jueves, 3 de agosto de 2017

Día 3: ¿hay playas mejores que las de aquí?



Bien, nuestra estancia en Hvar ha llegado a su fin. Mañana cogeremos un barco a Split y de ahí un coche alquilado para ir por toda Croacia - para empezar, el parque nacional de Krka y la ciudad de Sibenik. Hemos cambiado nuestro recorrido y en lugar de dormir en Karlovac el día 5 lo haremos en un lugar llamado Sveti Martin na Muri. Todo tiene una explicación y se os dará cuando llegue el momento, pero digamos que es un plan que nos gusta más que dormir en Karlovac.





Va a ser difícil que olvidemos Hvar: su luz, sus playas, sus islas y lo bien que lo hemos pasado con Ermal y Mari. Tenemos que volver, porque cosas así hay que vivirlas. Hvar no es un sitio perfecto, pero tengo que decir que llevamos dos días y parece que hayamos estado dos semanas, del descanso mental que tenemos. Maravilloso. 




Hoy ha sido un día de playa de primer nivel, con un poco de todo. Hemos empezado yendo a desayunar en un sitio más barato y mejor que ayer - croissants y café, simple pero efectivo. Hemos tenido esta conversación previa, llena de profundidad y simbolismo.

Javi: Belén, toma la llave.
Belén: Vale, ya llevo yo.







Una vez que hemos encontrado a Ermal y Mari, hemos seguido el plan de otros días, a saber: como nos fiamos 100% de lo que digan, vamos donde ellos digan y ya está. En este caso nuestro destino era una playa llamado Dubovica y teníamos que ir en autobús para allá. Pensé que iba a ser un trayecto supercomplicado pero qué va, hemos tardado 10 minutos. Eso sí, el autbús nos ha soltado en una cuneta, literalmente. En el medio de ninguna parte. Había que bajar un kilómetros por un camino de piedras puntiagudas para llegar a la playa. En lo único que pensábamos es que estábamos sudando la gota gorda bajando este camino a las 8:45 de la mañana, pero que luego había que SUBIRLO a las 13:00 con toda la calor del mundo. El caso es que llegamos a la playa de Dubovica y era impresionante.



Impresionante de verdad. Una de las mejores playas que hemos visto nunca, con un agua perfecta y una corriente que llegaba de repente y refrescaba. Al principio no había nadie y el mundo ha sido perfecto durante unas dos horas. Joder, si hasta hay un chiringuito que ponen un café estupendo y un restaurante en el que hemos comido las mejores sepias que hemos comido, o vamos a comer, en nuestra vida. El marisco de Split es muy famoso y ahora entendemos por qué.








Obviamente una playa así, aunque esté donde Cristo perdió el mechero, termina llenándose de gente. Hordas de turistas y locales bajaban la colina con la sana intención de jodernos el plan. Así fue, porque la playa es de todos, así que a las 13:00 y después de comer nos fuimos de allí. Eso sí, antes de acabar de comer hicimos un reto de bebidas alcohólicas que hizo que a Javi, servidor de ustedes, se le pusiese la lengua azul. Qué barbaridad de licor.



El camino hacia arriba fue infernal, obviamente, con 35 grados y pisando sobre piedras sueltas, con una pendiente que ni el puerto más cabrón del Tour de Francia. Hemos llegado arriba y he pegado un trago de agua caliente que casi me descompone el cuerpo. He necesitado 10 minutos para recomponerme - Belén lo llevaba mucho mejor, más dignamente, todo hay que decirlo. A mitad de camino Belén me pregunto algo:

Belén: ¿Llevas tú la llave?
Javi: No, no, la llevas tú.
Belén: ¿Seguro? No me suena.
Javi: Lee el principio del blog, joder.
Belén: Ah, coño, es verdad. Ya está el tío listo.




Esta vez cogimos un taxi y luego un minibarco que se movía como un péndulo hasta llegar a una isla cercana a la de ayer, Jerolim, que no me acuerdo como se llamaba pero que era espantosa - toda llena de pijos, atiborrada de gente, con una música de mierda. Hemos salido casi huyendo de ahí a otro barco que rápidamente nos ha llevado de vuelta a Jerolim. Esta vez llevaba la crema solr adecuada, una que me protega más o menos del sol, no una que me joda la tarde y de paso la vida. Qué mal lo pasó ayer, su puta madre. Prácticamente nos han tenido que echar de allí en un barco taxi que parecía una patera, conducido por un viejo lobo del mar al que Mari le ha plantado cara cuando intentaba meter a todo Dios en un barcucho de mierda. Mari ha ganado la discusión por tres a cero.





Tras el atracón de pescado, hemos cenado algo sencillo en el apartamento, última oportunidad para hablar de todo un poco con Ermal y Mari, que la semana que viene se van a Ibiza. Amistades para toda la vida. Espero que les vaya muy bien por aquí y que podamos celebrarlo la próxima vez que nos veamos, espero que en Noviembre!

Lo dicho, mañana dormimos en Sibenik. Ya os contaremos qué tal.

PS: Nos han pasado un par de cosas graciosas en Jerolim. Bueno, una no tanto. Había unos portugueses fumados que llevaban cuatro días sin dormir y que eran muy divertidos de observar. Por otro lado, había unos niños gritando como si fuesen los Niños de San Ildefonso el día de la lotería, a todo pulmón, sin educación alguna. Vamos, que no todo es maravilloso y genial.



PSS: Somos muy fans de las restricciones que hay en Hvar y no hemos podido resistir hacer este vídeo.

PSSS: La mejor frase del día es de Belén en Dubovica: "si los restaurantes chinos reparten aquí, me quedo a vivir".

PSSSS: Podéis dejar vuestros comentarios al final de estas líneas. Muchas de las fotos de hoy son de Mari. Hvala! 

2 comentarios:

  1. Que paraisoooooo!!!! Lo mejor de todo que lo habéis disfrutado sin ordas de turistas y eso mola! Faltaba un cartelito plan la playa es mia y si os acercais os tiro piedras jjejeje.

    Javi declarate en huelga de alcohol por un dia al menos! Quieren emborracharteeeee a saber pa que!!!

    Oyeee y felicitar a mari por esas fotazas... La que más más me ha gustado es ese robado mirando la carta del restaurante, estais genial!

    Muxutxus a millones!! :* :*

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  2. Gracias, Rakel. Hoy en la Croacia continental hay una cantidad enorme de turistas. Es horroroso. Respecto al alcohol, hay que hacerlo. Camino a la perdición... :)

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