miércoles, 9 de agosto de 2017

Día 9: Paseando y disfrutando Helsinki



Hola a todos desde Helsinki. Geográficamente, es el lugar más al norte en el que hayamos estado jamás, lo cual no es más que un dato geográfico sin la menor importancia, pero de alguna manera tenía que empezar a escribir. Hemos empezado el día mucho más al sur, en Ljubljana, Eslovenia, concretamente en el salón de desayunos del Hotel Lev, que estaba siendo asaltado por hordas de catalanes sexagenarios. Aquello parecía el Camarote de los Hermanos Marx. No sabemos de dónde habían salido, solo que tenían mucha hambre e iban a todas partes con su plato en la mano, como con miedo de perder la vez. Prácticamente no había ningún hueco disponible en el salón de desayunos pero conseguimos solventar el problema. Estaba bien el desayuno del Hotel Lev, en general todo funcionó menos el recepcionista, que era un gilipollas integral.




Belén estuvo brillante haciendo un bocata para el avión, porque al final la buena y mísera gente de Finnair solo nos han dado un zumo malísimo. Corren malos tiempos para las aerolíneas presuntamente top, porque no podías comer ni pagando. Belén salió al rescate con un pequeño bocata de jamón esloveno que nos ha salvado la vida. Todo ha ido muy bien en el aeropuerto de Ljubljana, no como en Barcelona, en el que las noticias que nos llegan es que a ratos da verdadera vergüenza. Si vamos a tratar a la gente, turistas y locales, así, mal vamos. No fue el caso en Ljubljana. Una vez pasado el control, a Belén la dejaron salir otra vez a cambiar 200 kunas croatas que nos habían sobrado. Si hubiese tenido que hacer la cola dos veces en el Prat todavía estaríamos allí...



El avión estaba lleno de gente que iba a correr la maratón de Helsinki, que me imagino que será un día de estos, porque si no, no entiendo qué cojones harían yendo todos para allá. Aunque para sorpresa, la que nos encontramos en el aeropuerto de Helsinki - la selección islandesa de baloncesto. Esta vez no he querido molestar a nadie y hemos salido disparados nada más recoger las maletas con un Uber que consiguió Belén. Estos cabrones vendrán a correr la maratón pero mientras aún estaban en el aeropuerto, nosotros ya estábamos llegando al hotel. Nos ha sorprendido mucho el silencio total que hay en el aeropuerto de Helsinki, y también que hay ruido de pajaritos cantando en los servicios. A ver, si lo que quieren es ayudar, que pongan el audio de las Cataratas del Niágara y ya verán lo rápido que mea la gente.







Estamos alojados en el Hotel Katajanokka, una antigua prisión reconvertida a estos menesteres de albergar turistas. El hotel está de puta madre, el mejor hasta ahora, con una habitación amplia, comfortable, una cama muy alta y una ducha de lo mejor que hemos visto en general, no solo en este viaje. El hotel está estratégicamente situado al lado de la estación de ferries de mañana, al que yo denomino el Día Mundial de la Biodramina. Serán tres horas y pico surcando el Mar Báltico y ahí veremos si me sigo mareando en los barcos o no - la verdad, creo que tengo las de perder. No hemos podido evitar hacer un par de vídeos dentro del hotel, haciendo la tipica gracia. A ver, si no la hago hoy, no la haré nunca.











Hemos dado un largo paseo por Helsinki, empezando por un mercadillo muy curioso en el que había frutas que nunca habíamos visto, pero también artesanía local y las típicas mamonadas que hay en todos los mercadillos, vaya. Es algo inherente al ser humano - un mercadillo es una mierda si no tiene souvenirs, bolsos y cosas así. 





Hemos ido a la Catedral de Helsinki, que estaba cerrada pero impone mucho, aunque no me gusta que los autobuses puedan aparcar en la mismísima puerta. Hemos ido a una tienda de deportes llamada XXL. Me gustaba una sudadera y me dijeron que no la tenían en mi talla, XXL. Les pregunté que si no les parecía una ironía, una mierda y un engañabobos que no haya talla XXL en una tienda que se llama así, pero se rieron, así que rápidamente elegí en mi mente los 20 peores insultos que se me ocurrieron en español y los solté todos juntos con una amable sonrisa.





Llegamos a la Plaza de la Estación de Trenes - no se muy bien cómo se llama, pero lo he mirado: Helsingin päärautatieasema, coño, como para acordarse... Justo al lado está el Teatro Nacional de Finlandia, o Suomen Kansallisteatteri - parece mentira que no lo sepáis, cojones. Frente a él hay una estatua de Aleksis Kivi, un jambo que escribió la primera novela en finlandés que mereció la pena, Siete Hermanos. Os recomiendo que la leáis y si alguien lo hace, que por favor me cuente c´mo acaba. Justo a unos metros estaba en Ateneum, que en finlandés se dice Ateneum. Había una exposición de Alvar Aalto, el famoso arquitecto finlandés al que mi amigo Pedro, que en paz descanse, admiraba tantísimo. Total, que estuvimos hueveando un rato por ahí. Hasta vimos a dos policías pasarse tres pueblos con un chaval negro, hasta el punto de hacerle abrir su mochila - no llevaba nada delictivo - y retenerlo un buen rato. Todo muy desagradable. Ah sí, había dos docenas de personas cenando suspendidos en el aire por una grúa a las cinco de la tarde. No sé qué es peor, si la gilipollez de comer sabiendo que te puedes matar, o de cenar tan jodidamente temprano. Mala gente, seguro, en cualquier caso.






Hemos cenado prontito y luego daremos una vuelta nocturna por Helsinki, aprovechando que aquí anochece casi a las 10 de la noche. En general, Helsinki es una ciudad muy amable, con muchos artistas callejeros, muy llena de vida y mucha gente en la calle. Claro, el hecho de que hubiese sol y 23 grados en el día de hoy ayuda. Habrá que ver quién es el guapo que toca el trombón un 4 de Enero a 17 grados bajo cero mientras cae un aguanieve helada. No te jode.

Próxima parada, si me queda estómago después del viaje en ferry, Tallinn, la capital de Estonia. Una de las ciudades que más ganas tengo de conocer - en este viaje, sin duda la que más.




PS: No he visto más cervezas distintas en un supermercado. En los súper no venden licor de alta graduación. Tampoco hemos visto ni KFC ni Friday's. Están locos estos finlandeses... 

2 comentarios:

  1. Yo tampoco soy de dar el coñazo, pero te hubieras quedado con el si le hubieras dicho al Tronchosson que hemos fichado que Welcome to the ACB Champion y tal.

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  2. Yo te digo cómo acaba Siete Hermanos: resulta que al final zZZzZZzZzzzZ

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