Día 10: Hobbits y gusanos

Hola a todos desde Queenstown. Ayer hicimos una especie de maratón por toda la Isla Norte de Nueva Zelanda y no fuimos capaces de escribir el blog, así que hoy haremos dos entradas. Lo de ayer fue alucinante, la verdad. Supuso coger el coche más allá de lo que estamos acostumbrados, pero vaya si mereció la pena.

La primera parada era en Hobbiton, teníamos cita a las 11:40 para una visita por el set de rodaje de El Señor de los Anillos y el Hobbit (más lo segundo que lo primero) y queríamos llegar con tiempo para mirar la tienda de regalos, la cual imaginábamos completa, extensa y alucinante. Resultó que la tienda de regalos era bastante cutre con cosas que no merecían la pena pero eso sí, hay una cafetería a la entrada que sirven un café verdaderamente cojonudo.

A las 11:40 nos esperaba Jordan, nuestro guía, al que llamé Keith y James varias veces durante el día. El tipo me debía odiar por las mierdas de chistes que hacía confundiendo Harry Potter con El Señor de Los Anillos a propósito. Llegamos a una pradera y solté, ah, coño, aquí es donde jugaban al quidditch ese de Harry Potter. El tipo me miró con cara de asesinarme, fue divertido estar tan cerca de la muerte.



Qué puedo decir de Hobbiton. Tanto si eres fan de El Señor de los Anillos como si las pelis te importan más bien poco, que es mi caso, el sitio merece mucho la pena, especialmente las casas de los Hobbits, recreadas por fuera (y algunas por dentro) hasta el más mínimo detalle. Aprendimos cosas divertidas del rodaje. Peter Jackson se quedó sin pasta para hacer la carretera en la montaña de los Hobbits y pidió ayuda al gobierno. Solo contestó el ejército, y a cambio les dio un papel en la película... como orcos. En un momento dado los tipos estaban dando unas hostias tan tremendas que les llamaron la atención en plan "hey, que al final tenéis que perder". Hay también cinco árboles que trajeron de no sé dónde y que pusieron frutas que no eran las suyas. Salen cero segundos en las películas, seis segundos en la versión extendida y los árboles se han secado.

El almuerzo estuvo bien, la verdad, era un buffet libre con de todo. Nos tocó en una mesa con tres australianos y un neozelandés y pasamos un rato estupendo. ¿Qué comimos? Ragú de ternera, pasta, pollo, pescado rebozado... dudo mucho que los hobbits comiesen estas cosas, la verdad. Rata ahumada debía ser la especialidad de la tribu.


Cogimos carretera y manta con cierta prisa para llegar a las Waitomo Caves, a casi dos horas de distancia. Belén está siendo valiente e indestructible conduciendo por el lado contrario de la carretera. No, no es que se haya vuelto loca y esté buscando la hostia fácil, es que aquí conducen por la izquierda de la calzada, por la gloria de mi madre, te viá matá en Agosto. Belén es una gran conductora y merece un monumento por sus esfuerzos: conducir y aguantar mis gilipolleces, todo en uno. Es la mejor.

Llegamos a tiempo y la experiencia fue genial. No hay fotos porque no dejan hacerlas. Los glowworms son unos gusanos que emiten una luz azul fosforescente para atraer a sus víctimas. Vimos una gruta no muy diferente a las Cuevas del Drac de Mallorca o a la Gruta de las Maravillas de Aracena pero luego llegó el espectáculo. Apagaron todo, nos metieron en una barca en silencio y pudimos contemplar miles de luces azules en el techo.

El problema llegó porque somos cargantes profesionales, claro, y en una situación así hay que liarla. A mí me dio por pensar que si a la Maripuri que llevaba el barco le daba un parraque, a ver cómo mierda salíamos de allí. Belén pensaba en el tren de la bruja y que si alguien le daba un golpe a alguien, del susto se tirarían tres personas al agua. Nos dio la risa. No lo pudimos evitar. Nos controlamos, pero nos reímos y forzamos a que la guía explicase no sé qué mierda para sacarnos del apuro. Bien hecho. Hemos hecho un vídeo para explicarlo.



Hoy escribo dos entradas, así que dejo la noche del domingo para la siguiente con un protagonista de excepción: el Richal.

Javi

PS: Estanos durmiendo como zollos. Belén más que yo, pero qué maravilla, en cualquier caso.

PS2: La calidad de los kiwis aquí es excepcional. Claro, Zespri es de aquí y ultracongela lo que manda desde aquí. Lo de aquí es fresco y no, aún no hemos visto el kiwi rojo, pero hemos probado el tamarillo, que viene a ser lo mismo más o menos...