lunes, 30 de junio de 2014

Croacía, Day 5: Volimo Hrvatsku!



Buenas a todo el mundo! Hoy vuelve a escribir la menda lerenda, ya que tengo a Javi espatarrao viendo el fútbol, pero también porque me apetece decir unas cuantas cosas acerca de este viaje.

Tengo que reconocer que vine a Croacia arrastrada por Javi, ya que yo, por desconocimiento e incultura, no me sentía nada atraida por él. Lo más cerca que había estado fue en Belgrado, ciudad con un gran potencial, pero muy lejos de lo que una cree que es una ciudad bonita. Nada más llegar a Croacia me sorprendieron las vistas de la carretera de la costa y, desde entonces, la cosa ha ido subiendo.





Uno tiene que venir aquí por varios motivos:

- Por la belleza sin igual de sus paisajes. No te cansas de ver vistas espectaculares todo el rato, ya sea en montaña, en el mar, o en las mismas ciudades.

- Por la historia, es un país cargadito de chutes culturales e históricos, sin olvidarnos de la reciente y trágica guerra. Los eslavos son un pueblo curioso de conocer.

- Por su gente. ¿Qué puedo decir?..., solo maravillas. Nos han tratado como si fueramos los mismísimos Rolling Stones y nos han hecho pasar unos días inolvidables. Tengo que reconocer que ver lo que algunos jugadores de baloncesto de élite quieren a Javi me llena de orgullo y amor, me siento muy afortunada por estar con alguien tan querido allá donde vayamos. Al margen de nuestros amigos, la gente en general es muy profesional y amable, además de que casi todo el mundo habla inglés, lo cual facilita la cosa.

- Por su tranquilidad. Aun siendo muy turístico, todo es muy tranquilo (excepto Dubrovnik, que está petado de turistas), como seguro. No hemos sentido tensión en ningun momento.

- Por su comida. Nos hemos puesto coquis..., hemos comido materia prima de la buena, de esa que solo necesita un golpe de calor, o incluso, ni eso.

- Por los precios. Es barato, muy barato, sobre todo Split, en donde no me dejaron pagar ni un agua, jajaja, no, en serio, es barato.

- Por estos y por muchos motivos hay que venir a Croacia.




Ayer, al dejar la habitación, nos fuimos a la zona amurallada, el casco antiguo de Dubrovnik y a mi me dió lo más parecido que me ha dado en la vida al síndrome de Stendhal (también denominado Síndrome de Florencia o "estrés del viajero"). Es una reacción psicosomática que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión, temblor, palpitaciones, depresiones e incluso alucinaciones cuando el individuo es expuesto a obras de arte, especialmente cuando éstas son particularmente bellas o están expuestas en gran número en un mismo lugar). Bien, ahora es cuando me imagináis en el casco antiguo de Dubrovnik sacando espuma por la boca ¿verdad?, ni mucho menos, pero me quedé exhausta y me dió un subidón increible y nunca antes me había pasado. Me siento muy afortunada de haber podido estar aquí, con quien he estado, cuando he estado y cómo he estado.



Esta mañana hemos vuelto a la ciudad antigua y había una invasión de los ultracuerpos. Miles de turistas de cruceros con sus calcetines y sus chanclas pisoteando mi casco antiguo, me he sentido invadida, pero rápidamente les hemos dado esquinazo y nos hemos adentrado en las callejuelas y plazas que han servido de escenario para Game of Trones. Precioso todo, preciosísimo.



Para comer nos habían recomendado un restuarante bosnio llamado Taj Mahal y realmente ha sido un acierto, pero sigo sin comprender por qué un restaurante bosnio se llama Taj Mahal...

Solamente me queda decir una cosa - Croacia huele a lavanda, a mar y a café!

Ahora que yo ya he soltado todo lo que tenía que decir os dejo con Javi para que termine de explicar lo que hemos estado trasteando hoy por aquí. Besitos a tutiplén!!

(anexo by Javi)



La verdad, poco puedo añadir. Hemos pasado la mayor parte del día en el centro histórico de Dubrovnik, comprando regalos para la familia y dando una buena vuelta. Hemos vuelto para estar un rato en la piscina y cómo no, para ver el atardecer en la terraza de nuestra habitación. En el momento más tierno y bucólico, con el sol cayendo detrás de una isla, Belén se ha dado un golpe contra mi pie que le ha hecho retorcerse de dolor. Mala suerte, pero no ha sido nada y hemos cenado aquí mismo. Hemos hecho una noche de quesos y vinos, un clásico en nuestros viajes. Compramos vinos y patés, abrimos un muy buen jamón que traímos de España y una botella de vino que nos han regalado. Estupendo.



Volvemos a España mañana pero en dos días, el 3 de Julio, nos vamos a Bélgica para disfrutar del Rock Werchter, uno de los mayores festivales de Europa. El cartel lo encabezan Metallica, Arctic Monkeys, Pearl Jam y Kings of Leon pero también tocan grupos como Pixies, Foals, MGMT, Franz Ferdinand, The Black Keys, Interpol, Eels y un largo etcétera. No vamos a escribir cada día - más bien una valoración inicial el viernes y un resumen cuando volvamos, antes de coger el coche otra vez y meternos en la España profunda.




Croacia es espectacular. Volveremos tan pronto como nos sea posible. Es de esos viajes que no quieres volver nunca a España. Cuando estemos agobiados de trabajo allá por Enero de 2015 - por decir una fecha de agobio máximo potencial - nos acordaremos de la costa croata, los atardeceres de Zadar, la amabilidad de la gente, el centro histórico de Split, la ciudad amurallada de Dubrovnik... y entonces seguro que pensaremos cómo podemos hacerlo para volver. Nos encanta Croacia. No os lo podéis perder.

domingo, 29 de junio de 2014

Croacia, Día 4: Road to Dubrovnik, grandes vistas




Hola a todos desde Dubrovnik, en el sur de Croacia. Sí, amigos, es Robert Prosinecki anunciando vino. Ese jugador con gran talento y reconocida fama de vividor - gracias al mítico anuncio del Prosikito - anunciando vino croata. Hay que ser crack. Llevamos varios días persiguiendo esta foto y por fin la hemos hecho, con el coche en marcha y en postura acrobática. Prosinecki es un ídolo, un ejemplo del talento malgastado.






Hoy hemos conducido - bueno, en plural mayestático, porque Belén es quien conduce y yo no me pongo al volante ni aunque me lo regalen - hasta Dubrovnik. Teníamos dos opciones: 1) tirar por una autopista muy bien hecha que, como ha dicho Belén en el blog anterior, se puede acelerar más que el Demonio de Tasmania con una sobredosis de Red Bull o 2) tirar por una carretera al lado del mar, con un límite de velocidad terriblemente reducido, pasando por todos los pueblos costeros del mundo y estando al lado del mar, pero de curva en curva - no hay ni un kilómetro recto. Obviamente hemos tirado por la carretera antigua, parando en muchos sitios. Tiene mucho más encanto. Vale, un tío casi nos atropella en contradirección, pero es parte del espectáculo.



Tras decir adiós a Mari y Ermal - perfectos anfitriones, tenemos que volver, no se puede ser más amable - cogimos carretera hasta Dubrovnik. La idea era ir por los pueblos y luego cambiar a la autopista pero al final hemos decidido tirar todo el camino por ahí. Más divertido, y tampoco teníamos prisa, que estamos de vacaciones, coño. No soporto a la gente que se acelera en vacaciones - se trata de todo lo contrario, digo yo. Nuestra primera parada fue la bonita ciudad de Omis, que es el típico sitio de turista, y luego paramos en Makarska, un sitio con un gran puerto deportivo y cosillas que ver. Grande Makarska.






Ni que decir tiene que con más de 1,000 islas, el paisaje es espectacular te pares donde te pares. Hemos hecho un vídeo casi al azar, porque todo el camino la conversación nuestra ha sido más o menos así.

- Belén: ¡Mira Javi, qué bonito!
- Javi: ¿Eh? ¡Boniiiitoooo!
- Belén: No estabas mirando, ¿no?
- Javi: Boniiitoooo.


(es broma, presto más atención de lo que imaginaríais)

Hemos comido en un lugar de carretera también al azar, ni TripAdvisor ni El Tenedor ni pollas. Este tiene buena pinta, pues aquí. A Belén le han puesto un plato de carne a la brasa descomunal por 8 EUR. Una barbaridad de carne. Yo he comido un pollo a la gorgonzola muy decente. El tipo era muy amable y la gente nos miraba raro mientras nos metíamos en el bar, como si no hubiesen visto un guiri en su vida. Coño, si es un bar al borde de la carretera, deben entrar tipos como nosotros a puñaos. En general todo el mundo es muy amable y los camareros son muy profesionales.



Había una cosa que no habíamos tenido en cuenta - para llegar a Dubrovnik hay que pasar por Bosnia y Herzegovina, bonito país que NO pertenece aún a la Unión Europa. Cachondo de mí, me he venido sin el pasaporte hasta Croacia porque no me ha hecho falta, pero no sabía si en estos 20 Km que pasaban por Bosnia me iban a parar o no. Nos vimos cuenta al alquilar el coche, que nos dieron una especie de carta verde. Personalmente la situación se ha ido agrandando en mi cerebro. ¿Qué pasa si no me dejan pasar? Si Belén tiene el pasaporte, ¿será suficiente para que pasemos los dos? ¿Y si pasa solo ella? ¿Podría llegar hasta el hotel, dejar las cosas, recogerme, meterme en el maletero y pasarme como si fuese un fardo? ¿Y si nos pillan? ¿Has estado alguna vez en una cárcel bosnia? ¿Tendría que dar la vuelta?



La realidad es que hemos llegado a la frontera con Bosnia, le hemos dado los dos DNIs, los ha mirado durante unos 10-12 segundos y nos ha dejado pasar. Tanta comida de olla para absolutamente nada. Javi, eres gilipollas. Primero, por dejarte el pasaporte y segundo, por hacerte estas pajas mentales.





Al final hemos llegado a Dubrovnik. Esta vez nos hemos estirado con el hotel - el Dubrovnik Palace, con unas vistas espectaculares. Impresionantes. Todo lo que pueda decir es poco, así que hemos colgado unas fotos, claro. El atardecer es distinto al de Zadar pero igualmente increíble...



Esta noche y mañana exploraremos Dubrovnik. De momento, ni rastro de Game of Thrones... pero ya averiguaremos qué pasa. ¡Hasta mañana!

Croacia, Día 3: Reencuentro en Split




Hola a todos desde Split, Croacia. Hacía dos años que no veíamos a nuestros amigos Ermal, Marijana y su hijo Luka - que, insisto, será bueno en cualquier deporte que practique... hasta se sale jugando a la petanca el tío y eso que solo tiene 6 años. Verles era parada obligada para nosotros y, de hecho, el motivo principal por el que hemos venido a Croacia. Sí, Dubrovnik seguro que es genial, el atardecer en Zadar es increíble pero ya hacía mucho tiempo que no les veíamos y los echábamos de menos. Por supuesto, Ermal y Mari han sido unos anfitriones increíbles - insistían en que nuestro dinero no valía aquí y ni le dejaron comprar a Belén una botella de agua en el centro de Split. Tienen una casa fantástica que Mari ha decorado hasta el último detalle - incluída una espectacular terraza con barbacoa en la que pasaría un verano entero tranquilamente.




El viaje hasta Split fue divertido - básicamente, se trataba de recorrer el mismo camino que hasta ahora pero en sentido inverso. Lo divertido de las carreteras locales aquí es que te venden de todo. Hay puestos de productos locales por todas partes y es divertido. Incluso hay unos tíos que te sacan un cartel que pone "apartamentos". Digo yo que funcionará alguna vez el truco porque tener empleado a un tío que sujeta un cartel durante todo un día no parece muy efectivo. La competencia es grande, eso sí.





Tras instalarnos en casa de Ermal y Mari, nos fuimos a un resturante en lo alto de una montaña el cual no habríamos encontrado ni con la versión FBI del Google Maps. Imposible - estaba muy escondido y la carretera era casi imposible pero Ermal la subió con su coche como si fuese una autopista. Una vez allí nos esperaban Luka y los padres de Mari. Prepararon un cochinillo verdaderamente especial, hecho a la brasa pero tapado con un recipiente de barro. Quedó buenísimo. Hemos hecho un vídeo porque estas cosas no son fáciles de explicar. La vista desde el restaurante era magnífica, se veía Split y sus alrededores. Entre atardeceres, montañas y vistas espectaculares, Croacia es difícil de superar.




Estuvimos dando una vuelta por Split de noche - cenamos en un sitio que los dueños eran amigos de Mari y nos echamos unas buenas risas en una mesa que se hablaba croata, inglés, español y Dios sabe qué más. Split tiene muchos rincones con encanto. 





Lo que me hizo más gracia fue que hay una estatua de alguien, no me acuerdo quién, que si le frotas el dedo gordo del pie y pides un deseo, se cumple. La estatua está en obras, completamente tapada... menos el dedo gordo - han abierto un agujero para que la gente siga frotando y pidiendo deseos. Una genialidad. También hay una plaza hecha por los romanos con un agujero inmenso en el techo por el cual nunca cae la lluvia. Impresionante.

Os dejo un rato con Belén... y su visión de las cosas.




(anexo by Belén)

Cómo me está sorprendiendo Croacia, vaya país magnífico, por su gente, por las vistas, por lo bien que nos sentimos aquí... de lujo que te crujo oiga.




Split es una ciudad con muchas ruinas romanas y, mi teoría, es que los romanos pillaron un montón de casitas del Monopoly, las tiraron en el mapa y dijeron: ale, así se queda, ya que no tiene sentido alguno. Callejuelas que se cruzan sin sentido, calles anchas, pequeñas, edificios altos, rectos, en diagonal, una locura, pero es encantadora.

La casa de nuestros amigos es una pasada, me la pido para reyes..., un auténtico oasis y nos han tratado de maravilla.

En cuanto a lo de conducir por aquí es una locura, el límite de velocidad en autopista es de 130 km/h, pero nadie lo respeta. La poli solo te para si te pasas de los 200 km/h, pero solo para advertirte. El día que instauren los radares por aquí se van a cagar patas pa bajo.

Mañana caminito y manta hacia Dubrovnik y a seguir gozando de estos lares. Besitos a tutiplén!!

viernes, 27 de junio de 2014

Croacia, Día 2: Plitvice, cascadas, naturaleza civilizada



¡Buenas a todo el mundo! Antes que nada pido disculpas, ya que hoy la que se escribe el blog es la menda lerenda, ya que el jefe Ganchetto ha decidido darse un respiro.

Después de dormir como una campeona hemos cogido carretera y manta y hemos abandonado la bonita ciudad de Zadar, con la certeza que algún día volveremos, ya que nos está encantando este país. Una vez que sales de la ciudad, en el km 0, entras en zona rural y agreste, con mucha florecilla silvestre y puestos a los lados de la carretera en donde, sobretodo, venden frutas y ajo, lo cual ha perturbado bastante a Javi por un personaje que siempre está en la puerta del mercadona de al lado de casa y solo dice: AJO, AJO, AJO, AJO, AJO (sin parar y durante toda la jornada laboral)... un estrés de tipo. Cuando le escuchas solo puedes oir como resuenan los ajos en tus oidos...

Bueno, la cosa está en que aquí se conduce muy rápido, pero la autopista es buena y, lo que no es autopista es pintoresco.







Al ritmo de Blur, Kiko Veneno y The Strokes hemos llegado a Plitvice, que es un parque natural famoso por sus lagos y cascadas y la verdad es que es precioso. Es lo que conocemos como naturaleza civilizada, es decir, con caminitos, señalizaciones y rutas de todo tipo. Nosotros hemos seleccionado la ruta de 3-4 horas (la F) y nos hemos adentrado por los caminitos siguiendo las indicaciones.



Una vez llegas al lago, dos barquitos te llevan a la zona de picnic, en donde hemos sacado la artillería: cerezas compradas en la carretera, 2 cervezas locales bien fresquitas y 200 gramos de jamón de jabugo que nos hemos traido envasado al vacío con sus correspondientes picos, vamos, los putos amos. Si normalmente el jamoncito sienta de maravilla, en lo alto de una montaña en Croacia ni te cuento, una gran idea de Javi #crack.

Lagos, cascadas, verdes montañas, pececillos, libélulas de todos los tamaños y 3 horas de caminata que, aunque nos ha cansado un montón, nos ha gustado una barbaridad y recomendamos de verdad que cualquiera que esté minimamente cerca, se de un paseito por estos lares.






Esta noche dormimos cerca del parque natural, en un fantástico hotelito de montaña en el que plantar huevo, pegarnos una buena cena y algún que otro gintonic.

Ahora si le paso el relevo a Javi para que nos explique cosas divertidas. Besitos a tutiplén!!!

P.D.: Hay restaurantes grill que asan cerdos enteros a los lados de la carretera (en plan Asterix y Obelix) y no me voy a ir de aquí sin pegarle un mordisco a algún cochino (hmmmm que hambre!!!).

(anexo by Javi - ¡oiga, señora, no me muerda!)



No entiendo por qué pide disculpas Belén, si lo hace estupendamente y es bueno tener su visión de las cosas, siempre interesante. Estamos en un hotel de carretera muy acogedor donde pasaremos la noche por el módico precio de 89 EUR con desayuno. En la tele dan un capítulo de Benny Hill traducido al polaco - un solo doblador traduciendo a todos los personajes. Benny Hill le acaba de dar la primera yoya al viejo calvo. Un clásico. Me parto.



No tengo mucho más que añadir, la verdad. Plitvice es espectacular y hay que verlo, se puede ver en las fotos. Menos mal que hemos cogido el recorrido de cuatro horas, porque una buena parte del camino es cuesta arriba. Íbamos con la reserva puesta al final. Ahora cenaremos en el restaurante de al lado, especializado en trucha de río. No vamos a comer el pescado que comimos ayer con Marko y Tea, pero vamos, ni ahora ni en un tiempo. Fue increíble.

Os adelanto un poco lo que serán los próximos días. Mañana iremos a Split, donde nos esperan nuestros amigos Ermal, Mari y su hijo, Luka, que llegará lejos haga lo que haga. Después pasaremos dos días en Dubrovnik antes de volver a Barcelona. Belén conduce estupendamente y no se pica innecesariamente. Hoy mismo un camión le ha hecho un adelantamiento ilegal. Si hubiese estado un servidor al volante lo habría parado hasta echarlo a la cuneta, salir del coche, subir a la cabina de ese cabrón y ganar el primer premio en insultos croatas. Belén no es así - es paciente, destila seguridad al volante. Me encanta ser su copiloto.

Nada más, nos vamos a cenar. Si no hablamos de la cena hoy... lo haremos mañana. ¡Split nos espera! ¡Ajo, ajo, ajo! ¡Ajo! ¡Ajo!

jueves, 26 de junio de 2014

Croacia, Día 1: Zadar y su gente, espectacular




Hola a todos desde Zadar, Croacia, donde hemos pasado un día estupendo con gente muy amable. Teníamos muchas ganas de ver el atardecer en Zadar, que es muy famoso y tan bonito que hasta Alfred Hitchcock, que tenía fama de ser un cabrón miserable, decía que era el mejor que había visto. Bien, tenemos que coincidir con el tío Alfred - lo de Zadar es impresionante, y está muy bien montado. Hay una especie de órgano que produce música con la llegada de las olas. Hay una plataforma circular que recoge energía solar durante del día para producir un espectáculo de luz por la noche. Pero principalmente está ese atardecer que no vamos a olvidar fácilmente... y que solo ha sido uno de las muchas cosas buenas del día.





Voy a intentar ser breve, lo cual siempre me es difícil. El día empezó con toque de diana a las 04:00 para subirnos en un avión que salía a las 06:45. Al llegar a Split hemos recogido el coche de alquiler. Tras alquilar regularmente durante el año, Belén tiene la tarjeta platino de SIXT y nos han dado un pedazo de BMW Serie A, cuatro niveles por encima de lo que habíamos alquilado. Estaba sucio, sí, pero es cojonudo. El recorrido hasta Zadar es por una carretera pegado a la costa donde ves literalmente docenas de paisajes impresionantes... hasta que a la altura de Sibenik - lugar de nacimiento de Drazen Petrovic - coges una autopista que está bastante bien. Pocas curvas, límite de velocidad a 130, un solo peaje salgas por donde salgas... bueno, eso del límite a 130 es un poco subjetivo. Belén ha pillado 150 en algún momento de recta solitaria y varios coches le han pasado quitándole las pegatinas.

Hemos llegado a Zadar y nos estaba esperando Marko, un amigo croata que ha vivido ocho años en España y que nos ha llevado a un sitio donde hemos comido estupendamente al lado del mar. Hablamos un poco de todo - de la guerra, de baloncesto, de esto y de lo otro. Marko adora España y quería que lo pasásemos en su ciudad tan bien como él lo ha pasado en nuestro país - es difícil ser más simpático, abierto y educado que él. Un crack. 



Nos hemos alojado en el hotel Lavandula, propiedad del jugador Rok Stipcevic. Un sitio realmente bueni, recién abierto, prácticamente a estrenar y con una vista inusual desde la habitación - un viejo playground de baloncesto. Fantástico. Rok ha sido muy amable con nosotros pese a que se casa este fin de semana y va de culo. Espero corresponderle si juega el Mundial con Croacia - la primera fase es en Sevilla y andaré por ahí.










Tras una siesta histórica hemos ido a ver la puesta de sol en ese lugar especial llamado Pozdrave Sunsu. Cualquier cosa que diga no le hará justicia, salvo que es el mejor atardecer que hemos visto. Hemos hecho vídeos, y fotos. Una imagen y un vídeo vale más que mil palabras.











La cena con el otro Marko y su mujer Tea, buenos amigos nuestros, en un restaurante de pescado a las afueras de Zadar ha sido otra historia para recordar. La lubina que nos comimos entre todos la habían pescado dos horas antes. Más fresca y más buena, imposible. Comimos cigalas crudas que nos sorprendieron. Estaban realmente de 10.





Estamos muertos, así que dejaré las palabras para otros momentos. Espero que os gusten las fotos y los vídeos. Mañana más desde Plitvice.

Javi - o lo que queda de él

PD: Se nos han colado unos tíos en la facturación del avión al ampliar de una fila de facturación a tres - con la excusa de que iban antes que nosotros. Decían que iban con unos amigos a una boda. Nos hemos cambiado otra vez de fila y tantos sus supuestos amigos como nosotros hemos facturado antes que ellos. La mirada de odio ha sido brutal. Podíamos devolver la mirada o cantar "adióóóóós, hijoputa adióóóóós" con la música de Go West, pero dado que íbamos a ir en el mismo avión decidimos dejarlo pasar. 

PD2: De todos modos, muy amigos no tenían que ser los otros para no irse con ellos e intentar quitarnos el sitio. Hay que ser miserable. Claro, por eso sus amigos les odian. 

PD3: Todo el mundo debería venir a Zadar una vez en la vida. Por el atardecer, por lo amable que es la gente... es un sitio único. 

PD4: Recuerden que pueden hacer comentarios. Todos son bienvenidos y apreciados.... y se las dará cumplida respuesta.

miércoles, 25 de junio de 2014

Formentera - ¡qué pasada!



Acabamos de volver de Formentera, donde hemos pasado unos días estupendos. Fuimos nueve personas, dividimos en dos apartamentos contiguos cerca de una piscina, y el tiempo ha pasado terriblemente deprisa. La isla no ha cambiado nada desde nuestra última visita en 2009. Sigue siendo un paraíso, un sitio donde la gente se toma la vida de forma relajada, donde las prisas no son necesarias y donde las playas son casi insuperables. Creo que todo el mundo debería ir a Formentera al menos una vez en la vida. Eso sí, que tenga en cuenta que el sol pega como en ningún otro sitio que haya visto jamás, a lo cabrón. Hemos acabado chamuscados - y habríamos acabado igual aunque nos hubiésemos metido en una bañera con crema solar nivel apto para Drácula.


Estuvimos rápidos a la hora de organizarnos - vuelo tempranito, ferry hasta Formentera y viaje hacia el Eroski - el único gran supermercado en toda la isla - para comprar la comida de los cuatro días, aunque luego hubo que hacer algunos ajustes debido a las circunstancias. El primer día lo pasamos íntegramente en la piscina. A ver, los demás se fueron a una playa cercana pero un sevridor se pegó tres horas y pico de siesta - de aquellas que te levantas con la almohada babeada y la vejiga como la gaita de Hevia. Luego salí a buscarlos pero debí entender mal las indicaciones porque llegué a una playa semidesiertas con dos señores tomando el sol en pelotas.



El día 22 fuimos a probablemente mi playa favorita del mundo, Ses Illetes. Es un parque natural y cobran 5 Euros por coche para entrar, pero merece la pena agua calentita de color turquesa, completamente limpia, arena fina, necesitas dar 100 pasos para que te cubra del todo, ni rastro de algas... es algo increíble, de verdad. Puedo intentar explicarlo con palabras, pero es difícil. La única putada es que hay pocos chiringuitos y la hostia que te pueden meter a la hora de comer es nivel Mohammed Ali. Que sí, que pagas el sitio, comer al lado de esta gran playa, pero 55 EUR por cabeza por una paella escasita, un par de ensaladas y una ronda de postres y cócteles es un hostión con la mano abierta de un panadero. Pero en fin, que nos quiten lo bailao.

Por la noche hicimos una barbacoa que quedó estupenda. Teníamos un patio trasero muy conveniente y un invento estupendo - un pequeño altavoz cuadrado con entrada microSD para poder poner música. Es supermanejable, puede medir 6x6x6 cm como mucho, pero suena muy bien y lo peta. Nos lo regaló nuestro amigo Carlos, así que al cacharro lo llamamos Carlitos. Hemos llenado a Carlitos de música disco setentera, motown y hits de los años 80. Tenía prisa, así que metí toda la música que pude en una hora antes de salir. Como tantas y tantas veces, meter música de manera tan atropellada hace que vayas a aquellas canciones que gustan a todo el mundo y el resultado fue excelente. Carlitos ha sido el alma de la fiesta. Queremos comprar unos cuantos. Everybody loves Carlitos.



Por recomendación del recepcionista, pasamos la mayoría del día 23 en la playa de Migjorn y resultó ser una idea estupenda. Es una playa larguísima, con fantásticas vistas, agua igualmente cristalina y muchísimos chiringuitos convenientemente espaciados para que no se rompa el encanto del sitio. Ahora, pega el sol de una forma que no he visto en mi vida. Por el nivel de radiación solar parecía que estuviésemos en Mercurio, coño. Los trucos que funcionan en otras playas - meterte a la sombra, ponerte crema como un gordazo pone ketchup en las patatas fritas, bañarte a menudo, taparte con la toalla - no son aplicables en esta playa. 



Con todo, pasamos un día fantástico y una noche de Sant Joan - o San Juan, por si alguno tiene problemas lingüísticos que no le dejan dormir - muy chula. Compramos farolillos hinchables que subieron alto, muy alto. Hasta el mío subió del todo, cosa verdaderamente extraordinaria porque soy un inútil en estas cosas. Belén y Jesús hicieron una paella de sobresaliente. Nos dieron las 4 de la mañana - bueno, y a alguno de nosotros que se fue de juerga, casi las 8.



Eso sí, el día 24 la planificación nos salió un poco al revés por culpa de agentes externos. Amaneció muy nublado y decidimos coger los coches hasta el Faro del Cap de Barbaria. Hasta entonces nuestro único contacto con la isla, playas aparte, había sido la visita a un mercadillo hippy que estuvo bastante bien. Por lo menos, a mí me pareció bastante mejor que lo que pintaba a priori. Una vez en el faro, el frío era intenso y aquello parecía Islandia más que Formentera - paisaje árido, un gran acantilado, pájaros por todas partes... Fue un buen contraste con el ambiente playero del día anterior. También me hace pensar que Formentera debe ser un sitio no muy recomendable fuera de los meses de verano - debe ser duro vivir allí con un tiempo un poco peor y sin poder disfrutar de las playas, aunque mucha gente vive allí todo el año y parecen bastante tranquilos y felices. No es para mí, eso seguro.

Comimos sensacionalmente en un bar de menú de Sant Francesc Xavier, el pueblo más grande de la isla. Volvimos un rato a la piscina de nuestro apartamento y de ahí al ferry via Ibiza, donde pasamos un par de horas. Nuestro vuelo salía a las 23:30 pero en realidad lo hizo a las 01:00. Hay un número de cosas limitadas que puedes hacer a esa hora en un aeropuerto no muy grande como el de Ibiza, especialmente si tu móvil se queda sin batería y los pocos enchufes que hay están todos pillados, con gente acechando como buitres. Ir a mirar la tienda de Aldeasa. Jugar un poco a las cartas. Hacer 20 visitas al panel de vuelos y ver que el tuyo se va retrasando cada vez más. Mear hasta sin ganas para consumir tiempo... Finalmente nos metimos en la cama a las 3 de la mañana tras un largo día por tierra, mar y aire. Y mañana nos vamos a Croacia a las 06:20. Vamos a tener que sacar tiempo para dormir en condiciones.

Hoy toca zafarrancho de limpieza en casa. Poner lavadoras una detrás de otra y ocuparse de algún tema logístico. Formentera 2014 ya es historia y hemos hecho un grupo de gente estupendo. Gracias Marina, Xavi, Ferrán, Patty, Irina, Xavi R. - si, son dos Xavis y un Javi -, Jesús y Belén por unos días memorables. Esto hay que repetirlo, qué coño. Las vacaciones no han podido empezar mejor.

PD1: Hay una novedad. Seluk no puede venir al festival de música de Bélgica y Belén entra en la convocatoria. Será su debut en el Rock Werchter.



PD2: Solo para la gente que esté en Twitter, al resto le sonará a chino. En estos días de desconexión me ha entretenido mucho esto en Twitter - puse un vídeo que es una pasada y no para de tener retweets. Es un poco forzado - he hablado con un par de amigos míos muy influyentes en redes sociales para que lo impulsen un poco. Ningún tweet mío había llegado a 300 retweets, pero este lleva más de 5,000. Es una risa, a la vez que una especie de experimento social que he creado. Gracias, Roc y Alexis, por colaborar. La verdad es que el vídeo mola...

viernes, 20 de junio de 2014

Primera parada - Formentera



Bien, ya estamos de vacaciones. La verdad es que personalmente no desconecto en las primeras horas - hay que organizarlo todo, hacer la maleta y en mi caso, ver qué música me llevo para cuatro días de playa, sol y tranquilidad. No he parado, vaya, y eso que llevo cuatro horas de vacaciones. Estoy más alterado que Andrea Janeiro en un Kentucky Fried Chicken. Supongo que todo se pasará cuando lleguemos a Formentera. No es fácil llegar allí y es parte de su encanto - avión hasta Ibiza, taxi hasta el puerto, barco hasta Formentera, alquiler de coche y llegar al apartamento que hemos alquilado entre nueve personas.



Qué coño, no es tan complicado. Formentera es el paraíso, después de todo. Nada que envidiar a las mejores playas del mundo. He estado en Kuta, la famosa playa de Bali, y no le llega a la suela de los zapatos - aunque Bali en general tiene más encanto que Formentera, las cosas como son. Tendría que ir a Fiji, Seychelles y demás para comparar, pero Formentera está ahí arriba en mis preferencias de playa - aguas cristalinas, arena de calidad, temperatura extraordinaria. Es cojonudo. Hay que ir, sobre todo a la playa de Ses Illetes. La mejor que he visto en mi vida, probablemente.

Estar motorizados le da otra dimensión a nuestra excursión a Formentera. La última - y única hasta ahora - vez que hemos estado por allí alquilamos unas bicis eléctricas, que iban muy bien - a ratos íbamos en cuestas adelantando coches como si fuésemos más dopados que Lance Armstrong en un día de alta montaña. Aún nos acordamos de una hostia que se dio Belén, que encajó la bici en una especie de plataforma con tablas y salió catapultada hacia adelante. Parecía que se iba a romper cuatro huesos pero salió ilesa y descojonada. En este caso no nos pasarán estas cosas, claro.



Llevamos varias sorpresas para la noche de San Juan. Vamos a hacer una noche todos vestidos de blanco y me he tenido que comprar unas bermudas porque, por principios, llevar pantalones blancos te convierte en un hortera, un miserable y, generalmente, una mala persona. De todos modos una noche es una noche y los llevaré. Y me han dado un consejo - para no ser un completo y lamentable julai, llévate ropa interior blanca también para que no se te transparentes los gallumbos. Sabias palabras.



Hay muchas ganas de relax, piscina, playa y alcohol. De momento, a ver si desconectamos un poco y lo pasamos bien en buena compañía. Acostumbrados a ir nuestra bola, esto puede ser un soplo de aire fresco. O no, pero creemos que sí, son todos muy buena gente.

Formentera, here we go. Estamos más contentos que Paquirrín en la Mansión Playboy. ¡Vacaciones, vacaciones!

viernes, 13 de junio de 2014

Vacaciones 2014: playas, amigos y España profunda


Bien, estamos a una semana de las vacaciones. Dentro de exactamente siete días seremos libres de nuestras obligaciones durante un mes que esperamos que nos cunda mucho. Hemos trabajado más que nunca este año, incluso sin parar algunas semanas. Francamente, no creo que pudiese aguantar coger vacaciones en Agosto porque estoy con las pilas completamente fundidas. A la vez, estamos pensando en 2015. Más o menos sabemos lo que vamos a hacer pero una perversa idea nos cruza por la mente: no decir nada de nada para sorprenderos. Lo tenemos que pensar. Joder, quedan 14 meses y solo una semana para las vacaciones 2014. Todo a su tiempo.

Este año tenemos un poco de todo y muy distinto al año pasado, a saber:

1) vamos a ver a muchos amigos, en vez de irnos los dos al mismísimo carajo y no ver a casi nadie durante un mes. Tiene su punto por la novedad.

2) va a haber mucha playa, y de calidad.

3) vamos a ir a sitios que no nos planteábamos ir hace unos meses, pero desde que Belén tiene el carnet de conducir, poder coger un coche lo cambia todo.



Empezamos pasando Sant Joan en la tremenda, recomendable e insuperable isla de Formentera. Estuvimos hace ya unos años por allí y nos fascinó - la calidad de las playas, el buen rollo de la gente, lo paradisíaco y tranquilo de esa pequeña isla. Volamos hasta Ibiza y cogeremos un ferry a Formentera. Me mareo en los barcos, así que me irá bien una tortilla de Biodramina o algo así. Vamos un total, si no me equivoco, de nueve personas. Viajamos por primera vez con todos ellos, pero son gente de confianza. Seguro que habrá buen rollo si compramos el alcohol adecuado... Y esto está fuera de toda duda.



Tras un día por aquí lavando ropa y haciendo un poco el gamba nos iremos seis días a Croacia. Unos buenos amigos nuestros llevan años invitándonos y por fin vamos a ir. Pasaremos un día en Zadar, famosa por tener los atardeceres más increíbles del mundo, tres en Split y dos más en Dubrovnik, ciudad monumental como hay pocas en el mundo. Aparte, somos muy fans de Game of Thrones, la serie épica/fantástica, y el escenario principal de la serie es Dubrovnik. Buena comida, buena compañía... y descubrir la costa adriática. Planazo.



Belén estará por aquí - o no, porque igual se viene al final - durante cinco días en los que un servidor estará en el Rock Werchter, uno de los mayores o más prestigiosos festivales de música del mundo. El cartel es impresionante: Metallica - haciendo un setlist de grandes éxitos -, Pearl Jam, Arctic Monkeys, Kings of Leon (bueno, la vida nunca es perfecta), Pixies, Eels, Franz Ferdinand, Placebo, The Wombats, The Black Keys, Foster The People, Biffy Clyro, Haim, Midlake, Bastille, Stromae, Foals, MGMT, Interpol... Una pasada de festival. Es la cuarta vez que voy y seguro que no será la última. Me encanta el plan del Werchter - turismo por Bélgica por la mañana, rock del bueno por la noche. Imbatible.



Tan pronto como vuelva nos iremos hasta la casa de la playa de mis padres en Urbasur, Huelva, donde he veraneado desde que estaba en el vientre de mi madre. En vez de ir por el camino más corto, iremos con calma y ya llegaremos. Dormiremos en un hotel bodega de Álava, iremos a ver un encierro de los Sanfermines, que nos hace una ilusión bárbara, pasaremos por Castilla, bajaremos por Extremadura, veremos una obra clásica adapatado al siglo XXI en el Teatro Romano de Mérida, pasaremos por la Sierra de Huelva... y eventualmente llegaremos a Urbasur, donde la tranquilidad será total. Hay una especie de centro de gravedad por allí que te obliga a dormir siesta sí o sí. Es maravilloso. Hay que probarlo. Se duerme como en ningún sitio.

A grandes rasgos es lo que haremos. Iremos actualizando el blog, quizás no cada día - seguramente en Croacia y durante la ruta por España sí - pero daremos espectáculo. Seguro.