Hoy es un buen día. Hemos dormido nueve horas, desayunado como príncipes y ahora empiezo este blog a medio día con bastantes energías. Mis pies parecen putos globos, mis piernas sobreviven por el duro trabajo que he hecho las tres semanas antes de venir pero mentalmente estamos con ganas de vivir a tope estos dos días en NYC para luego echar el resto en Las Vegas. Ahí fuera hay una especie de festival dominicano que hace un ruido furioso. Seguro que van todos borrachos. Uno siempre reconoce a sus iguales.
Es una pena irse de New York cuando ya le hemos cogido el truco al metro. La mejor compra que hemos hecho es una tarjeta semanal de metro. Podemos subir en todos los metros y buses de NYC sin hacer colas para comprar entradas. La peor compra, por supuesta, fueron unos M&Ms en la tienda oficial de la marca. Pagados por encima de precio de jamón de bellota y con sabor a coco. O eso decía el papel. Realmente saben a alcantarilla taiwanesa.
Hoy hemos estado en el famoso Sylvia's en Harlem. Desayuno de dos huevos fritos, una pieza de pollo al estilo sureño, patatas fritas, café, postre y un cocktail que nos hemos pedido para hacer tiempo. El sitio es especial porque cantan gospel los domingos, pero empezaba a las 12.30, irse antes era cagarla. Hemos llegado los primeros y había una cola de 45-50 minutos cuando nos hemos ido.
Harlem ha mejorado mucho como barrio en los últimos cinco años, no hay necesidad de tener prejuicios ni ahora ni nunca pero sí que es cierto que han prosperado y me alegro. Hemos pasado - de potra - por el teatro Apollo, donde hay una especie de homenaje permanente a Michael Jackson en murales y en el suelo. Ibamos camino de una tienda que se llama House of Hoop y que está muy bien, aunque la he encontrado un poco cara. Quería comprarme una camiseta específica de allí, pero no la tenían. Mucho mercadillo ambulante, mucha tienda de zapatos y maniquíes en las tiendas con la silueta de Queen Latifah. Ya está bien de modelos superdelgadas cuando la gente de verdad no es así. Recomiendo dar una vuelta por Harlem. Es la auténtica New York y nada peligrosa un domingo por la mañana, con la gente saliendo de misa con sus mejores ropas.
Para ser sincero, amigos, en este momento no tengo ni puñetera idea de lo que vamos a hacer luego. Hemos quedado con Íñigo, un amigo de Barcelona, a las 6. Lo que pasa en las próximas tres horas es un misterio. Belén quiere ir a Chinatown, así que es posible que acabemos allí porque a mí también me parece bien. Lo único que he pedido en todo el viaje en plan ahora y por cojones es llegar a Las Vegas e irnos a los outlets a comprar ropa. De todos modos hasta ahora los dos queremos hacer más o menos las mismas cosas.
(varias horas después)
Belén ha estado en la fiesta dominicana - su día nacional - y me ha llevado para allá. Le han regalado unas pocas de cosas y hemos hecho este vídeo que espero que os guste. Mi teoría de que a los españoles nos gusta todo lo gratis se refuerza.
Al final hemos empezado la tarde en Chinatown: mucho agobio, situaciones curiosas y cosas variopintas. Desde un montón de asiáticos con edad media de 70 años jugando a las cartas y cantando sin - aparente - ritmo alguno hasta tiendas en las que vendían sapos vivos. Sí, amigos, compre su rana favorita y papéesela por el módico precio de 3.59$, IVA aparte. Ya sé que resulta repugnante e increíble y por eso hemos hecho una foto. Belén, claro, porque yo he salido pitando al ver semejante cosa.
Hemos seguido andando por Little Italy hasta el Soho, tomando cervezas en un bar con buena música - Stone Roses, Foo Fighters, Editors... - hasta quedar con Íñigo, un amigo que viene un mes al año por aquí y Ana, una amiga suya. Hemos cenado fantásticamente - y no por muchísima pasta - en un sitio que ha ganado el premio al mejor filete de New York los últimos 24-25 años. El camarero era de Podgorica, Montenegro, pero yo creo que nos estaba vacilando. El sitio se llama Peter Luger y está en Brooklyn. Absolutamente recomendadísimo. Después hemos ido a un bar que estaba tocando un grupo en una sala anexa separados por una cortina. Me ha dado por poner Pretty Persuasion de REM en el jukebox - esta semana se reedita el Reckoning en versión 20 aniversario - y ha sonado tres veces más alto que el grupo, que yo creo que hasta se han parado hasta que el barman ha bajado la música.
Nos queda un día en New York antes de irnos a Vegas. Nos está gustando muchísimo y volveremos. Concretamente el día 22, porque tenemos el vuelo de vuelta. No, en serio, siempre que vengamos a USA iremos a esta ciudad. Mañana toca subir al Rockefeller Center y visitar el Radio City Music Hall y los estudios de la NBC. Todo junto, 45 dólares. Un pelotazzo, con dos zetas.
Javi
PD: Dani Jarque RIP.
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