domingo, 14 de agosto de 2022

Día 15: De menos a más en Koh Samui



Hola a todos. Hoy hemos conseguido remontar una situación adversa en Koh Samui. No había dormido gran cosa en parte por culpa de la tele escacharrada. Nos la encontramos desenchufada y con el cable de antena desconectado, y a las dos de la mañana entendí el porqué: aún estando apagada, la tele emite una luz azul que ni el sable láser de Luke Skywalker. Procedí a quitar todos los cables, no los arranqué de milagro.







El desayuno va de 08:00 a 10:30 y teníamos la recogida en el hotel para la excursión alrededor de la isla a las 08:00. Pedimos unas bolsas de picnic a cambio del desayuno y nos dieron verdadera mierda: un sandwich de atún malísimo, un croissant seco y no sé qué pollas más. Lo peor es que antes de las 08:00 ya había clientes desayunando, ¿por qué son tan hijos de puta con nosotros, hombre? El coche que tenía que recogernos se llevó a otras dos personas por error, las cuales no sabemos qué habrá sido de ellos. Cuando Belén se dio cuenta, fue a protestar airadamente y la trataron fatal. Belén tenía razón, como veréis. 






Llegó un segundo coche que nos llevó a un sitio lleno de gente donde nadie tenía ni puta idea de cuál era nuestra excursión. Un tailandés vacilón llegó a decirnos: "mira, sentaros allí que hay mucha gente esperando". Una polla nos vamos a sentar, desgraciao, dónde está tu jefe, no sabes con quién cojones estás hablando. Vale, no soy nadie, pero dónde está ese cabrón, que paso de quedarme aquí Y HASE MUCHA CALÓ, JOÉ. Dimos con el tipo que mandaba, el cual solucionó la situación en un tiempo bastante razonable, pero si no llegamos a ser mínimamente proactivos nos quedamos allí.










Nos recogió una bestia 4x4 con capacidad para 12 pasajeros y fuimos recogiendo gente hasta llenar la parte de atrás. El conductor, Boy, iba a toda hostia para recuperar el tiempo perdido. La jefa de expedición, Fifa, nos explicó las múltiples paradas del recorrido. Os juro que se llamaban así, Boy y Fifa, esta vez no estoy de cachondeo. La primera parada fue un Happy Buda gigante rodeado de agua y un estanque lleno de peces. Por 10 Bahts nos daban un cuenco de comida para los peces y claro, lo tiramos todo rapidísimamente. Cientos de carpas saltaron con más hambre que Tim Robbins cuando se escapó de la cárcel de Cadena Perpetua. El cabrón se tuvo que pegar un desayuno legendario, estoy seguro.




Después fuimos a ver un templo con un buda altísimo y algunas vistas. A estas alturas estoy saturado de ver tantos budas y no aprecio las diferencias, los detalles ni las cosas buenas. Casi que lo más reseñable es que una señora inglesa le pidió a Belén que se tapase y cuando llego arriba había 40 personas en pantalones cortos. Nos reímos bastante de la tía, que quería quedar de guay y se comió un mojón seco.






Subimos una montaña con el 4x4 con un terreno muy abrupto, viendo grandes vistas a un lado y al otro. Boy era el mejor conductor de todos y hasta nos vaciló saliendo con el coche en marcha para hablar con nosotros y volver a coger el volante. Eso sí, en un momento dado le pasó un quad a 180 kilómetros por hora en subida, en el que iban un conductor loco y tres muchachas locales.

- ¡Calviiiichiiiii!

+ ¡Hey, es Lee E. Fittipaldi! ¿Vuelves a conducir o qué? ¡Te veo bien acompañado!

- Hijo mío, yo qué sé. Soy un producto de tu mente enferma. ¡Gracias por imaginarme así y no recogiendo mierda de elefante, so cabrón!








Oh sorpresa, arriba del todo había un templo de Buda con vistas, eso sí, de toda la isla. Iniciamos el camino de vuelta parando en un lugar llamado Magic Garden, un terreno lleno de edificios y estatuas que ha hecho una misma persona, digo yo que con un talento increíble y toneladas de tiempo libre. Comimos pollo con verduras, sandía y verduras fritas en un sitio peculiar, una sala de conciertos de los años 90 en el medio de la montaña con unas vistas brutales.







Resumo, porque todo lo demás fue a peor. Nos llevaron a ver cómo un tipo abría cocos a hostias, pero hacía un calor completamente insoportable y nuestra atención no pasa de los dos minutos. Se supone que nos teníamos que bañar en una laguna con una cascada, pero el agua estaba verde y llena de turistas, hasta los topes. Un auténtico asco, una puta pocilga. Hicimos tiempo viendo las instalaciones, que incluían tres elefantes encadenados y maltratados. El otro día nos quedó claro que el turista puede hacer la diferencia, optando por ver a los elefantes en su hábitat natural en vez de verlos prisioneros y obligados a hacer el gilipollas. La decisión es nuestra.







Hicimos tres paradas más: vimos una estatua de un tipo cabreado que seguro que significa algo en la mitología asiática pero yo no tenía ni puta idea de quién era, me creía que era Buda con un cabreo de tres pares de cojones. Pero no, no puede ser. Luego nos pararon a ver La Playa del Abuelo, llamada así porque hay una roca que tiene forma de polla. Festival del humor. Al parecer también estaba por allí La Playa de la Abuela, pero después de ver lo ridículo de la situación, me volví al 4x4. Finalmente, paramos en un 7-Eleven donde Belén me hizo un Reto de Bebidas con los compis de excursión. Momentazo.





Aunque para momentazo, el ratito que pasamos en la piscina al volver al hotel con 2x1 en cocktails y un atardecer precioso. En el hotel hacen unos Mai Tais de muerte. Al parecer, en nuestro hotel cada día sacan a un búfalo a la playa para que la gente se haga fotos con él. Tenemos división de opiniones sobre si es un animal maltratado. A mí, si me ponen una argolla en la nariz y la atan a un poste no me sentaría nada bien, la verdad. Por si acaso, no se os ocurra ser tan hijos de puta conmigo. Cenamos en la habitación gracias a Grab, la app de moda en Tailandia.



Y mañana nos vamos a Koh Tao, donde pasaremos dos noches en una villa privada. Hemos invertido bastante en esto y espero que el tiempo nos respete. Ya os diremos qué tal nos va...

1 comentario:

  1. Espero que el acceso a la isla de mañana no esté... koh tao. Sí, ya sé que este chiste es una koh samui tonta.

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