¡Hola a todos desde Melbourne! Ha sido un día muy largo, obviamente, como todo el que involucra un tránsito entre dos grandes ciudades cargando con dos maletas que pesan poco menos de 23 kilos - una de ellas medio coja, por cierto. Nos hemos levantado a las 06:30 y rápidamente nos hemos puesto en marcha. Realmente, ir de donde estábamos al aeropuerto no es tan difícil, lo podría hacer un mono con las instrucciones correctas y una tarjeta de metro con suficiente crédito. Hemos llegado a trompicones al aeropuerto, principalmente por la maleta coja, y desayunados, porque Belén venía preparada. La terminal doméstica de Sydney mola bastante, la verdad, nos ha sorprendido. Hay docenas de opciones para comer y beber, muchísima actividad y todo está bien menos los baños, que son bastante pequeños. Si quieres tener la sensación de ser un gigante cagando en un baño público, este es tu aeropuerto, amigo.
Hemos tenido la mala suerte de que nos tocase un equipo de hockey sobre hielo sub-14 en el avión, que se comportaban como si fuesen sub-4. Vaya panda de niños gritones, joder. Aparte, la chica que nos ha tocado al lado en el vuelo de Virgin Australia se ha tirado un cuesco a mitad del viaje que ha hecho saltar las alarmas químicas. Por lo demás, todo bien - compañía recomendable estos de Virgin. Hemos utilizado el SkyBus - 18 pavos cada uno, unos 12 EUR, su puta madre - y comprado una tarjeta de transporte recargable, que es el estándar en Australia. Nos hemos plantado en el hotel con gran facilidad y una vez en recepción, la conversación con el tipo de detrás del mostrador ha sido kafkiana. Tras presentar los papeles, la tarjeta de crédito y el pasaporte - que, por cierto, NO nos lo han pedido para subir en el avión: podría haber sido Kunta Kinte y pasar igualmente - le hemos pedido un par de mapas.
- Aquí tiene, un mapa de la zona y de la ciudad.
+ De puta madre, caballero, ole su coño moreno australiano. ¿Dónde está el hotel en estos mapas?
- Aquí, en esta mierda de recuadro.
+ ¿Tiene usted un boli, tío sieso?
- Sí, aquí está.
+ Pero marca el hotel en los mapas, tontopolla, ya te vale.
- Ah, sí, joder. Por cierto, ustedes no tienen wifi gratis. A ver quién es ahora el tontopolla.
Es cierto - esta se me había pasado. Hemos tenido problemas con el wifi todo el puto viaje. El ordenador no se conectaba en Kuala Lumpur, la conexión en Sydney era una mierda y ahora esto. Al menos hemos pagado por algo que funciona decentemente, aunque sean 50 dólares australianos por conectar cuatro cacharros. La habitación es un miniapartamento con un poco de todo, así que hemos hecho un vídeo para que la veáis.
Una vez ubicados, salimos a comer a un mexicano y a comprar en un supermercado bestial. Buenísimo - con música decente, absolutamente de todo e incidiendo en que comprar productos australianos es cojonudo y mucho mejor. La idea es cenar en el apartamento aprovechando que tenemos cocina - más bueno, más barato y así podemos estar en la calle más tiempo. A ver, hoy no ha sido el caso porque estábamos bastante cansados pero sí lo será en los próximos días. Hemos comprado dos botellas de vino... que no han llegado a medianoche, claro. Estamos de vacaciones, ¿qué esperábais?
Nuestro primer contacto con Melbourne ha sido breve pero intenso. Hemos bajado en la calle principal, Flinders Street, y subido hasta el mercado Queen Victoria, que hoy estaba cerrado pero, a cambio, abre un mercado nocturno estilo Europa Central pero con su propia personalidad. Muchas tiendas de comida gourmet - hemos hecho un par de cervezas y comprado una degustación de quesos buenísimos - y de ropa artesanal. El estilo es como los festivales hipsters de Barcelona pero con el espíritu de los mercados navideños de Alemania, Austria o Suiza. Vendían desde ropa curiosa - kimonos por 20 dólares - a brújulas o catalejos pasando por demás manualidades y mamonadas. Es el mejor mercado nocturno que he visto en mi vida. Hasta había un grupo de folk tocando que no lo hacía nada mal. No quiero despedir este párrafo del mercado sin hablar de un puesto español, todos españoles, en Queen Victoria. Hacían comida española de verdad y con muy buena pinta.
Hemos entrado en la Biblioteca Pública y antes hemos hecho de dos vídeos, a saber: uno explicando la extraña situación de las monedas en este bendito país y otro un poco de coña sobre la cultura gratuita en las bibliotecas de Australia. La verdad es que Melbourne tiene un aire más cultural - gente más joven, todos en la calle, muchos cafés, bares, restaurantes... Está mucho más europeizada, de alguna manera, siempre con el toque australiano de mestizaje máximo y buen rollo.
Antes de despedirme, deciros que el primer Reto de Comidas está por llegar: está preparado y llegará muy pronto con un producto muy autóctono. Mañana iremos al Royal Botanic Gardens y para ser sinceros, no sé qué cojones haremos después, pero no pensamos llevar ninguna prisa...
Hola Javi y Belén . Que sepáis que sigo puntualmente el blog durante mis humildes vacaciones en Matalascañas. Me he animado a hacer algún comentario aunque llevo mal esto de escribir desde el móvil.
ResponderEliminarOs felicito por el blog. He seguido vuestros últimos viajes por aquí y la verdad es que es encomiable vuestra labor de contar al detalle todo lo que hacéis por ahí.
Javi, aún estoy digiriendo la jodida final de Supercopa de ayer. Su p... madre, esta gente no se entera de que en los minutos de descuento hay que practicar el antifútbol joder. Qué pensaría por dentro Caparrós, que estaba comentando el partido para antena3.
Un saludo para ambos y que sigáis disfrutando del viaje. A ver si nos vemos pronto, Javi!!
Hola Migue! Empezando por lo del Sevilla, hay una anécdota que contaba Luis Aragonés, que decía que la final de Copa de Europa que él jugó con el Atlético la perdió él. Que con 1-0 en el minuto 90 se tendría que haber ido a Beckenbauer y darle un beso en la boca, y se habría montado un cirio tan grande que se acabaría el partido 1-0.
EliminarGracias por tu seguimiento! Muy en el fondo, lo escribimos para que nos quede un recuerdo y no nos olvidemos de nada, pero si la gente lo disfruta, mejor que mejor.
Esperamos verte pronto!
Que si se disfruta!!!! Y es útil!!! Tengo una amiga en Japón ahora mismo, y la obligué a visitar el blog antes de irse!!! Hubo cosas que prefirió que le sorprendieran, pero otras le vinieron muy bien. Ah, y vió el reto de bebidas... Y comprobó el punto loco que tenéis los dos.... 😉😉😉 un besazo!!!!!
EliminarZuri, nosotros estamos contentísimos de que este blog sea útil. La idea es hacer algo para: 1) que nuestros amigos y familiares estén informados y ya que estamos, 2) que sea medianamente instructivo, como una ventana al mundo desde dentro de los sitios, que 3) sea divertido y haga reir, o lo intente para que con todo 4) nos quede un recuerdo del viaje. Los primeros que leemos el blog somos nosotros... una vez que ha pasado el tiempo.
EliminarY entonces descubres que Javi tiene mucha gracia, el cabrón.
Vaya entrada chula en Melbourne! Os felicitamos por ese humor que destilais por doquier. Seguimos atentos la aventura.
ResponderEliminarGracias Rafael! Hay que tener buen humor siempre, especialmente en vacaciones! Seguiremos publicando una entrada por día si el tiempo lo permite...
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