jueves, 31 de agosto de 2017

USA 2017, Día 3: Cher pone el espectáculo



¡Buenas noches desde la bonita villa de Washington! Por aquí anda Javi arreglando las maletas mientras una servidora se propone explicar a la afición el completo día de hoy, que nos ha dado para mucho, mucho.

Aunque el hotel está estupendo, aun asoma el jet lag la patita y eso ha hecho que me despierte mucho más temprano que Javi, ocasión que aprovecho para ir a cazar desayuno y dejar que él retoce un ratito más. No es plan de molestar de buena mañana, así que he salido y he vuelto con dos cafelitos, dos croissants excelentes rellenos de jamón y queso y un muffin de arándanos, que hay que empezar el día con fuerzas y nada mejor que un buen desayuno.









Nos hemos ido a la zona de museos que, como ciudad civilizada, están todos en la misma zona y no muy lejos del hotel, pero sí lo suficientemente lejos como para volver a pillar unas bicis y meternos de lleno en la locura de esta ciudad. Hemos llegado sanos y salvos y, el primer museo que hemos visitadoha sido el Smithsonian Air and Space Museum, que va de aviones y del espacio como el mismo nombre indica. Lo de Smithsonian lo tienen todos los museos delante y digo yo que será por algo, pero ahora, con todo el blog por delante y mucho que contar, os dejo con la mosca detrás de la oreja para que visitéis la wikipedia y os informéis. Aquí todos los museos son gratis, lo cual se agradece enormemente, pero dentro tienes actividades que no están incluídas en la visita que has de pagar. En nuestro caso, hemos llegado al museo y a Javi le han vendido una peli en 3-D de la carrera espacial de los americanos y no se lo ha pensado dos veces. Hemos comprado dos tickets por nueve dólares cada uno. Yo creo que a Javi en ese momento le venden un kimono a rayas y se lo compra, no veas lo receptivo que estaba el mozo, pero al final, la peli ha resultado ser un chusco gordo que nos podríamos haber ahorrado, pero bueno, hemos contribuído con 9 dolares cada uno a que esta gente siga paseando su cuerpo serrano por los cielos.














El museo es muy chulo, con muchas zonas interactivas y en una parte está la zona del espacio, con trozos de naves, cohetes, uniformes molones, transportadores espaciales y todo tipo de cachivaches, pero, aquí, tanto Javi como yo, pensamos que es menos probable la llegada del hombre a la luna que que Ana Obregón se case algún día con el Conde Lequio. A ver, que fuimos a la Nasa y ya no nos creíamos nada, que no hace falta que nos sigan vendiendo la burra, señores, pero bueno, al margen de eso, el museo es una chulada.









Luego hay otra parte con todo tipo de aviones, desde los que iban literalmente a pedales, hasta el Boing 747, pasando por el mítico Espíritu de Sant Luis. Un paseo muy amable por todo lo que tiene que ver con aviones, cohetes y demás, encima, el wifi del museo es gratis y es el mismo wifi en todos los museos... si es que están bien organizados los jodíos, bueno, menos en los semáforos, punto que comentaré próximamente.








Luego hemos realizado una visita fugaz al Museo de Ciencias Naturales, ya que visto uno de este tipo, vistos todos. Un montón de animalicos disecados en posturas extravagantes, pero eso si, gratis y con el mismo wifi, un gustazo oiga.



A las 13:00 aproximadamente, como ya teníamos más que digerido el magnífico croissant, teníamos más hambre que Paquirrín el segundo día de estar en Supervivientes y hoy, el momento estrella del día era ir al concierto de Cher, así que hemos vuelto al hotel, hemos cogido carretera y manta y nos hemos ido por la zona del concierto.

Lo del tráfico de esta ciudad es muy heavy, muchísimos coches, carreteras deficientemente señalizadas y, sobre todo, una red de semáforos menos sincronizados que un club de la tercera edad haciendo una clase de zumba... tanto si eres peatón, como biciclista, como vehículo de cualquier tipo, pringas con los semáforos, un horror de los grandes. Así y todo, Javi y yo hacemos un super equipo. Él es el mejor copiloto del mundo y yo conduzco de forma serena, así que, llegar, llegamos, que es de lo que se trata.




El concierto se hacía en The Theatre en el MGM Hotel, a unos 21 kilómetros de nuestro hotel. Un complejo hotelero de primera con un pedazo de casino espectacular, un auditorio, teatro, tiendas a cascoporro, un outlet de primeras marcas a solo cinco minutos en coche, restaurantes y todo lo que puedas imaginar, lo cual nos ha ido fenomenal para hacer tiempo hasta el concierto. Tres días, tres outlets. Esto parece 12 meses, 12 causas...






Y, por fin, ha llegado la hora de entrar. Estaba ansiosa, esto de ir a ver a Cher ha sido una mágica locura de Javi, que me tiene consentidas hasta la náusea y, cuando sacó los billetes para venir a la boda de Fara, miró que conciertos había en la zona y no se lo pensó dos veces, ya que yo soy muy fan de las divas y, Cher, sin duda alguna es una DIVA DIVONA.

Las entradas que compró Javi eran excepcionales, centrados, y en la zona como de palco, así, en frente, teníamos todo el show para nosotros. Lo de hoy no ha sido un concierto normal, ha sido un espectáculo en toda regla. Aquí la amiga Cherindoga ha hecho como 10 cambios de vestuario, un cuerpo de baile espectacular, cambios de decorados, acrobacias aéreas, pantallas con vídeos, lentejuelas a tutiplen... vaya, más que un concierto, parecía CHER EL MUSICAL, además, la superdiva, como sabe que todos venimos a verla a ella y sólo a ella, aprovecha para hablar al público en plan abuela cebolleta y contar anécdotas y chascarrillos varios, un show muy de Las Vegas.




Cher está increíble, conserva el tipazo, la clase, ese halo de magia de diva y la voz, ¡no veas cómo está para tener 71 años!, aunque muchos dirán que está más operada que una vesícula, pero como digo yo, aunque yo me dopara no podría subir el Tourmalet ni con un Vespino, pues esta señora lo mismo, está operada, pero la base que tiene es espectacular.






Lo único que me ha dejado fría es el público. Es cierto que la media de edad eran 60 años, pero nadie se levantaba de sus silas y bailaba, esa gente no tiene sangre en las venas. Yo sí que me he arrancado a bailar la coreografía que me inventé para la canción de Believe y, para mí si que ha sido un momento mágico. Es una actuación que no voy a olvidar en la vida, muy mágica y especial. Gracias Javi por todo y por tanto.

Mañana tenemos un largo día por delante, dirección North Carolina, y por fin veremos a Fara y Ana. ¡Va a ser un momentazo!

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