miércoles, 30 de agosto de 2017

USA 2017, Día 2: Redescubriendo Washington




Hola a todos desde Washington. La verdad es que era una asignatura pendiente para nosotros y hoy la hemos superado con nota. Cuando vinimos en 2009 nos decepcionó muchísimo. Es verdad que el esquema de calles es kafkiano y ser cartero en esta ciudad debe ser un trabajo de alto riesgo porque te puede estallar la cabeza, pero en general la ciudad está muy bien, hay mucho que ver, está limpia y se nota que hay más seguridad que nunca. Por ejemplo, antes te podías acercar a la valla de la Casa Blanca, pero ahora no.








Voy a empezar hablando del hotel, el Washington Plaza. Muchas cosas a favor: es un hotel clásico reformado al 100%, con un acceso a Internet más rápido que Usain Bolt corriendo hacia el baño con una diarrea extrema. Tiene una piscina outdoor, pero de momento no hemos tenido cojones de bañarnos. No sabemos cómo está el desayuno, porque esta vez no va incluído - son 17 dólares extra por persona - pero vaya, que el hotel funciona como un reloj. No me ha gustado que nos hayan cobrado 100 dólares extra por toda la puta cara, a saber: 70 del parking por tres noches, que yo creía que era gratis, y 30 por dos adapatores de corriente que seguramente lo encuentre por menos en la ciudad, pero estos me lo daban allí, ahora y funcionan bien. Está muy bien ubicado, al lado de dos iglesias protestantes y un barrio con mogollón de vida. Mola mucho.







Hoy hemos decidido dejar el coche en el parking por la mañana. Tras reorganizar la maleta - hemos comprado una maleta de puta madre por 80 dólares, que sustituye a una de las que tenemos - hemos tirado camino a la Casa Blanca. Hemos pasado por la Plaza McPherson, llamada así por un general americano del siglo XIX, James Birdseye McPherson. Fue el segundo militar de altísimo rango que murió en la Guerra de Secesión, así que imaginamos que habrá matado a docenas de personas, el muy cabrón. El karma ha sido bastante severo con este señor, porque le han puesto una estatua en una plaza, sí, pero está llena de palomas que se cagan en su puta cara cada día del año. En nada de tiempo hemos llegado a la parte de atrás de la Casa Blanca, que se ve mucho más cerca que de frente - un acceso mucho más restringido. Como siempre, había gente protestado detrás de la Casa Blanca. Es un clásico.
















Ya puestos, cumplimos con una tradición de nuestro blog, que es dejar ropa que ya no queremos por todas partes. En este caso intenté contactar con Donald Trump por Twitter para regalarle una camiseta preciosísima. He intentado llevársela, pero nada. Es mala gente, joder.







Fuimos a ver la parte de alante de la Casa Blanca y tiramos por el cesped dirección al Obelisco, que es un monumento dedicado a George Washington. Puedo decir que había cientos de mierdas de perros, en ciertos tramos he tenido que ir de puntillas, y encima había muchos charcos por la lluvia de ayer. Un asco, vaya. La zona del Obelisco estaba un poco mejor, pero no mucho mejor. Visto lo visto, y como teníamos que andar muchos kilómetros para verlo todo, Belén tuvo una idea genial: alquilar unas bicicletas. Hay un servicio público en la ciudad de Washington por la cual puedes alquilar una bici por dos dólares una hora, muy parecido al Bicing, pero con acceso a guiris de bajo pelaje como nosotros.















Ni que decir tiene que el día ha mejorado mucho - habían 24-25 grados y el día estaba perfecto para andar en bicicleta, y hay carriles bici por todas partes. Primero fuimos hasta el Capitolio, asignatura pendiente para Belén, que no lo vio la otra vez. A ver, es un edificio chulo pero tampoco es para arrodillarse delante por su belleza, vaya, ni mucho menos. Hay una piscina que refleja el edificio en los días buenos. Hoy no era un día suficientemente bueno, porque el reflejo era más bien regular. Luego nos fuimos al Monumento a Lincoln, pasando por la piscina gigante esa que sale en Forrest Gump: dejamos las bicis justo al lado - buscábamos la estación del bicing yanki y estaba delante de nuestras narices, a 10 centímetros, literalmente - y subimos para verlo, bien, es impresionante. Lo más impactante que nos ha pasado es que en plena ruta en bici aparecieron tres helicópteros volando casi rasantes, y en uno de ellos se leía AIR FORCE ONE. Era el helicóptero presidencial, que aterrizó en la propia Casa Blanca. Una pasada, aunque no tenemos fotos ni vídeos, todo pasó muy rápido y al menos yo no estuve muy fino, con la habilidad que me caracteriza: ninguna.
















También vimos bichos muy curiosos en el parque, como la ardilla que quería ser estrella de Broadway. 






Cogimos un Uber hasta el hotel que nos salió gratis y que compartimos con otro pasajero, un phulano joven que no dijo ni Pamplona. Ahora que lo pienso, si lo único que dijese fuese "Pamplona" sería como para descojonarnos de aquí hasta el domingo. Habíamos quedado a comer con Nuria, una gran amiga de Belén que trabaja de presentadora del tiempo en Aragón TV, y su novio Víctor en uno de los Shake Shacks de la ciudad - es una cadena de hamburguesas gourmet que recomendamos bastante. Por la tarde no teníamos muchas ganas de dar muchas vueltas, así que nos fuimos a un outlet en Clarksburg. Me he comprado tres pares de zapatos - dos Skechers supercómodos y unas Jordan para jugar al basket - por menos de 100 EUR. Es una locura. A la vuelta el Google Maps nos ha troleado a base de bien, metiéndonos 10 kilómetros por una carretera comarcal. Estamos en un hotel en el centro de la capital del estado más poderoso del mundo, NADIE SE CREE que ese sea el camino más fácil. Por ahorrarnos, no sé, 50 metros nos ha metido por un puto camino de cabras, el hijo de puta. Google Maps nos ayuda muchas veces... pero hoy no ha sido una de ellas. Qué cabrones.







Mañana es el concierto de Cher, así que tendremos más actividad por la noche que por el día. Seguramente destinemos la mañana a ver uno o dos museos. ¡Y en nada estaremos camino de North Carolina! Esperemos que el Huracán Harvey siga perdiendo fuerza y la boda sea lo más luminosa posible. No os vamos a engañar: tiene mala pinta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario