Día 7: Otro gran palacio y triple reto de bebidas

Hola a todos aún desde Seúl. Antes que nada, me gustaría decir que Seúl es alucinante y que todo el mundo que tenga la oportunidad de pasar por aquí debería hacerlo. Personalmente, me siento muy privilegiado. Si alguien me dice hace 20 años que estaría en Seúl con mi mujer disfrutando de un verano a 37 grados, y que luego iría por sexta vez a Taipei le diría que estaba jodidamente loco, pero es exactamente lo que está pasando y me parece algo asombroso. Con los años, viajar se ha convertido en lo que más me gusta: conocer culturas nuevas, pensar en las cosas que he aprendido y compararlas con la realidad que pulsas en el día a día... Y no hay contraste mejor que el Asia amable, freak, extravagante, divertida y loca. Seúl, Taipei y Tokyo son tres ciudades de cabecera para mí. Prefiero las tres antes que New York, por ejemplo. Es mucho más divertido, instructivo e interesante venir por aquí.







Iba a escribir el blog de madrugada porque esta noche iremos al mercado nocturno más famoso de la ciudad, pero de eso ya os enteraréis mañana porque toca hacer la colada y eso significa quedarnos en el hotel, igual que ahora os enteraréis de lo que hicimos anoche: ir al barrio de Gangnam, famoso por la canción Gangnam Style de PSY. Es el barrio más canalla y lúdico de la ciudad, con miles de tiendas, restaurantes y cosas que hacer. Nosotros íbamos con la misión de encontrar un bar muy chulo llamado Woodstock, con buena música, una gran colección de vinilos y un ambiente muy relajado. Tras coger el autobús - fundamental enterarse de cómo van los autobuses aquí - y cenar en un Shake Shack, hamburguesería de nuestro gusto presente en muchos países, empezamos a buscar el bar, que no aparecía por ninguna parte. Google Maps no funciona muy bien por aquí - no indica ninguna ruta a pie ni en coche, solo en transporte público - y estábamos vendidos pero justo cuando estábamos a punto de rendirnos, apareció.

Antes, de camino a Gangnam, Belén me hizo un reto de bebidas en pleno autobús.

El bar está en un sótano de Gangnam. El servicio está subiendo a la planta baja, entrando en un parking, y parece que te van a asesinar en el momento en el que te abras la bragueta. Por lo demás, el bar está de puta madre. No solo tienen miles de vinilos, encima puedes hacer peticiones que son muy bien recibidas por el personal. Decidimos no liarla mucho y pedir tres canciones que se fusionaban con el espíritu del sitio: Radio Free Europe de R.E.M., Bohemian Rhapsody de Queen y A Day In The Life, para nosotros la mejor canción de The Beatles, que eran los jefes del bar atendiendo a la cantidad de fotos suyas en las paredes. Creo que volveremos antes de irnos.

Nos hemos levantado tarde para nuestros estándares y hemos desayunado fuera del hotel, en un sitio carísimo de pasteles y cafés. Coño, al menos estaba bastante bueno lo que pedimos, aunque fuese a precio de oro. Belén aprovechó el final del desayuno para un segundo reto de bebidas.










El principal objetivo del día era otro de los palacios reales de Seúl, concretamente el de Changdeokgung, a unos 15 minutos andando del hotel. Bueno, hemos tardado como una hora entre el desayuno y que el barrio de Insadong está lleno de tiendas muy molonas, pero al final hemos llegado. El Palacio de Changdeokgung también fue arrasado por los japos como lo fue el que visitamos ayer, el de Gyeongbokgung. Eso sí, el Palacio de Changdeokgung fue reconstruido rápidamente y fue la sede de la familia real coreana durante 270 años, cuando el principal palacio volvió a estar operativo. Tiene una sala del rey donde recibía personalidades exteriores y condecoraba a quien se lo mereciera (esto es muy subjetivo, claro, siempre lo es) que es espectacular, y una sala de la reina con un sofá que flipas. A la sala de la reina le pones delante una tele de 55 pulgadas y no me sacan de allí ni con agua hirviendo.

Lo mejor del Palacio de Changdeokgung es el jardín secreto, que se paga aparte (a ver, son 1000 won, menos de un euro, pero es cierto que hay que pagar un plus). Dentro, oh sorpresa, hay un jardín la mar de bonito. Destaca un estanque con nenúfares triangulares y un espectacular invernadero con bonsais y un montón de plantas chulas. Por supuesto, al igual que ayer, había poca gente y mucha de la que había eran turistas asiáticos llevando trajes típicos coreanos, los hanboks. Se ve que es la costumbre hacerlo. Eso sí, a mí no me veréis disfrazado de coreano tan fácilmente, y menos con 37 grados y una humedad creciente. 

Sí, hoy lo hemos vuelto a pasar mal con el calor, hasta Belén ha sudado la gota gorda, cosa muy poco habitual en ella. Hablando de pasarlo mal, ha habido un tercer reto de bebidas con un viejo conocido, la estrella de la primera temporada: la bebida con textura de moco. Qué. Asco. Joder.







El Secret Garden tenía un salida muy parecida a la entrada y nos ha despistado completamente. Hemos tenido que andar media hora bajo el sol hasta orientarnos, pero ha merecido la pena porque hemos parado a comer en un sitio de barbacoa coreana que tenían una carne de primera calidad. Nos la han hecho delante nuestra, con una parrilla en la propia mesa, y hemos comido un solomillo excelente por unos 23 EUR por cabeza, 52,000 won en total. Estaba buenísimo.

Hemos hecho unas compras interesantes - regalos, mayormente - antes de volver al hotel. Con el calor que hace, no volvemos a salir hasta que se vaya el sol. Bueno, eso y que estamos haciendo la colada. No es plan de olvidarse y que Pepita Kwong-Woo baje al cuarto de la lavandería y se encuentre con nuestra ropa interior medio húmeda, ¿no? Pepita, eres muy cerda.

Aparte de ir al mercado de Dongdaemun - gracias, Microsoft, por la función de copia y pega -, mañana vamos a la zona desmilitarizada, la frontera con Corea del Norte. Esto va a dar mucho juego seguro y os lo contaremos todo, todo, en nuestra próxima entrega. Recordad que podéis dejar un comentario justo debajo de estas líneas. Todos los comentarios son apreciados y es lo primero que miramos al despertarnos. También estamos en Twitter e Instagram - Javi tuitea, Belén maneja las fotos - en aventura_global - ¡seguimos!

PS: Normalmente dejamos las tomas falsas para Twitter pero esta la tenéis que ver... Buenísima.




PS2:
PASOS: 13,972
KILÓMETROS (hoy): 10.91 Km
KILÓMETROS (total): 61.63 Km
DESDE CUENCA: hasta Castillo de Garcimuñoz