Hola a todos desde Dubrovnik, en el sur de Croacia. Sí, amigos, es Robert Prosinecki anunciando vino. Ese jugador con gran talento y reconocida fama de vividor - gracias al mítico anuncio del Prosikito - anunciando vino croata. Hay que ser crack. Llevamos varios días persiguiendo esta foto y por fin la hemos hecho, con el coche en marcha y en postura acrobática. Prosinecki es un ídolo, un ejemplo del talento malgastado.
Hoy hemos conducido - bueno, en plural mayestático, porque Belén es quien conduce y yo no me pongo al volante ni aunque me lo regalen - hasta Dubrovnik. Teníamos dos opciones: 1) tirar por una autopista muy bien hecha que, como ha dicho Belén en el blog anterior, se puede acelerar más que el Demonio de Tasmania con una sobredosis de Red Bull o 2) tirar por una carretera al lado del mar, con un límite de velocidad terriblemente reducido, pasando por todos los pueblos costeros del mundo y estando al lado del mar, pero de curva en curva - no hay ni un kilómetro recto. Obviamente hemos tirado por la carretera antigua, parando en muchos sitios. Tiene mucho más encanto. Vale, un tío casi nos atropella en contradirección, pero es parte del espectáculo.
Tras decir adiós a Mari y Ermal - perfectos anfitriones, tenemos que volver, no se puede ser más amable - cogimos carretera hasta Dubrovnik. La idea era ir por los pueblos y luego cambiar a la autopista pero al final hemos decidido tirar todo el camino por ahí. Más divertido, y tampoco teníamos prisa, que estamos de vacaciones, coño. No soporto a la gente que se acelera en vacaciones - se trata de todo lo contrario, digo yo. Nuestra primera parada fue la bonita ciudad de Omis, que es el típico sitio de turista, y luego paramos en Makarska, un sitio con un gran puerto deportivo y cosillas que ver. Grande Makarska.
Ni que decir tiene que con más de 1,000 islas, el paisaje es espectacular te pares donde te pares. Hemos hecho un vídeo casi al azar, porque todo el camino la conversación nuestra ha sido más o menos así.
- Belén: ¡Mira Javi, qué bonito!
- Javi: ¿Eh? ¡Boniiiitoooo!
- Belén: No estabas mirando, ¿no?
- Javi: Boniiitoooo.
(es broma, presto más atención de lo que imaginaríais)
Hemos comido en un lugar de carretera también al azar, ni TripAdvisor ni El Tenedor ni pollas. Este tiene buena pinta, pues aquí. A Belén le han puesto un plato de carne a la brasa descomunal por 8 EUR. Una barbaridad de carne. Yo he comido un pollo a la gorgonzola muy decente. El tipo era muy amable y la gente nos miraba raro mientras nos metíamos en el bar, como si no hubiesen visto un guiri en su vida. Coño, si es un bar al borde de la carretera, deben entrar tipos como nosotros a puñaos. En general todo el mundo es muy amable y los camareros son muy profesionales.
Había una cosa que no habíamos tenido en cuenta - para llegar a Dubrovnik hay que pasar por Bosnia y Herzegovina, bonito país que NO pertenece aún a la Unión Europa. Cachondo de mí, me he venido sin el pasaporte hasta Croacia porque no me ha hecho falta, pero no sabía si en estos 20 Km que pasaban por Bosnia me iban a parar o no. Nos vimos cuenta al alquilar el coche, que nos dieron una especie de carta verde. Personalmente la situación se ha ido agrandando en mi cerebro. ¿Qué pasa si no me dejan pasar? Si Belén tiene el pasaporte, ¿será suficiente para que pasemos los dos? ¿Y si pasa solo ella? ¿Podría llegar hasta el hotel, dejar las cosas, recogerme, meterme en el maletero y pasarme como si fuese un fardo? ¿Y si nos pillan? ¿Has estado alguna vez en una cárcel bosnia? ¿Tendría que dar la vuelta?
La realidad es que hemos llegado a la frontera con Bosnia, le hemos dado los dos DNIs, los ha mirado durante unos 10-12 segundos y nos ha dejado pasar. Tanta comida de olla para absolutamente nada. Javi, eres gilipollas. Primero, por dejarte el pasaporte y segundo, por hacerte estas pajas mentales.
Al final hemos llegado a Dubrovnik. Esta vez nos hemos estirado con el hotel - el Dubrovnik Palace, con unas vistas espectaculares. Impresionantes. Todo lo que pueda decir es poco, así que hemos colgado unas fotos, claro. El atardecer es distinto al de Zadar pero igualmente increíble...
Esta noche y mañana exploraremos Dubrovnik. De momento, ni rastro de Game of Thrones... pero ya averiguaremos qué pasa. ¡Hasta mañana!
pero que vistas mas guapas desde la room!!!!!!!! oye jabi si llegan a mandarte a la casita no te preocupes hombre... ya te mandabamos bokata de lima cual carpanta ;) vistas tambien ibas a tener jajajjaja un besoooooooo
ResponderEliminarPues sí, tendría vistas pero coño, aquello es como la isla del Conde de Montecristo. No hay nada como la libertad!
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