sábado, 13 de agosto de 2016

Día 14: Dejando Melbourne en todo lo alto



Bien, es nuestro último día en Melbourne - mañana volamos a Perth poco antes de las 13:00. Hay que decir que Perth está al otro lado de Australia, el vuelo son más de cuatro horas y la diferencia con España será un poco menor, 6 horas. Dicho de otra manera, estamos empezando a volver y la aventura se va acabando poco a poco, lo cual no significa que lo vivamos con menos intensidad. Hoy mismo era un día del que no esperábamos gran cosas pero que ha sido muy divertido, con dos actividades bastante animadas - una visita al mercado que se ha extendido muchísimo y un partido de fútbol australiano muy, muy especial.




Nos hemos ido al mercado Queen Victoria Market pero no muy temprano - dormimos sus buenas 9 horas y estuvimos viendo un rato los Juegos Olímpicos. En la última prueba individual de la carrera olímpica de Michael Phelps, tres tíos han quedado empatados en segundo lugar. No sé cuál es la probabilidad de que eso pase, pero me parece que es la misma que ver a Coto Matamoros protagonizando un anuncio de Pantene. Bueno, un poco mejor, porque esto segundo es que directamente no va a pasar. La verdad, habíamos estado en el mismo espacio el miércoles por la noche, aquel fabuloso mercado nocturno con un poco de todo. Esto era otra movida, algo radicalmente distinta. Es la ganga pura y dura, el me-lo-quitan-de-las-manos más absoluto.













Es un poco como el mercado de Paddy's en Sydney, mucha oferta pero poco realmente bueno. Un consejo que debéis seguir en estos mercados es no comprar al principio del mismo, sino más bien en el medio, donde están los puestos menos mediáticos. Hoy mismo hemos encontrado dos artículos por los que hemos pagado 53 dólares australianos, pero más adelante hemos visto dos muy parecidos por 10 dólares en total. Ni corta ni perezosa, Belén ha vuelto para intentar recuperar el dinero, cosa casi imposible en un mercadillo aquí en España. Para mi absoluta sorpresa, Belén no solo ha descambiado los artículos, encima ha vuelto con 56 dólares en vez de 53. Cómo lo ha hecho, no lo sé, pero esto la convierta en la reina absoluta de los mercadillos del mundo mundial. Cuenta la leyenda que una mujer fue a descambiar un artículo en un puesto cochambroso y le vendió al tipo su misma mierda, pero más cara. Total, que compramos algunos cosillas, miramos muchísimo - hay artículos verdaderamente ridículos - y en general pasamos un buen rato.












Cuando nos aburrimos nos fuimos a la parte del mercado de fruta y verdura. La verdad, a mí personalmente me ha decepcionado un poco porque esperaba encontrar todo tipo de frutas raras importadas de Asia. Aquí prima el producto australiano e intentan vender tantas frutas y verduras locales como sea humanamente posible. Mi impresión es que importar cosas debe ser jodidamente caro así que si no es un producto muy exclusivo, es difícil que salga de Australia... y si no sale del país, más vale que se lo coman los locales porque si no, mal negocio, oigan. En un arrebato de morro absoluto, Belén se ha autonominado para un Reto de Comidas Australianas. Esto no funciona así - normalmente uno encuentra algo que sea potencialmente una putada y se lo da a probar al otro. Elegir un producto y decir, ah, Reto de Comidas, no es correcto. De todos modos como el farol le ha salido regular... lo hemos dado por bueno.









Obviamente, minutos antes del cerrar el mercado llega el momento de los ofertones, la mesa aquella de un dólar. También le dimos una vuelta a la carne, que aquí es buenísimo y comparativamente con el resto de cosas que hay por aquí, mucho más barato. Hemos ido a comer a un japonés en el que por 24 EUR en total nos han sacado media cocina. No sé si se han equivocado o si son unos exagerados, pero ha sido así. Teníamos al lado a un tipo que comía como un auténtico animal, en cantidad y calidad. Nos hemos tenido que cambiar de mesa, los dos estábamos de acuerdo: Belén no soportaba el ruido que hacía al comer y yo tenía miedo de que nos devorase en el mismo milisegundo que se quedase sin comida, puto cabrón seboso tragaldabas.







Por la tarde hemos ido al fútbol australiano, y ha sido una experiencia muy especial. Altug nos dio un par de entradas gratis y resulta que ha sido el primer partido de la historia del fútbol australiano - y probablemente en la historia del deporte mundial - en celebrar la diversidad sexual. Lo han llamado The Pride Game y había banderas multicolores por todas partes - en las líneas del campo, en los números de los jugadores de St Kilda, en las banderas de los árbitros de gol. Había merchandising específico para este partido también con la bandera arcoiris, hubo una actuación de los actores de un musical, Kinky Boots, antes del partido... y lo mejor, ni un solo reproche de nadie. Si hay un país en el que la raza y condición sexual de la gente no importe un pito es Australia, y les admiro por ello. Belén siempre dice que mientras sea legal y las partes interesadas estén de acuerdo, la relación sexual es perfectamente válida sea como sea. Y es así, no pasa nada por ser hombre y que te gusten los hombres, o ser mujer y vestirte de hombre, o ser mujer y que te pongan las mujeres. Allá cada cual con su vida, ¿no?







Nos ha encantado el Etihad Stadium, un estadio del Siglo XXI de verdad, con techo retráctil - hoy estaba tapado, lo cual molaba mucho - y wifi gratis en todo el estadio. Para qué gastar tus datos si puedes gastar los nuestros, decía la publicidad. Obviamente, hace falta una inversión de puta madre para suministrar wifi gratis a tantísima gente, pero eso hace que el Etihad sea aún más especial, sobre todo si vienes del extranjero y no tienes datos si no es por los que te suministren generosamente aquí y allá. Bueno, y los que pagues, como en el hotel, que hace falta ser hijo de puta para no darle wifi gratis a gente que viene desde 17,000 Km, vaya. He grabado la primera jugada del partido. No me ha quedado muy bien porque el gol no se ve, pero es para que os hagáis una idea de lo rápido que puede ser un gol. Han ganado los Sydney Swans, oficialmente ya mi equipo, por 76-146. El partido estuvo igualado hasta el descanso pero los hemos machacado en la segunda parte. Había la hostia de gente animando a Sydney, y es que el equipo empezó aquí con el nombre de South Melbourne Football Club y se fue a Sydney en 1982. Quedan muchos viejos aficionados de los Swans en Melbourne, lo cual es un poco raro, pero tiene su gracia.




Día de tránsito mañana. ¡Nos vemos en Perth! ¡Gracias por los recuerdos, Melbourne!

4 comentarios:

  1. Tengo que ir de mercadillo con Belén. Soy muy FAN!

    ResponderEliminar
  2. (Belén) Cuando quieras! Me gustan más los mercadillos que un tonto un lapiz...

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. (Belén) Cuando quieras! Me gustan más los mercadillos que un tonto un lapiz...

    ResponderEliminar