martes, 20 de agosto de 2024

Día 18: Chirstchurcheando: bye bye New Zealand!


Hola a todos desde Christchurch. Es nuestra última noche en Nueva Zelanda y aunque nunca se puede decir si volveremos o no, al menos soy optimista. Me gustaría volver... aunque nos hacemos mayores y a saber qué pasará. Estamos haciendo las maletas a conciencia por primera vez en por lo menos dos semanas. Vamos armados hasta los dientes, con 30 kilos de equipaje facturado en cada avión de aquí hasta Barcelona. Eso sí, la comida no la podemos entrar en Australia y nos va a sobrar mogollón. No sé, si queréis un kiwi, o dos, o seis, solo tenéis que pasaros por la habitación 313. Estáis convidaos.







Hemos salido temprano de la habitación camino de los Botanic Gardens, que todo el mundo coincide que es el verdadero punto fuerte de Christchurch. La recepcionista nos dijo que estaban a cinco minutos andando pero en realidad son 15 o así. Hemos llegado a un parque enorme que consistía en una gran explanada con un lago repleto de patos, algo así como 16 campos de rugby, uno de golf y cero encanto. Una auténtica mierda, vaya. Pero no, amigos, estábamos cagándola levemente. 





Nos íbamos a volver bastante decepcionados cuando me dio por mirar el Google Maps mientras Belén juraba en arameo y soltaba 12 tacos por cada 10 palabras, y menos mal que lo hicimos. Resulta que los Botanic Gardens están rodeados por otros dos parques al norte y al sur con todos los campos de deportes imaginables. 







Una vez que dimos con la clave, flipamos con lo increíblemente bonito que son los Botanic Gardens. Desde un invernadero lleno de plantas primitivas pasando por varios lagos y sobre todo, un trozo de jungla recreado dentro del parque que parece que estés en un manglar, pero sin bichos peligrosos. ¿Es el mejor que hemos visto? Pues ahí arriba con los mejores, eso sí. Seguramente. 










Casi que me voy a ahorrar el resto del día: fuimos a un outlet que no estaba mal, a otro que era risible de lo ridículo que era, fuimos a ver si devolvíamos el coche o no (nos han asegurado que habrá un shuttle a las 4 de la mañana para llevarnos al aeropuerto) y hemos visto la derruida catedral de Christchurch, destrozada por el terremoto de 2010. En un rato volveremos al casino, ayer ganamos 80 EUR más. Es tentar a la suerte, pero nos quedan 150 dólares neozelandeses en cash, que es lo que jugamos ayer para obtener 287.5. Estamos en racha.








Quizás lo más chulo e inesperado que hemos hecho hoy ha sido ir a la tienda de Harley Davidson de Christchurch, la única con licencia oficial de la marca en toda Nueva Zelanda. Es una pasada, se aprovechan de su exclusividad para montar un pedazo de tienda con todo tipo de merchandising que va mucho más allá de camisetas, chupas y accesorios para la moto. Coño, hemos visto hasta un set para hacer margaritas con las copas de Harley. Eso sí, a la hora de pedirles una recomendación para ir a comer nos han mandado a un sitio de mierda, completamente indecente, un café pijo con magdalenas. Hijos de puta, qué mala vida llevan para ser tan rockeros.




Voy a intentar explicar el enigma más grande que hay en las principales ciudades de Nueva Zelanda: el aparcamiento. En la calle se puede aparcar libremente en cualquier plaza libre de 6 de la tarde a 8 de la mañana. A partir de ahí empieza el lío. Hay tres tipos de plazas: las libres sin indicaciones, las que tienen una P y un número (120, por ejemplo) y las que tienen un P$ y un número. en las primeras aparcas y ya, en las segundas aparcar es gratis pero tienes que mover el coche cuando pase el número de minutos indicado. En la tercera pasa lo mismo, pero pagando. Además hay parkings por todas partes y hay que bajarse una app para tener mejores ofertas a varias horas, toda la noche o varios días. Es para morirse.

Mañana nos vamos a Melbourne, donde estaremos tres días. Por eso tenemos que tirar toda la comida, en serio, ¿nadie quiere un kiwi?

PS: Conducir por el lado izquierdo de la carretera es mucho mejor, más seguridad en todos los cruces, más lógico. El hecho de que naciera zurdo y me hicieran diestro no cambia las putas cosas. Belén piensa lo mismo y es diestra. 

PS2: Os sorprendería la capacidad innata que tiene Belén para meter abrigos imposibles en bolsas diminutas y cerrar maletas en las que sobresalen las cosas 20 centímetros por cada lado. Es increíble.

PS3: En Nueva Zelanda todo está chapado de 17:00 y 19:00. No hay nada abierto, solo algunos restaurantes de comida rápida y ya. ¿Qué hace la gente a partir de las 17:00? Ir del trabajo a casa, casi todos, pero ¿y el resto? Es muy extraño.


PS4: Aquí hay un canal 24 horas de Los Vigilantes de la Playa. Baywatch Channel. Imagino que David Hasselhoff debe ser un ídolo nacional aquí. En vez de Baywatch yo lo llamo MasturBayTion.

PS5: Gracias a todos por seguirnos. Lo mejor de Nueva Zelanda son sus vistas y la naturaleza increíble de la Isla Sur. Lo peor, la poca vida que hay aquí en general, están todos apalancados, no hay suficientes bares musicales o música alta en ningún sitio. Tienen que desmelenarse, que potencialmente Nueva Zelanda es la hostia. Lo dicho, a mí me gustaría volver, sobre todo por ver Milford Sound en un día soleado. El tiempo lo dirá. 

Next stop: Melbourne!

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