con Game of Thrones y ya no merece la pena. Todos los cruceros paran allí y por las mañanas directamente no se puede estar. Iremos a Split, que nos gustó mucho, ciudad de tradición romana, donde viven nuestros amigos Ermal y mari con su hijo Luka. Estaremos con ellos tres días y pondremos rumbo a Zadar, ciudad que enamoró a Alfred Hitchcock por su atardecer. Hitchcock era un genio, pero también un reconocido hijo de la grandísima puta, así que imaginaros cómo tiene que ser allí el atardecer. Antes de llegar pasaremos por el Parque Nacional de Krka. Estuvimos en el que Plitvice y esta nos pilla de camino, así que genial.



Tras dos noches en Zadar pasaremos brevemente por Zagreb, la capital de Croacia. Las expectativas no son muy altas comparado con Split y Zadar, pero tiene cosas interesantes que ver y logísticamente nos va bien pasar por allí. Pasaremos un par de noches en Eslovenia. La primera de ellas será en Bled - estuve en 1997 y aún creo que es lo más bonito que he visto. Era joven, fácilmente impresionable y en una situación de mierda, así que siempre he tenido curiosidad por volver y ver si es como lo recuerdo o no. Además, siempre he querido llevar a Belén allí. Hemos ahorrado todo lo que hemos podido en alojamiento pero Bled será la excepción y tendremos una habitación con vistas al lago. Luego pasaremos por Ljubljana, ciudad no muy conocida pero muy bonita, muy verde, recomendadísima.



De Ljubljana volaremos a Helsinki - en uno de esos vuelos extraños que cogemos de vez en cuando: Ljubljana - Helsinki... No es que haya gran cosa que ver en Helsinki, pero el objetivo es ir a los países bálticos y lo más fácil es pasar por allí. Estuve una vez haciendo una escala y no me pareció gran cosa. Ahora tendremos más tiempo e igual me llevo una sorpresa. ¿Quién sabe? Desde allí cogeremos un ferry hasta Tallinn, la capital de Estonia, la Perla del Báltico, una de las ciudades que más ganas tengo que conocer. El Ferry son más de tres horas y servidor de ustedes se marea en los barcos, así que me llevaré una caja de biodramina y media docena de huevos para hacerme una tortilla de pastillas. Espero no coger la biodramina esa que lleva cafeína, porque voy a parecer Pocholo en un mal día. Es una prueba de fuego para mí - y hey, si Belén tiene miedo a las alturas y ha subido a todos esos edificios altos, yo puedo hacer esto. Estaremos dos días en Tallinn, cogeremos un autobus hasta Riga, la capital de Letonia, y de allí llegaremos a Lituania.



Tenemos grandes planes en Lituania. Estaremos un par de días en Vilnius, ciudad a la que he ido muchas veces pero que la que nunca he visitado sus monumentos porque sabía que vendría con Belén algún día. Una mañana nos acercaremos a Trakai, otro lugar paradisíaco que hay que ver si se está en los países bálticos. Finalmente, pasaremos el último día en Kaunas. Primero, porque es un buen sitio para acabar el viaje y segundo, porque el vuelo de vuelta a Barcelona sale desde allí y más vale que estemos en Kaunas cuando toca.



Lo más importante es que como el vuelo Barcelona - Split lo he sacado por puntos, los transportes y hoteles son bastante baratos en los páises bálticos y nos quedaremos en casa de nuestros amigos en Croacia, no nos vamos a gastar gran cosa. Sin contar alquileres de coches, espero no pasar de 1,000 EUR por persona, incluído hoteles, vuelos, transportes, etc. Ya lo que nos gastemos allí dependerá de muchas cosas, pero queremos que los gastos fijos sean mínimos, vaya.

Es bastante posible que hagamos alguna escapada antes de verano, pero de eso ya hablaremos cuando se acerque, mes amies...

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Anuncio importante de Aventura Global


Hola a todos. Llevamos varios meses dándole vueltas a este tema y creo que ha llegado la hora de anunciarlo. Aventura Global llega a su fin. Hemos pensado que ya hemos dado suficientes vueltas por el mundo y que las aficiones hay que dejarlas en lo más alto. En ese sentido, qué mejor final que volver de Australia todo el camino en business. Sabemos que eso no lo podemos igualar salvo que nos toque la lotería - ir tan lejos, con tanta comodidad, con tanto lujo. Hemos ido dos veces a Asia, tres a Estados Unidos y dos a Australia, además de ver casi todas las mejores ciudades europeas - algunas, como Londres, en dos docenas de ocasiones. Además, si estamos nostálgicos siempre podremos revivir todos los viajes que hicimos desde 2009 a 2016 en este blog. 




Así pues, ya que se acabó el viajar, hemos decidido continuar este blog de otra manera, algo que tenga que ver con continentes y animales que se muevan. Por tanto, Aventura Global pasa a ser Aves Comunes. Estudiaremos por dónde se mueven, cómo migran, cómo se reproducen y cómo el plumaje puede determinar su género, comportamiento y actitud. Mañana empezaremos con un ave común, la paloma. ¿Por qué da suerte que una paloma te cague encima? ¿Cuántos tipos de paloma hay? ¿Qué peligro real para la salud tiene comer excrementos de paloma? ¿Qué importancia han tenido las palomas mensajeras en la historia? Y lo más importante, ¿por qué cagan tanto las hijas de la gran puta y cómo puede haber gente que críe palomas para que la casa se les llene de mierda hasta arriba? ¿Cómo se puede ser tan guarro, joder?



Obviamente esto es una inocentada. No, no vamos a dejar y viajar. No, no vamos a dedicar el blog a hablar de pájaros - bueno, si nos encontramos alguno por ahí que nos mole, claro, pero no específicamente. Y desde luego, no vamos a hablar de las palomas, que en el fondo son bastante repugnantes.



Ya tenemos hoja de ruta para 2017. Será un viaje más corto, mucho más barato pero no por ello menos espectacular. Esperemos que os guste...

domingo, 21 de agosto de 2016

Días 18-19-20: Caída y Auge de Aventura Global



Hola a todos ya desde Barcelona. La verdad es que no pensábamos escribir en un tiempo porque el cierre de blog desde Perth, con Belén dejándolo en todo lo alto, era perfecto. ¿Qué ha pasado? Pues que la vuelta a Barcelona ha sido tan divertida, de tantos altos y tantos bajos, de pasar del infierno al cielo, con situaciones tan extremamente bizarras... que no podemos resistirnos a escribir sobre todo ello.








Bien, os dejamos en Perth después de un día lluvioso, con vientos "destructivos" - literalmente, eso ponía el pronóstico del tiempo - y cayendo la del pulpo, así en líneas generales. Obviamente, el día que nos íbamos amaneció radiante, soleado y cojonudo. No nos hemos puesto de acuerdo con Perth y el tiempo pero bueno, el día de la excursión fue buenísimo y con eso lo damos por hecho. Por la noche, comprobando las condiciones de estancia en el hotel de aeropuerto de Kuala Lumpur, nos dimos cuenta de que teníamos un grave problema: el hotel está pasado el control de maletas, con lo cual debíamos facturar antes de entrar allí, pero la facturación de Turkish Airlines no abría hasta 4 horas antes del vuelo. Preguntamos al hotel y dijeron que siempre podíamos no recoger las maletas (!) y reclamarlas en objetos perdidos (!!!!!).

La idea de dejar nuestras maletas tiradas en un aeropuerto malayo no era de nuestro agrado, así que cancelamos la reserva del hotel de aeropuerto - 110 EUR tirados por el mismísimo retrete. Hay que ser hijos de puta como para no avisar de una cosa así. Objetos perdidos, qué cabrones, que se vayan a tomar por culo. Teníamos varias opciones, a saber:

1) dormir en otro hotel de aeropuerto que estuviese fuera de la terminal, pero todos estaban pillados.

2) aguantar sin dormir hasta la mañana siguiente tirados en la terminal, pero a ver quién coño nos aguanta después de eso

3) decidimos hacer lo siguiente: sabemos que el tren express a Kuala Lumpur funciona muy bien y vale 36 EUR los dos ida y vuelta. La última parada es KL Sentral, la estación de trenes. Cogemos una habitación barata en un hotel cerca del KL Sentral y volvemos al aeropuerto a la mañana siguiente, total, el treb es media hora y muy amable. Encontramos una habitación en el Hotel Sentral, donde ya habíamos estado en 2011, por 32 EUR. Total, problema resuelto por menos de 70 EUR. Quiero pensar que estuvimos bastante resolutivos, dadas las circunstancias de mierda.







A la mañana siguiente en Perth cogimos el bus público hasta el aeropuerto, donde gastamos nuestros últimos dólares australianos. El vuelo de Air Asia fue como un reloj, llegando a su hora y tal. A ver, la comida - que la pedí aleatoriamente cuando saqué el vuelo - picaba como el mismísimo infierno y el sistema de entretenimiento en el avión era la misma mierda de siempre: esta vez hemos hecho un vídeo para explicarlo. Encima, nos sentaron al lado de un japonés-australiano superobeso que comía nueces de macadamia recubiertas de wasabi. Y no solo eso, hacía el mismo ruido que una piara de cerdos, chupándose los dedos con el mismo afán que una actriz primeriza chuparía en una película porno. Afortunadamente el vuelo no iba lleno y nos cambiamos de sitio. Qué asco de pavo, joder.










Una vez en la terminal de vuelos baratos del aeropuerto de Kuala Lumpur hay aproximadamente 100 kilómetros hasta donde se recogen las maletas. Bueno, igual no eran 100 Km pero lo parecían, porque además íbamos con prisa para intentar salir de allí lo antes posible. Funcionó, porque cogimos el tren express por un minuto, cargando con las dos maletas, una de ellas coja perdida, y dos bolsas de mano que, esta vez sin exagerar, pesaban 25 kilos entre las dos. Llegamos a KL Sentral y preguntamos cómo ir al Hotel Sentral. Recordábamos que el hotel estaba al lado de una calle llena de putas en un barrio de mala muerte, todo con mucho glamour y clase. Preguntamos a un paisano que nos indicó cómo ir, sí, pero nos hizo tirar por un sitio peligroso, cruzando una estación de autobuses y saliendo por un vertedero que olía como una cuadra de cabras en Bangladesh. Va a ser difícil que olvide el olor a mierda podrida, a 28 grados y 100% de humedad, cargando con una maleta coja y una bolsa de mano pesadísima.











Volvimos a preguntar a un tipo y nada más formular la pregunta vi el cartel del hotel. El tipo me indicó para el lado opuesto y lo mandé a tomar por culo. "Coño, si está ahí, so hijo de puta, que no tienes ni puta idea", le dije con todo el respeto del mundo. Ratas pasando por la calle, gente comiendo un rancho extraño en un bar de mala muerte y la recepción del hotel, llena de colores imposibles. En fin, el hotel estaba limpio. Las toallas olían como las cajas de gusanos de seda cuando los bichos llevan ahí un mes, pero por 32 EUR y en un barrio de mala muerte en Kuala Lumpur no iba a encontrar nada mejor. Bajamos a comprar agua, patatas, chocolatinas, pistachos y un par de cervezas para una cena nutritiva.

Llegamos pronto al aeropuerto de Kuala Lumpur para ver si con los puntos que tenía de Turkish Airlines (40,000) podíamos subir a business. A ver, una sola persona vale 45,000, pero el paso a business de Estambul a Barcelona eran 15,000 y eso sí era factible. Preguntamos por la oficina de Turkish Airlines y sí, nos mandaron a una oficina, pero de empleados y en la que no había nadie, en un sitio donde en teoría no podemos acceder. Teníamos que salir de allí con todo el equipaje rápidamente.

Belén: "Sobre todo, que parezca que sabemos dónde estamos. Que no piense la gente que estamos perdidos".

Javi: "Vale. Tenemos que salir por donde hemos entrado, por al..."

Belén: "Mira, un ascensor, ¡entra entra entra!"

Javi: "¡Joder, Belén! ¡Que no es por aquí!

Belén: "Vamos al quinto piso, tercero, cuarto... aquí no pone nada pero será este botón de arriba"

RRRRRIIIIINNNGGG!!! RRRRIIIIIIIINNNNG!!!!

Belén: "¡Jodeeeer, la alaaaarmaaaa! ¡Vámonos, Javi!"

Javi: "Belén, una cosa solo"

Belén: "Qué te pasa ahora?

Javi: "Sobre todo, que parezca que sabemos dónde estamos."

Belén: "¡¡¡Vete a la mierda!!!"

Javi: "Que no piense la gente que estamos perdidos".

Al final llegamos a un sitio donde se podía reclamar lo de los puntos. Una señora obesa sin puta idea de lo que hacía nos dijo algo que sabíamos - que con los puntos que tenía no se podía hacer el upgrade - y un par de cosas que no sabíamos:

Señora: "Pero si pagan 400 EUR por persona pueden subir a business, es una oferta de este mes."

Javi: "Usted no sabe con quién está hablando. Nuestro presupuesto se agotó hace meses"

Señora: "Respecto a lo de Estambul a Barcelona, solo le podemos subir a business a usted."

Javi: "Pero si es mi mujer... y tengo puntos para los dos, es la misma reserva, ¿qué coño está usted diciendo?"

Señora: "Ya me has oído, gordo de mierda"

Javi: "Pues métase la subida a business por el culo, rancia, que no tienes razón. Y una paella para siete, que con ese culo fijo que te cabe."

Tras dar una vuelta por el aeropuerto y comprar cuatro mamonadas llegamos a la puerta de embarque y pam, lo inesperado sucedió: nuestras tarjetas de embarque no funcionaban. Lo que faltaba, pensé. El vuelo tiene overbooking y nos van a dar por culo. Nos hicieron ir a un mostrador anexo y ahí es cuando nuestra suerte dio un giro de 180 grados tras la cochambre de Kuala Lumpur, el desencuentro en el aeropuerto y las borderías que escuchamos.







Sí, había overbooking, pero probablemente por ser los primeros en sacar la tarjeta de embarque nos subieron a business. En un vuelo de 10 horas. Era un sueño hecho realidad, empezamos a saltar y a besarnos como si nos hubiese tocado la lotería. Todo lo que pueda decir es poco, normal que los ricos viajen tanto en business, es cojonudo. 















El asiento era enorme, yo podía estirar los pies a tope sin llegar al final y dándole a un botón te llegabas a tumbar del todo, una auténtica cama voladora. La comida fue excelente y abundante, podías pedir todo el alcohol que quisieses. Pillamos una copa de champagne y brindamos por toda la gente que nos lee. El nivel de atención de las azafatas, de 10. Todo fue maravilloso - de hecho, no nos queríamos ir. Fantástica experiencia, en serio. Por una vez la suerte estuvo de nuestro lado.














Llegamos al aeropuerto de Estambul con un solo objetivo: intentar cambiar los billetes de turista a business con los puntos de Turkish para así acceder al maravilloso lounge de Turkish Airlines, al cual solo se puede entrar si tienes billetes de business o una tarjeta oro o platino de Star Alliance. Tras preguntar en un par de sitios llegamos al lugar adecuado y ¡así fue! Me cago en la tipa malaya esa que no tenía ni idea de lo que decía, pensé. Ya había estado en el lounge de Turkish un par de veces por trabajo y es MARAVILLOSO. Mi sueño era llevar a Belén aunque fuese una vez en la vida. Excelente comida, todo el alcohol que quieras, un montón de ordenadores Mac a tu servicio, salas oscuras para dormir, los servicios más lujosos que puedas imaginar... en dos plantas al servicio de la gente adinerada. Belén disfrutó de la experiencia a tope y nos bebimos un par de gintonics para celebrarlo. Personalmente era algo que quería hacer - llevar a Belén a tan exclusivo sitio - y conseguirlo compensa todas las veces que voy a hoteles, alquileres de coches, vuelos de otras compañías y peleo para que me sumen los puntos de Turkish. El sitio era tan increíble que se retrasó nuestro vuelo 25 minutos... y lo celebramos a lo grande, porque así podíamos estar un poco más en el lounge. ¡Ojalá se hubiese retrasado dos horas! :)


















El vuelo en business de Estambul a Barcelona fue peor que el anterior, pero fuimos anchos, panchos y llegábamos reventados. Fue el punto final perfecto a un par de días donde caímos a lo más bajo... y subimos más alto que nunca.

Nada más de momento, volveremos con un par de especiales aquí y allá. Gracias a todos por viajar con nosotros, por interesaros por nosotros y compartir con nosotros la experiencia de salir por ahí. Nuestro objetivo no es más que reirnos juntos, enseñaros desde dentro los sitios a los que viajamos y entretener un poco. En nada volveremos a la vida normal: comprar en el supermercado, trabajar de sol a sol, intentar cuidar la línea, tomar cafés con los amigos, pasear, dormir en casa, tirar para alante...

...y soñar con el próximo viaje, claro.




PD: y antes de salir de Australia, dejamos nuestra marca en Perth :)

miércoles, 17 de agosto de 2016

Día 17: ¡Hasta pronto, Australia!



Aviso a navegantes: Esta aventura está cerca de acabar, pero sabemos rotundamente que habrá muchas más, pero muchas. Esto nos tiene yonkis y deseando organizar diferentes rutas y lugares que explorar juntos.




Hoy ha sido un día protagonizado por los rayos y centellas, pero literalmente. El pronóstico del tiempo de Perth se ha despertado tan apocalíptico que a Pedro Piqueras se le pondrían los pezones más duros que los de Mazinger Z: lluvias torrenciales, vientos desagradables, granizo... vaya, lo que se dice un día de mierda, pero eso no ha frenado nuestras ganas de explorar. Bueno, para ser sinceros, teníamos contratada una excursión en barco con papeo y vino incluido y no queríamos perder el dinero, pero que no decaiga el espíritu aventurero.






Valientemente nos hemos dirigido al Pier 3 de la bahía de Perth y no hemos sido los únicos valientes, ya que un grupo de maduritos del tipo Imserso estaban también allí para recorrer las aguas del rio Swan - suponemos que a ellos lo del papeo y del vino también les ha sacado de la cama como a nosotros.





Esperando a embarcar hemos empezado a temer que no íbamos a hacer la excursión, de verdad que ha empezado a dar miedo y, entre que Javi se marea con solo mirar un tíovivo y que yo no soy lo que se llama una valiente, hemos ido a hablar con la señorita de la taquilla y la cosa ha ido así:

Nosotros: Buenos días amable señorita, mire usted, aquí, mi marido y yo, que todo lo que tenemos de grandes lo tenemos de cobardes, queríamos saber si esto del barquito, el papeo y el vino sigue vigente con semejante temporal.

Señorita: Veamos, para empezar las aguas del río Swan son como la de una bañera tamaño kingsize, o sea, que esto no se mueve ni aunque lo agiten...

Nosotros: Si, claro, nosotros eso ya lo imaginábamos, pero es que mi mozo y yo no queremos hacer un Titanic en aguas australianas, oiga.

Señorita: Que no, paletos, que si el capitán Cook dice que embarcamos que no se me preocupen, oigan.

Nos la hemos quedado mirando fíjamente a los ojos y como no ha pestañeado le hemos creído, así que pallá que hemos ido, eso sí, habiéndonos comido 2 biodraminas cada uno, no vaya a ser que hoy le de al río Swan por salir en el Telediario.






La excursión consistía en llegar a Fremantle (donde los helados con algodón de azúcar) y, una vez allí, recogíamos al resto de valientes y abrían el buffet para deleite de la afición.








Nos hemos sentado en una mesa que tenían reservada para nosotros al grito de: CALAFELL PARTY... qué ilusión más grande! una fiestaca!!, pero no, sólo era un título, ya que fiesta, fiesta, lo que se dice fiesta, como que no. El barco tranquilito y los paisanos tranquilitos también.




La sorpresa ha llegado cuando hemos llegado a Fremantle y va y resulta que la mesa vecina estaba reservada para una pareja francesa la mar de maja que conocimos ayer en la excursión de los Pinnacles. ¡Menuda casualidad! ¡los franceses majos de ayer!. Así que se han sentado con nosotros en nuestra mesa y hemos compartido anécdotas, aventuras y nos han revelado que los franceses odian más a los belgas que a los españoles, lo cual nos he dado un gran alivio. Nosotros, por si las moscas, no hemos sacado en la conversación lo de los camiones con fruta que nos volcaban en la frontera (herida no curada de todo españolito de a pie).





Cuando hemos llegado al puerto aun diluviaba, bueno, para ser sincera, aun sigue cayendo la del pulpo. Todo en Australia es XXL, hasta las tormentas, así que el plan tenía que tener techo y por eso nos hemos vuelto al outlet a apurar los dólares australianos que nos quedaban y a estirar las piernas. Por cierto, lo del autobús público aquí es alucinante.







Como la tarde pintaba mojada y oscura nos hemos comprado cena y parapetado en el hotel, ya que el jefe de la expedición presenta síntomas de enfermito, un poco de fiebre y mal cuerpo... Si esto le llega a pasar a la llegada del viaje no le dejan entrar, lo que me preocupa es que si le pillan con fiebre le echen a gorrazos del país, que estos australianos con los virus y las frutas de otros lugares son realmente bordes.

Así que eso, ya tenemos las maletas hechas y todo preparado para volver poquito a poco, ya que hacemos parada en Kuala Lumpur y pernoctamos en el hotel del aeropuerto con la firme intención de no dormir a la vuelta y vencer al jet lag, aunque para mí, el auténtico jet lag no es tener sueño o cansancio, es que no te entre un apretón a las 04:00 de la mañana... eso es el auténtico jet lag.




Este viaje ha sido especial para nosotros. Todos lo son, pero cada uno que hacemos suma una larga lista de aventuras, sensaciones, confesiones, risas y momentos irrepetibles. Hemos pasado prácticamente los últimos 17 días juntos las 24 horas y no cambiaría nada de este viaje, lo repetiría todo, hasta las siestas.




Viajar es crecer, es soñar, es experimentar y nosotros lo hacemos en cada momento. Gracias a todos los que nos animáis a seguir viajando, a los que habéis compartido nuestra experiéncia, a los que nos habéis comentado y a los que no, a los que nos decís que nos "odiáis" y a los que nos decís que nos queréis.

Australia es un lugar único y, sin duda alguna VOLVEREMOS. Ahora a esperar que Javi mejore y tengamos unos buenos vuelos de vuelta.

Besitos sinceros desde el otro lado del mundo.