Ayer no hubo entrada de blog porque la actividad fue bastante cortita. Teníamos dos horas y 15 minutos de camino, así que hicimos tres etapas de 45 minutos. Tras la primera había un mirador donde se veía una gran vista del lago Wakatipu, el más largo del país y tercero en extensión de Nueva Zelanda, tras los de Otago y Te Anau. La propia carretera te avisa con carteles de las oportunidades de buenas fotos aquí y allá, lo cual está muy bien. La segunda parada fue en un sitio llamado Mossburn, en un antiguo centro comunitario reconvertido a cafetería y regentado por dos viejas desagradables que por poco nos tiran el café a la cara. Es la excepción que confirma la regla, porque la gente aquí es divertida, amable y bastante dispuesta a hablar con los turistas, todos menos estas dos viejas de mierda con cara de que alguien se haya cagado en su taza de café matutina.
De ahí llegamos a Te Anau con tiempo de hacer check-in en el Explorer Motel antes de ir a nuestra única actividad del día. Ha sido un acierto quedarnos aquí, la habitación es espaciosa, el personal es superamable y en general estamos muy cómodos. El único punto del orden del día era visitar las Glowworm Caves de Te Anau. De los gusanos luminiscentes ya os hablamos hace tres o cuatro días. Esta es una visita mucho más completa. Tienes que ir en barco y pasar por un fiordo, lo cual le da bastante caché a la excursión. Para entrar a la cueva hay que agacharse muchísimo, pero muchísimo, seguro que hay gente que entra gateando. Hay muchos más gusanos en Waitomo, pero aquí ves también más cosas y está el extra del barco. Recomendación: ir a las dos, si se puede.
Tras pasar el resto del día descansando, nos hemos levantado con ganas de ir a Milford Sound. No llovía en Te Anau pese a las previsiones, así que dejamos los chubasqueros en el motel. Enorme error, como veréis, porque hemos estado literalmente dentro de una tormenta. Belén había previsto un artilugio para anclar su móvil en un soporte dentro del autobús y ver el último episodio de la segunda temporada de Shetland, la serie que estamos viendo. La carretera estaba llena de curvas. No ha ayudado que el conductor del autobús no callase ni debajo de agua y que cada milisegundo que no hablaba, teníamos un español al que llamaremos Basilio contándonos su vida y milagros sin pedir nada a cambio. Trayecto: tres horas. Segundos de silencio: 25 en total.
Siete minutos he durado, más o menos. Me han entrado mareos, nauseas y un sudor frío que no paraba. Con gran acierto, Belén me ha recomendado tomarme dos biodraminas pero en general he pasado unos 40-45 minutos que pensaba que vomitaba seguro. No ha sido así, y ya estaba rehecho cuando llegamos a Milford Sound. Por el camino paramos para ver algunos fiordos, cuando empezó a llover. Antes de subirme al barco cogí todas las biodraminas que llevaba y me hice una tortilla con ellas. Nah, solo me tomé una más. Empezó a llover torrencialmente cuando nos subimos al barco.
Aparte de aguantar las historias para no dormir de Basilio, que luego se fue sin despedirse al final del día tras contarnos todo tipo de movidas personales, la experiencia ha sido genial. Los fiordos son increíbles, grandes cascadas de agua que caen desde las montañas, muchas de ellas formadas ese mismo día. Claro, Belén ha salido mucho más a la cubierta del barco que yo, que me mareo muchísimo. Incluso ha conocido al capitán y se ha sentado con él, vaya crack. Hice un par de excursiones cortas a la cubierta, con una lluvia impresionante y un viento huracanado. Había momentos en el que necesitabas 10 segundos ahí fuera para ponerte como una sopa.
Las fotos no le hacen justicia al sitio ni al frío que hemos pasado... pero igualmente vamos a subir muchas instantánea. Nos hemos ganado una buena cena en un sitio llamado The Fat Duck, recomendado por la recepcionista Annie. Luego iremos a un pub muy grande, The Ranch, regentado por un tipo alto, guapo, barbudo, carismático y con pinta de hacerlo todo mejor que yo. Mañana habrá road trip al Lago Tekapo, así que haremos blog pasado mañana. Las opciones de ver la Aurora Austral se han difuminado, aunque estas cosas son muy cambiantes. ¡Nos vemos allí!
PS: He hecho un vídeo para que apreciéis que el agua gira en el sentido contrario aquí abajo. No ha sido fácil, pero lo he hecho.
PS2: Si ven a Basilio, huyan.
Muchas naturaleza y paisajes, no? Qué chulo todo a pesar de la lluvia. Lo de las botas no puede ser casualidad, jajaja !!! Y lo del agua que traga en sentido contrario por el sumidero lo había leído, pero ya con el vídeo no hay lugar a dudas 😃😃😃
ResponderEliminarMenos mal que se me ocurrió lo del jabón, porque si no, no había manera de verlo. :)
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