jueves, 11 de junio de 2020

2020, what the fuck?


Hola a todos. Ha pasado un cierto tiempo, ¿eh?

Que os podemos decir, 2020 no está siendo el mejor año de nadie. Bueno, a lo mejor, si eres el tío que inventó la aplicación Zoom, que ahora usa todo el mundo, igual estarías metido en una bañera de billetes de 100 dólares riéndote a carcajadas, pero salvo que tu nombre sea Eric Yuan (que es el fulano en cuestión), lo más normal es que 2020 esté siendo un año peor que casi todos los anteriores. El COVID-19 nos ha hecho renunciar a muchas cosas, y aún así tenemos que estar agradecidos de que no se haya llevado por delante a ningún ser querido de momento. Eso sí, ha acabado con todos nuestros viajes, conciertos y principales opciones de ocio. Encima se ha tenido que cancelar la Final Four de la EuroLeague, las finales de la EuroCup... no creo que haya odiado en mi vida a nada más que al puto COVID-19. Ojalá encuentren una vacuna, porque la Nueva Normalidad no me mola nada. A mí me gusta la antigua normalidad y el derecho a hacer lo que me apetezca cuando me apetezca, siempre que me lo pueda permitir y no le haga daño a nadie. 



Eso sí, antes del COVID-19, 2020 ya era un año de mierda para nosotros. Lo único que ha hecho el virus es intensificar la sensación. Si miráis nuestras últimas entradas de blog, en Julio de 2020, veréis que fuimos a una gran boda bosnia entre Selver y Jasmina. Dicho mal y pronto, Selver se ha muerto. Nos ha dejado. Poco después de su boda, en un viaje de trabajo a Rusia, le detectaron algo llamado arteria elongada que obligó a que le operaran a corazón abierto en Moscú. Sobrevivió la operación y regresó a España, estaba en proceso de recuperación, inluso había venido a cenar a casa con Jasmina. Y un día, yendo al hospital para un chequeo rutinario, se cayó muerto, fulminado. La pena es grande, porque aunque siempre se hable bien de la gente que fallece, Selver realmente era un tío de puta madre. Positivo, gracioso, con un humor absurdo, una persona buena de verdad, de esas que de verdad merecen la pena. Solíamos comer juntos una o dos veces por semana y disfrutaba mucho de nuestras conversaciones junto con Dani, Ed, Xavi y últimamente Miguel, compañeros de EuroLeague. Es jodido que con tanto hijo de puta en el mundo, esta mierda le tuviese que pasar a él, pero yo al menos utilizaré su ejemplo para intentar ser mejor persona. Dedicar más tiempo a la gente que nos importa porque, no lo olvides, mañana me puede tocar a mí. O a ti. 

Milford Sound, la octava maravilla del mundo


En fin, esto no deja de ser un blog de viajes, aunque ahora, la verdad, me alegro de no haber escrito nada sobre lo que teníamos planeado para este verano. Belén y yo nos conocimos en 2000, así que en 2020 haremos 20 años desde ese momento, y queríamos dar la vuelta al mundo para celebrarlo. Es el viaje más caro que íbamos a hacer y ya lo teníamos todo preparado. Los que nos conocen saben cómo planeamos estos viajes: con una atención al detalle espectacular, tipo mirar el precio de un vuelo 10 días seguidos hasta que baja un poco, buscar y rebuscar hoteles con muchísima anticipación hasta que sale el que nos gusta en una buena relación calidad-precio, pasar horas y horas mirando excursiones y comentarios de la gente para elegir la opción correcta... todo ha saltado por los aires. Suerte que hemos recuperado todo el dinero de hoteles y excursiones. Y ahí ando, peleándome con las líneas aéreas para poder recuperar el máximo de dinero, ya sea con crédito de vuelo o devoluciones, directamente. 

Coronavirus: Aerolínea Air New Zealand deja de operar en la ...

El viaje era de puta madre y ahora dudo que lo vayamos a hacer igual. Salíamos de Barcelona dirección Singapur, pasaríamos dos días en una de nuestras ciudades asiáticas favoritas - no vamos desde 2011 - y de ahí daríamos el salto a Sydney para estar allí tres días. Una vez bien aclimatados, iríamos a Nueva Zelanda durante 12 días, cinco en la isla sur y siete en la norte, con un montón de excursiones que iban desde volcanes a fiordos pasando por una cena con maoríes. Cago en la puta, es escribir esto y ponerme de mala hostia. Íbamos a coger un vuelo la mar de raro, de Auckland, la capital de Nueva Zelanda, a Vancouver, Canadá. El vuelo atravesaba la Línea Internacional del Día, esto es, que en un momento dado de hoy pasábamos a ayer. De hecho, el vuelo salía a las ocho de la tarde del 12 de Agosto y llegaba... a las 2 de la tarde del 12 de Agosto. Seis horas antes. Recuerdo hablar de esto con mi buen amigo Carlos en una cafetería de Sevilla y que casi me explotase la cabeza cuando me di cuenta. Estaríamos cinco días en Vancouver, cinco en Toronto, tres en Lisboa y otros tres en Sevilla antes de volver a Barcelona.

Y claro, todo eso se ha ido a la más absoluta mierda. Firmo perder poca pasta, porque las aerolíneas se han puesto duras con nosotros. 

Diez calas por las que fugarse a Menorca

En lugar de eso, tenemos un plan bastante más modesto: me iré una semana a Sevilla a ver a mis padres y amigos, volveré otra semana más a Sevilla, Belén llegará el día 14 de Agosto y estaremos juntos en Urbasur hasta el 18, momento en el cual cogeremos un avión hasta Menorca, donde estaremos una semana. Punto y final. Demasiado que tenemos vacaciones y que nos las podemos permitir con la que está cayendo la verdad. Lo pensamos disfrutar a tope.

Desde luego, si en 2021 somos capaces de volar sin restricciones, replantearemos el viaje a Nueva Zelanda, pero sin dar la vuelta al mundo. Tenemos crédito retenido en Etihad y en Air New Zealand, bastante pasta, y eso nos obliga a tener que usarlo. Seguramente usaremos el crédito de Etihad para ir a Singapur o Kuala Lumpur, pararemos en Sydney porque nos mola, usaremos el crédito de Air New Zealand para ir desde Sydney y coger vuelos internos... y joder, ya veremos cómo mierda volvemos. Estando en las antípodas, la verdad, y eso es de perogrullo, hay la misma distancia volando por un lado del globo o por el otro. La verdad, volver por Asia es mucho más barato, aunque haremos lo posible por demostrar lo contrario y dar la puta vuelta al mundo. 










A la vez, intentaremos hacer blog el tiempo que estemos de vacaciones. Estuvimos bastante activos desde que volvimos de Escocia hasta antes del COVID, la verdad. Me tocó ir a Kaunas para el Media Day de EuroLeague, y tuve un estrambótico viaje a Sacramento, USA, donde estuvo unas 22 horas y que da para un capítulo entero de un libro, pero que ya os contaré en persona. Fuimos a Roma en Noviembre, a Londres para mi cumpleaños a ver a Shed Seven y a The Wonder Stuff, estuvimos en Atenas justo antes de que se declarase la pandemia... Y nos hartamos de ver conciertos: White Lies, OMD, Fontaines DC, Primal Scream, 091, Divine Comedy, Kiko Veneno... yo estuve en Bruselas para ver a Liam Gallagher y viajé a Porto para ver a RIDE justo el día que falleció Selver.

Parecen recuerdos de una vida anterior, pero estoy seguro que encontrarán la vacuna, volveremos a reirnos todos juntos y disfrutaremos la vida que teníamos anteriormente con más intensidad, con más ganas de ver a nuestros seres queridos, siendo más conscientes de los buenos momentos.

Eso, o como seres humanos no habremos aprendido un carajo. ¡Esperamos que todos estéis bien! ¡Vamos p'alante!

PS: Con diferencia, es la entrada de blog más difícil que he hecho. Y eso que ha habido algunas a las dos de la mañana en un sudoroso tugurio de Asia, cinco horas antes de coger un vuelo. Esto ha sido mucho peor.  

PS2: Somos peligrosos. Twitter nos ha cerrado la cuenta que teníamos allí, con un montón de recuerdos bonitos. Mientras la intentamos recuperar, usaremos nuestras propias cuentas para hablar del blog. ¿Qué coño habremos hecho para que Twitter nos toque los cojones de esa manera?