Día 7: Fútbol australiano y el Opera House bajo la lluvia

Hola a todos. Sigue nuestra aventura en Sydney, en donde hoy hemos hecho una cosa muy típica - ir al Opera House, al que pensamos ir casi todos los días -, otra muy tradicional - ir a un partido de fútbol australiano - y otra que se suele hacer si eres turista - visitar Chinatown. El día se presentaba bastante oscuro y, de hecho, se puso a llover poco después de salir del hotel, camino a nuestro parque favorito, los Royal Botanic Gardens de Sydney, que cumple 200 años desde su inauguración allá por, obviamente, 1816. No paró de llover en la siguiente hora pero eso no nos frenó en absoluto. Mientras todos los guiris iban a cubierto en un trenecito de mierda o se resguardaban en ridículas marquesinas, ahí estábamos nosotros y nuestros chubasqueros, disfrutando de un paseo sin prisa y sin miedo a la lluvia. Cuanta menos gente, mejor.

Y así hemos llegado a un paseo al lado del Océano Índico que lleva al Opera House. Hemos intentado hacernos otra vez nuestra foto favorita 10 años después y más o menos lo hemos conseguido, aunque haremos más intentos probablemente... mañana. Creemos que estamos mejor que hace 10 años - en el casi de Belén, rotundamente sí y en el mío, bueno, hay división de opiniones: yo creo que no. Ni que decir tiene que el Opera House es mucho mejor de día que de noche. Luce en todo su esplendor y diría que aún mejor bajo la lluvia. Por la noche le hacen mapping y no luce igual, parece una carpa de circo más que lo que realmente es - uno de los edificios más emblemáticos del Siglo XX. Hemos hecho unas muy buenas fotos en el Opera House aprovechando que nadie quería subir por la lluvia. Ellos se lo pierden, por mamones.







De ahí nos hemos ido al fútbol australiano, a un partido entre los Sydney Swans y Port Adelaide. ¡Nos ha gustado mucho! El fútbol australiano se juega en un campo grandísimo, en equipos de 18 y el contacto físico es tremendo. Pasan cosas prácticamente en cada segundo, es a´gil, dinámico y lo tienen muy bien montado. Hay muchas familias que van juntas al estadio - el Sydney Cricket Ground en este caso - y se nota el buen ambiente: la gente va a comer, a beber cerveza y a ver a su equipo. Los Swans han ganado por 100-33 y la animación ha sido muy buena - han puesto Sweet Carolina al final del primer cuarto, han salido niños a jugar en el descanso, han sorteado mil dólares... Aparte, es que se dan unas hostias tremendas, pero luego no pasa nada, se dan la mano y hasta la siguiente. El fútbol australiano se ha convertido en nuestro tercer deporte de equipo favorito, solo por detrás del baloncesto y el teto, claro. Además, los australianos son unos cachondos. No os perdáis el siguiente vídeo para comprobarlo. Qué cracks.

Nos hemos dado un buen paseo hasta el hotel con una parada técnica en un bar. Lo dicho, basta que digas "póngame dos pintas de su mejor cerveza local" para que te traten como si hubieses nacido allí. Chinatown nos ha decepcionado un poco, en parte porque hemos comido en un sitio que nos han dado una hostia considerable - 120 dólares, unos 90 EUR. Hemos comido muy bien, sí, pero pollo satay, cerdo agridulce, calamares rebozados y arroz, todo 90 pavos, pues es un poco pasarse. Tiene gracia porque fuimos al mismo restaurante hace 10 años y hemos entrado por casualidad. Ya tiene cojones la cosa.

Algunos apuntes rápidos sobre Sydney y Australia:

1.- Los pasos de peatones permanecen abiertos cinco segundos. Solo Usain Bolt los puede cruzar a tiempo y está en Río de Janeiro ahora mismo, así que nadie.

2.- No nos sorprende la multiculturalidad de Sydney porque ya la vimos. Todo el mundo está mestizado, es alucinante. Ves las mezclas más raras de razas que te puedas imaginar, y es genial. Un pueblo diverso es un pueblo rico culturalmente. No es el caso de la cajera del supermercado de hoy, que al decirle que su nombre, Yolanda, es un nombre español, nos ha dicho medio enfadada que no, que es polaco. Ya, claro, marichocho. Y mi prima Mari Carmen es de Bydgoszcz, no te jode. Cretina, cachocarne.

3.- Efectivamente, el agua gira en el sentido contrario que en España, lo que pasa es que el retrete que tenemos en el hotel no es de giro lento como el de Kuala Lumpur, pero ya haremos un vídeo cuando se presente la oportunidad. Con un trozo de papel del WC, claro, ¿qué os creéis que somos?

4.- El transporte público de Sydney es una mierda. No sé qué ha pasado pero es imposible llegar a las zonas más turísticas de la ciudad y si lo consigues es esperando no menos de 7-8 minutos cada vez. Lo bueno que tiene es que los domingos te puedes subir en todo - ferries, tren, tranvía, metro - por solo 2.50 dólares tarifa plana. Eso sí que mola.

y 5.- No estamos viendo españoles, muy pocos. Hoy hemos visto a un madrileño que vive aquí e iba al partido. El año pasado no paramos de encontrarnos españoles en Japón y este año, nada de nada en Kuala Lumpur ni en Australia. Y casi mejor así, porque desconectas del todo.

Mañana es día de mercadillos y más sorpresas. Permanezcan atentos a este blog...

PD: Nadie comenta nada desde hace cuatro entradas. ¿Hola? ¿Hay alguien ahí?