lunes, 23 de julio de 2018

Día 6: Shopping y palacios en Seúl



Hola a todos desde Seúl. Sí, soy yo, el de siempre. Hemos decidido que voy a hacer una introducción de cómo ha ido la primera parte del día antes de dejaros con la mirada de Belén, siempre refrescante. Tras un espectacular desayuno - eso sí, pagando unos cinco euros extra - en el hotel teníamos energías para irnos al Palacio de Gyeongbokgung, que así se llama. Es uno de los cinco palacios reales que hay en Seúl y la intención es verlos todos. Los demás palacios se llaman Changgyeonggung, Gyeonghuigung, Deoksugung y Changdeokgung. Son nombres de palacios que existen de verdad, no es que me haya dado un ictus y no pueda mover un dedo de la tecla g. Llegamos con mucha facilidad, eso sí, con un calor de muerte. Hay que decir que el calor de Seúl es más intenso, pero mucho más llevadero que en Pekín. Es un pequeño respiro porque en Taipei nos vamos a cagar a partir del viernes.





















Total, que llegamos bien al Palacio de Gyeongbokgung cogiendo un autobús - da la sensación de que es el medio de transporte top en Seúl, aunque creíamos que era el metro. Pues no, hay autobuses que te llevan a todas partes. Nada más llegar estaban haciendo una especie de cambio de la guardia que seguro que tenía un significado espectacular para los coreanos, pero que desde fuera parecía una mamarrachada absoluta. Nos sorprendió ver a decenas de jóvenes vestidos con trajes típicos coreanos - hanbok, se llaman - entrando en el Palacio. Preguntamos si había algún motivo especial y no, la gente simplemente alquila los vestidos y se van allí a divertirse con 35 grados a la sombra. Antes de que los juzgues, piensa que hay Ferias de Sevilla en las que se llega a esa temperatura y la gente alquila trajes de flamenca y de chaquetilla para ir de fiesta. Muy en el fondo no somos tan distintos de esos que llamáis freaks.



A ver, la cosa tenía su gracia hasta que nos dimos cuenta del pastel, o sea, que es algo divertido de hacer incluso para extranjeros - había unos taiwaneses que se habían apuntado al sarao. Si alguna vez hago un viaje y sé que es el último viaje largo que hago en mi vida, seguro me iré a Tokyo, Seúl y Taipei, la Asia extravagante, amable y sorprendente en cada calle. El Palacio en sí data del siglo XIV pero los japoneses lo destruyeron. Estuvo más de 200 años en ruinas hasta que los restauraron, y dentro han metido un museo de costumbres y folkore bastante interesante, aunque a esto último creo que nos colamos sin querer. En el Museo hicimos el Reto de Bebidas Asiáticas.






Una vez visto el Palacio nos fuimos a la zona de Myeongdong, la más consumista de la ciudad. Comimos juntos en un sitio bueno, bonito y barato llamado In The Grill y nos separamos un rato - desde luego, Belén ha aprovechado el tiempo mejor que yo. Fui a dos tiendas de deportes y no encontré nada, a dos tiendas de discos, una era una mierda y la otra no existía... Frustrado, decidí irme al hotel andando para ganarme un baño en condiciones. Por el camino, en un cruce enorme, toqué un botón de "eh, soy un peatón, estoy aquí, pon el semáforo en rojo de una puta vez" pero se ve que lo hice fue poner verde el semáforo en sentido perpendicular. Un francés me reprendió con mucha impertinencia.

- Eh, has tocado el botón equivocado. ¡Por tu culpa estaremos aquí parados un minuto más!

+ Cooooño ya, hooombreeee, que estamos todos aquí de vacaciones, jooodeeer.

- No, yo no estoy de vacaciones: estoy trabajando. (gritando) ¡¡¡Y TENGO PRISA!!!

+ (riéndome) ¿Sabes qué? Si llego a saber que estás currando le habría dado al botón ese dos veces. (riéndome más fuerte) ¡¡¡¡¡JA, JA, JA, JA!!!!!

En ese momento se abrió el semáforo y el tío salió a paso ligero, diciendo barbaridades en francés del tipo "el puto gilipollas ese, quién coño es para vacilarme, el muy cabrón está de vacaciones, etc. En fin, cosas que pasan. Poco después llegué a la calle del hotel y creyéndome solo me tiré un peo de esos que duran 10 segundos y cambian tres veces de tonalidad. Dos segundos después me adelantó por la izquierda un chico coreano, riéndose. No pude evitar decirle esto, en español:

- Ay amigo, qué pedazo de cuesco que me he echado, ¿verdad?

Y los dos nos murimos de risa. El humor de este tipo no entiende de idiomas.

Os dejo con Belén, a ver qué os cuenta...

Aviso a los navegantes que ahora es la Doña la que relata el día, así que, la que avisa no es traidora. Siempre que hacemos un viaje nos damos un poco de espacio, ya que nos queremos mucho, pero eso de estar 24/7 juntos puede hacer que nos matemos por un estornudo y como que no apetece.



Una vez que hemos comido nos hemos ido juntos a una tienda que descubrimos en Japón y de la que somos yonkis. Se llama Daiso y es un almacen de cosas bonitas y prácticas made in Japan que no es que te gusten, ¡¡es que las necesitas!! Nosotros, tras recorrer las ocho preciosas plantas del Daiso, hemos salido de allí con un alijo de lo más particular, como por ejemplo: un aparato que aprieta los tubos de pasta dentrífica y los apura, una manopla gatito, pegatinas de todos tipos para mis postales, recipientes, cables, regalitos... en serio, lo del Daiso es para poner una franquicia en Barcelona y forrarse.





Allí ha llegado el momento en el que nos hemos separado y yo me he convertido en un blanco deseoso de todas las chicas que te llaman la atención para que entres en sus tiendas y compres cosméticos. Me sentía más deseada que Jessica Rabbit en sus años mozos, en serio, me tentaban regalándome mascarillas, prometiéndome la piel de la Presley e incluso alguna me ha hecho un bailecito y me ha cantado una canción (palabra de honor), pero he ido a piñón fio a una tienda a por sus cremitas y, después de probármelo todo, he conseguido regatearle al jefe y que, además de descuento, me diera un tutiplén de muestras gratis, que lo gratis mola mucho estés donde estés.

En la misma calle había un UNIQLO, de hecho, la tienda más grande de esta marca en Korea y de rebajas... a ver, ¿¿¿en serio??? ¿por qué me hace esto el destino???, he entrado con la cabeza fría y he salido con la camiseta más chula que he tenido en muchos años, una del Conde Draco que pienso ponerme pronto y veréis en mis fotos.




Después de hacerme la interesante en unas cuantas tiendas de cosméticos y tener la piel más hidratada que la hija del dueño de Neutrógena, ha llegado el momento de hacer algo fuera del camino de baldosas amarillas y es cuando me he encontrado un gato en medio de la calle invitándome a un bar de gatos. Vale, era un hippie vestido de gato, ¡¡¡pero me ha parecido un planazo!!!. La cosa está en que pagas una bebida y tienes derecho a acariciar a los gatos, no sin antes desinfectarte las manos y está prohibido cogerlos en brazos. Así que para allá me he ido, me he subido a la tercera planta de un edificio para encontrarme un bar con ocho gatos y unas 15 mujeres acariciándolos. Esto es freak hasta para mis amigos, pero oye, para gustos los colores. Aquí hay bares de todo tipo, incluso sé que hay uno de búhos que les puedes dar de comer un ratón, pero si lo de los gatos me ha parecido de extraterrestres, lo de los búhos ni te cuento.





Así que, con mis cremitas y mi camiseta molona me he vuelto al hotel para encontrarme a Javi metido en la bañera, lo cual ha sido genial, porque ha podido estrenar una de las mascarillas que me he comprado.

Antes de venir me hice una lista de bares molones a los que ir y esta noche me llevo a Javi a otro bar, que no se nos olvide que estamos de vacaciones y doy fe de que lo estamos aprovechando a tope. La verdad es que estamos caminando más que si hiciéramos el camino de Santiago y bajo unas temperaturas que ni Mario Picazo en su serie de "climas extremos", pero en Asia se desconecta a tope, ya que, como no se entiende lo que dicen, ni lo que escriben, tu mente se pone en modo disfrutón y eso a mí me relaja más que un spa (aunque pretendo hacerme masajes hasta que me aburra).

Ahora nos vamos al barrio de Gangnam a cenar. Gangnam Style!

PS: Hay una cosa que me hace mucha gracia. Así nos llaman los Western. Siempre que dicen la palabra Western me imagino a Javi vestido de John Wayne.

PS2: 
PASOS: 11,198
KILÓMETROS (hoy): 8.84 Km
KILÓMETROS (total): 50.72 Km
DESDE CUENCA: : hasta Pajaroncillo.

6 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Grande, Jesús. Hace mil años que no nos vemos. Vamos a Urbasur a mediados de Agosto,cuatro días. Ojalá coincidamos!

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  2. Belén chapurreas todos los idiomas!! Y con acento!!!! Jajajaja que crack!

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  3. Me encantan vuestros videos y vuestra crónica.Cómo te veo disfrutar Belén puteando al pobre Javi con el reto de Bebidas....menos mal que x suerte la mayoria están bastante potables!!!.
    Lo del bar de gatos muy top,el palacio guay!y el Daisoooo ayyy el Daiso con lo que me gusta a mi un Daisoooo.Quiero uno en Barcelona ya!.
    Jajajajaja.
    Seguid así de bien y vais a volver morenitos y con kilitos de menos entre tanta caminata y sudoritos!!!.
    Un beso par de bonitos!

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  4. Belén por cierto ese gorrito rojo con ese vestido me encantan y te queda cuqui coreanin total!!!.

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  5. Estoy leyendo ahora todas las entradas (si, lo reconozco, os he abandonado durante varios días, pero ahora, por vena!!!!) y como dice cate Mei, ALUCINO CON LO CUQUI QUE VA BELEN SIEMPRE!!!!! Si es que vas de turismo, y parece que vas a tomar el brunch con la reina!!!!

    Ah, y no me creo que las bebidas chungas estén tan chungas!!!! Si javi siempre repite!!!!!

    Besos!!!!

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