martes, 14 de junio de 2011

Día 11: Gran Palacio y tuk tuk suicida



Hola otra vez desde Bangkok. Lo primero de todo, sé que debería haber añadido algo sobre el show de ayer, pero Belén lo ha explicado con pelos - nunca mejor dicho! - y señales, así que poco más puedo añadir del show chuminero de ayer. Fue algo muy decadente, la verdad. Lo verdaderamente decadente, y tengo testigos, no es que estas cosas vayan contra los más básicos derechos humano y hayamos contribuído a ello por pura curiosidad. Lo jodido y decadente es que hay gente que escribe con el coño con mucha mejor letra que yo con la mano derecha.





Ha sido un día muy completo en Bangkok. El desayuno del hotel es sencillamente increíble. Hay 12 tipos de pan, bollos, platos orientales, cafés, un cocinero que te hace lo que quieras de carne, cereales, zumos un tío haciendo tortillas, un personal superatento... y otra todo, un buen hombre al que tú le dabas un trozo de pan de molde y el tío metía la rebanada EN UN HORNO DE LEÑA para hacer la tostada. Acojonante. Me he acordado de un amigo viajero que se pirra por los buenos desayunos de hotel - Lebua at State Tower en Bangkok, Remmy. Hemos empezado cogiendo un barco hacia el Grand Palace, atracción máxima de la ciudad. Iba de biodramina hasta las trancas y he aguantado el envite, aunque obviamente Belén ha disfrutado más del evento en el barco que surcaba ese río marrón que debe estar lleno de peces radioactivos. Un ratito después estábamos en la zona que queríamos y ha sido muy barato, oigan. Dos billetes, el equivalente a 45 céntimos de Euro.








Nada más llegar y cuando teníamos que andar unos 15 minutos para llegar al Palacio el día ha pasado de repente y sin el más mínimo aviso de muy agradable y fresquito a totalmente infernal, caluroso y cabrón. Hemos sudado la gota gorda hasta llegar al Palacio pero ha valido cada segundo de sufrimiento, sudor y malestar general. El Gran Palacio es lo más bonito que hemos visto hasta ahora, una extensión inmensa y terriblemente recargada de cosas impresionantes que ver. Este vídeo no le hace justicia ni mucho menos, pero al menos os hacéis una mínima idea. De obligada visita.






El cansancio ha podido conmigo y casi al final del trayecto me han dado los siete yuyus. Me he tenido que sentar y tumbar, y solo un refresco extraño de sabor aún más raro me ha salvado de una peor. No sé a qué cojones sabía, pero estaba bueno y sobre todo, muy frío. Hemos visitado Un buda acostado gigantesco en un lugar llamado Wat Pho. Era más de lo mismo que el Gran Palacio - pequeños templos y pagodas, budas y demás. Demasiada parafernalia para mí en tan poco tiempo, con un calor de mil pares de cojones y medio KO por las circunstancias. Aún así le doy a la visita - un sitio está al lado del otro - un 10.








Hemos vuelto en tuk-tuk hasta el hotel. Todo lo que pueda decir es poco. Hemos cogido uno con una rueda medio pinchada pero aún así ha burreado a media ciudad con adelantamientos imposibles que habría firmado el mismísimo Juan Pablo Montoya en un día inspirado. Por fuera, por dentro... por el medio de los coches! Hasta nos hemos llegado a acojonar, aunque yo he disfrutado bastante. Hasta le he dejado propina al colega por el espectáculo que ha dado. Vean, vean.







Por la tarde hemos separado nuestros caminos. Belén ha ido a hacerse un masaje tailandés, pero ya os lo contará ella después - sí, amigos, hay anexo. Un servidor tenía que volver al sastre para una primera prueba y he comprobado que embajadores, pilotos y hasta espías americanos se hacen los trajes allí. Le he preguntado al jefe que cómo cojones sabían que eran espías, que qué mierda de espía le dice a un sastre indio cuál es su profesión. Me ha contestado que la gente larga mucho en estos sitios porque total, qué más da, ellos son discretos. He pasado por otro centro comercial de superlujo. Me preocupa el hecho de que en Taiwan, Malasia y Tailandia - tres países no conocidos mundialmente por su poderío económico - haya centros comerciales de superlujo que no hay en España. Aquí hay algo que no cuadra - o los asiáticos viven muy por encima de sus posibilidades o en Europa hay una relación calidad-precio malísima, porque una habitación así no cuesta 120 EUR ni, con perdón, en Moldavia.





Hemos cenado en un sitio que lo ponían bien en Tripadvisor pero no ha sido para tanto. Teníamos al lado unos franceses que hacían más ruido con la boca que una manada de ñus a los que les han pisado los cojones. Aparte la comida estaba bien, pero no al nivel que esperábamos. Mañana hacemos checkout del hotel para dormir cerca del aeropuerto. Nos iremos a Bali a las 6 de la mañana del día 16. Desconozco cómo será la conexión a Internet del nuevo hotel, lo único que sé es que no habrá un hotel mejor, un desayuno mejor y una conexión más potente que el del Lebua. Recomendadísimo.





(anexo by Belén)






Tarde de reina asiatica TOTAL!. No me quería ir de Tailandia sin probar en mis carnes un auténtico masaje tailandés. Me habían dicho de todo, que era muy fuerte, que es mejor el masaje de aceite, pero reconozco que soy FAN del masaje tailandés. Efectivamente es fuerte, brusco y, literalmente, mi amiga masajista me ha pisoteado, me ha clavado los codos, me ha estirado y retorcido las extremidades, pero he salido del masaje NUEVA!!!, vaya, porque no tengo fondo, que si no era para correr una maratón.



Hay que decir que no es un masaje apto para cuerpos flojos, ya que te pùedes dejar un brazo en un estiramiento, pero a mi me ha dejado el cuerpo genial. Me han hecho 90 minutos de masaje por la friolera de 400 baths (menos de 10 euros).



Como la tarde era mi momento, como guinda del masaje me he ido a hacer la pedicura + manicura en el local de al lado y, como me ha atentido una becaria a la que aún le faltan horas de vuelo y yo he demostrado tener mucha paciencia NO ME HAN COBRADO!!! yuhuuuuuuuuuuuuuuu!! me encantan las cosas gratis y más cuando vienen por sorpresa. Es decir, me he pasado toda la tarde mimándome y me he gastado menos de 10€... oleeeeeeeeeeeee!!



Ahora toca descansar para mañana irnos prontito al mercado flotante y seguir explorando esta sorprendente ciudad.



LISTA DE COSAS QUE ME SORPRENDEN DE BANGKOK:



*La amabilidad de la gente. Sales del ascensor y hay 3 chochis esperando para darte la bienvenida al piso de abajo (cierto!)

*Lo pequeños que son los escalones de las escaleras (tamaño pie asiático)

*Lo gordas que son las cucarachas (XXL)

*Lo que tiran los aires acondicionados en estos sitios (en la calle no se puede ni respirar y dentro hace frio)

*La cantidad de presunto pervertido que se ven por las calles (dan mucha cosa)

*Lo dificil que es decir gracias en Thai (se pronuncia: COM CUM KAA para las chicas y COM KUM KRAM para los chicos)

*La cantidad de sabores que estoy probando y no tenía almacenados en mi cerebro. Me gusta lo que como, pero no sé a qué sabe ¿?¿?¿?¿

*Lo presentes que está la monarquía (fotos de los reyes por todas partes!)

*Y, con lo geniales que son los TUK-TUK ¿porqué no los han exportado????




Y con esto y un bizcocho... BONA NIT A TOTHOM!!!

2 comentarios:

  1. Buenísimo el vídeo del tuk-tuk: empieza flojillo pero se va animando.
    Hombre, los tuk-tuks están en bastantes países...lo que pasa es que van cambiando de nombre: en la India son los míticos rickshaws...
    Qué grande que es la comida Thai...

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