Día 2: primera toma de contacto

Hola otra vez. Como os podéis imaginar, está siendo un día muy largo. Muy, muy largo - hemos dormido 4 horas desde las 7 de la mañana del domingo, y aquí son las 10 de la noche del lunes. Voy a arrancarme a hablar de Kuala Lumpur con una impresión general - está igual o peor que cuando vinimos en 2011. Más suciedad, más caos circulatorio, más gente regateando esto y lo otro... Belén dice que Kuala Lumpur intentó ser una gran ciudad pero que se quedó en el camino. Bueno, yo pienso que siguen construyendo y por ahí van bien, pero que en otras cosas van mucho peor.

Dejé el blog anterior con Belén y yo pisando por primera vez el Hotel Maya, tremendo edificio de 22 plantas. Solía tener un bar donde se veían unas vistas cojonudas de las Torres Petronas, pero han construído una mierda de edificio delante y ahora solo se ve parcialmente. A la llegada, alrededor de la una de la tarde, tuve una conversación con la chica de recepción que fue más o menos así.

- Buenas tardes, tenemos una reserva para tres noches, estos son los papeles que así lo acreditan.

+ Oiga, como la habitación no está pagada le voy a hacer un upgrade.

- Su inglés es terrible, señorita. ¿Dónde aprendió a hablarlo, en un pueblo perdido de Nicaragua?

+ Yo ahola cobralte más dinero, pol goldo hijoputa. El upgrade glatis pa tu puta madre. Te la voy a metel doblá.

- Me da igual, porque además de gordo soy turista y no tengo ni puta idea de lo que me estás cobrando.

+ ¡¡¡PAGA MÁS, CABLONAZO!!!

- Oh, un upgrade de habitación. Gracias, gracias. Por cierto, me he enterado de todo y me cago en tus putas muelas.

El caso es que nos han dado un pedazo de habitación de cojones, más grande que nuestro piso, y al final he pagado unos 27 EUR más por noche. Hemos hecho un pequeño vídeo el cual intentaré subir porque esta es de las habitaciones que hay que enseñar para quedar bien. El paquete inclute un masaje diario de 45 minutos que nos ha venido mejor que bien. Belén dice que es el mejor masaje que le han dado en la vida y está tramitando los papeles de adopción para que la chica que se lo ha dado venga a España a partir de Septiembre. Antes fuimos al centro comercial que hay justo debajo de las Torres Petronas a comer. El Google Maps decía que se tardaban 10 minutos en recorrer 800 metros y me descojoné cuando lo vi.

Pero no, Google Maps tenía razón. En esta ciudad, al menos en el centro, el peatón es la quinta mierda. Los semáforos tardan minutos y minutos en ponerse verde y mientras tanto los pobres peatones sufren el sol y la humedad mientras todo Dios se descojona de ellos. El centro comercial, llamada Suria, está peor que hace 5 años pero sigue siendo puntero. El papel que te dan a la entrada con el mapa y tal es el mismo que en 2011. Hemos ido a comer a un sitio de comida local llamado Madame Kwan. Lo de Kwan es un diminutivo de Kwanto crees que vas a pagar por esta mierda de comida, guiri de mierda. Muy mala calidad, no muy buen servicio y eso sí, barato. Por cierto... vuelve el.reto de bebidas. Asiáticas esta vez...

Por la noche hemos ido a Petaling Street, a saber, uno de las calles más turísticas de Asia, con un mercadillo bastante activo. Los dependientes solo necesitan que mires medio milisegundo a su mercancía para que intenten venderte la tienda al completo, mujer e hijos incluídos. Hemos comido en la calle, con el riesgo estomacal que lleva consigo. A Belén le llamó la atención un sitio de brochetas y compró un arroz en el puesto de al lado que estaba bastante bueno. Hemos cenado por 8 EUR por cabeza y mucho mejor que en el Kwan ese. Belén ha comprado unas cuantas cosas pero yo no soy público de estas movidas. A mí me van los outlets y en Sydney hay unos cuantos.

Hemos rematado la noche en el SkyBar de nuestro hotel. Hay té y café gratis de 9 a 11 de la noche y hemos llegado a las 9:10. Perfecto. Hemos pasado de la oferta y nos hemos pegado un copazo, que es lo que se merece la ocasión.

Intentaremos dormir lo mejor posible - mañana toca Tour de Force por la ciudad, incluída la subida a las Torres Petronas. ¡Esto no ha hecho más que empezar!