jueves, 26 de julio de 2018

Día 9: Dejando Seúl en todo lo alto



Hola aún desde Seúl. Nos vamos mañana a Taipei y aunque tengo muchas ganas de volver a mi antigua casa, debo decir que no me importaría quedarme en Seúl unos cuantos días más. El tiempo ha sido terrorífico, no hemos bajado de 27 grados en ningún momento, día o noche, pero Seúl tiene tradición, modernidad, diversión, más ofertas de ocio que ninguna ciudad que recuerde, buenos bares, buena gente, seguridad callejera... es, quizás, el paquete completo. Todo lo que busco en una ciudad está en Seúl, así que volveremos seguro. Nos ha encantado y recomiendo venir a toda aquella gente de mente abierta que no se sorprenda fácilmente, porque aquí lo hará. Pasan cosas cada minuto, cosas inesperadas y generalmente descacharrantes.



Hemos tardado en ponernos en marcha pero al final lo hemos hecho a las 12 o así. Sin desayunar, sin previo aviso, completamente a caraperro, Belén me ha planteado un reto de bebidas. Es lo más asqueroso que he probado en ningún reto de bebidas anterior, y lo más fuerte desde el imbatible Black Balzams letón.







Claro, he tenido que parar a desayunar porque el pelotazo matutino sin ayunas no es precisamente mi especialidad. ¿Sabéis esos tíos que se piden un sol y so,bra antes de ir a trabajar a las siete de la mañana? ¿Esos tíos que se piden un whiskey en una cantina tras atravesar un desierto entero a caballo? Bien, yo no soy uno de esos tíos. Tengo otras virtudes, pero esa precisamente no. La idea inicial era ir al barrio de Bukchon Hanok, lleno de casas tradicionales de hace 600 años. Guarda cierto paralelismo con el Barrio de Santa Cruz en Sevilla - todo tradicional, intocable y con vecinos viviendo que se quejan de los ruidos. Intentando atajar para llegar a ese barrio hemos encontrado una especie de barrio hipster con cafés megamonos de precios abusivos, tiendas chachis de ropa y todo ese tipo que cosa. Al barrio lo hemos llamado Hipsteria.












Ha sido realmente chungo llegar primero al Bukchon Hanok y luego al Palacio del día, el de Changgyeonggung, con 5G, como la tecnología. Llegar fue toda una odisea - en el mapa lo marcaban cerca pero tuvimos que dar un rodeo y atravesar un túnel que parecía hecho expresamente para violadores hasta llegar a una rotonda en la que podíamos llegar a la entrada del Palacio. El Palacio de Changgyeonggung fue reconstruido cinco veces pero ya lo explico en un vídeo y no quiero repetirme. La parte de atrás impresiona mucho más que la de delante. Como cosa curiosa, se podía acceder gratis desde el Secret Garden del Palacio de hace dos días, el de Changdeokgung, pero el otro día no nos dimos cuenta.













Acabamos completamente reventados y cogimos un taxi dirección al hotel porque allí teníamos fichados varios restaurantes de barbacoa coreana. Fuimos a nuestra segunda opción, un poco más cara y peor que la primera, pero igualmente excelente. Una vez en el hotel y con el estómago lleno, el siestorro fue inevitable. Nadie en su sano juicio se resiste a una siesta tras recorrerse varios lugares turísticos con una solana importante y comer dignamente. Fue ponernos en posición horizontal y olvidarnos de todo.



De hecho, cogimos un taxi hasta nuestra siguiente parada: el Jungsik, restaurante de lujo de Seúl, donde teníamos una reserva a las 20:00. Su reputación le precede - el Jungsik está el número 26 en la lista de mejores restaurantes de Asia. Elegimos un menú degustación de cinco platos - con dos extra, cortesía de la casa - y probamos muchos sabores que en Europa no serán fáciles de conseguir. Quizás la calidad-precio sea excesiva comparado con otros sitios - por ejemplo, nuestro restaurante favorito en Barcelona, el Dos Pebrots - pero fue algo verdaderamente interesante, único y recomendable. Creo que voy a soñar con mi postre, un mousse en distintas texturas, mucho tiempo.











Para cerrar nuestra etapa en Seúl decidimos volver al Woodstock, donde sus camareros nos recibieron como si fuésemos estrellas de rock. No deben estar acostumbrados a que vayan clientes extranjero y mucho menos que vuelvan. Les explicamos que era nuestra última noche en Seúl y queríamos pasarla con ellos y nos invitaron a una cerveza local bastante buena. Pedimos muchas canciones y lo pasamos estupendamente. El Woodstock mola, es un hecho, y esperamos volver más pronto que tarde.



Eso es todo. Nos queda terminar de hacer la maleta y seguir con nuestra aventura. Próxima estación - ¡¡¡Taipei!!!! No dejen de venir a Seúl, merece muchísimo la pena.

PS:
PASOS: 12.706
KILÓMETROS (hoy): 10.03 Km
KILÓMETROS (total): 84.79 Km
DESDE CUENCA: hasta Minglanilla

7 comentarios:

  1. Ockahoma's...y eso26 de julio de 2018, 10:40

    Qué guapo Javi en la cena de postín!!!!! Veo que os sabéis cuidar, da ganas de acompañaros aunque el Sol os esté derritiendo.

    Me gustaaaaaaaaaa mucho!!!!!

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  2. Dile a tu hijo que estudie mucho y que invente la teletransportación!!! Te quiero mucho hermanita 😍

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  3. Pero que guapooo Javi con esa camisa blanca y es que después de las camisas del decathlon nos ha impresionado.
    Menudo cena por todo lo alto y es que bien os la merecíais y.....por vosotros,por el.woosthovood ( o cómo se llame mi pub favorito de Seoul)por Seoul..étc..."VIVA LA VIDA Y VIVA EL AMOR".

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    1. Usted me ruboriza, oiga. No es para tanto ni mucho menos. Por cierto, ya solo me quedan siete camisetas del Decathlon. Me estoy quedando sin stock. Muy práctico eso del camisetas de usar y tirar..

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  4. Es gracias a vosotros, si no, nunca habríamos ido! :) :)

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  5. Desde luego habéis cambiado mi concepto de Seúl, nunca había estado en mis quinielas pero me ha encantado que habéis enseñado (y tomo nota de que no beber..)

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