viernes, 9 de agosto de 2019

Días 7-8: Tranquilidad y gente borde



Hola a todos aún desde Hvar. Contrariamente a lo habitual, hoy voy a empezar de forma cronológicamente inversa. Acabamos de cenar en una de las dos terrazas de nuestro pequeño apartamento y nos hemos planteado si merece la pena seguir aquí hasta el día 16, porque ya hemos hecho prácticamente todo lo que se puede hacer en Hvar. Hemos sopesado el coste de irnos a Split el día 14 y hemos decidido al final quedarnos. No es el dinero, es la sensación de que lo estamos pasando bien. Joder, estamos más morenos de lo que hemos estado en los últimos 10 años, eso tiene que ser un punto positivo por cojones. Mañana vamos a una excursión, pasado mañana estaremos de tranquis por Hvar y luego cogemos coche hasta el final de nuestra estancia: nos cuesta lo mismo cuatro días de coche que dormir dos noches en Split.




Hoy hemos pasado por un sitio llamado Hula Hula - venden camisetas chulas, quizás compre una si hay de mi talla - porque al lado del bar chachi, lleno de árabes con más dinero que dignidad chorreando champagne del caro por todas partes, hay una pequeña agencia de viajes donde Poma, nuestra casera, nos recomendó sacar una excursión a un par de cuevas que hay en la isla. Por supuesto, Poma se llevará una comisión, pero es parte del juego y lo sabemos. El tipo se llama Boris y es completamente impertérrito, ha contestado nuestras preguntas como si fuese un robot, con una precisión digna de un tallador de diamantes. Aparte, estaba fuerte y se llama Boris, no hemos tenido cojones de llevarle la contraria. Una vez cerrado el trato hemos subido al apartamento, haciendo parada en casa de Poma para bañarnos en su piscina. Dentro estaba el típico churro de poliuretano, que he usado hasta que un niño de 6-7 años ha venido a reclamarlo.

- Guiri de mierden, ese churro es mío. Suelta sus sucias manos de él, hijodeputen.

+ A ver, nene, ni que me lo hubiese metido por el culo, macho.

- (interrumpiendo) QUE ME DES MI PUTO CHURRO, HIJODEPUTEN.

+ ¿Sabes que Nowitzki se ha retirado, no?

- Sí, lo sé.

+ Y que Hitler se ha muerto, ¿no?

- Por supuesto, hace décadas. Gilipollas.

+ Joder con el puto niño. Y QUE SANTA CLAUS SON TUS PADRES Y POR ESO ES TAN RATA.

- ¡Ah, qué cabronen!

+ HAW HAW HAW HAW HAW JÓDETE (y toma tu churro de piscina, buenas tardes)

Es el segundo conflicto que hemos tenido esta tarde. En medio de ambos pollos hemos comido un helado en un lugar llamado Icy Bar, el cual recomendamos encarecidamente, en la calle Riva 22, al lado del muelle donde salen los pequeños barcos a las islas. El primer conflicto vino en el barco de vuelta desde Jerolim. Había dos sitios disponibles y Belén guardaba el de al lado suyo para mí, lo más normal del mundo. Pues bien, la tía ha montado un pollo por sentarse medio metro más allá de donde teóricamente le tocaba.

- A ver, señora, es una cuestión de cortesía: si usted fuese con su marido también le cedería el asiento, cosa que no va a pasar porque está usted puta loca, vaya.

+ ES QUE ESTE NO ES TU BARCO Y NO ME DICES A MÍ DÓNDE ME TENGO QUE SENTAR.

- A ver, chocho, qué más te da sentarte allí que aquí, si tu amiga está en el otro lado del barco con cara de mierda. Deja que nos sentemos juntos, qué te cuesta.

+ QUE ME DA IGUAL, QUE ESTO NO PUEDE SER, QUE SOIS UNOS CABRONEEEEEESSSS

- A ver, si te compensa, dame tres días para que cague un kilo de mierda, lo seque al sol y así te arañas la cara con los trozos, no sé. Como señal de buena voluntad.

A partir de ahí se puso a farfullar en serbio, o croata, o bosnio, o vulcaniano, a saber qué coño decía.









En Jerolim lo pasamos bien - menos gente desnuda que el otro día, aunque al final te acostumbras y hasta te hace gracia. Hemos conocido a dos chicas de Barcelona muy simpáticas - independientes, atractivas, llevan 10 días por la zona y deben estar petándolo a lo grande, y nosotros que nos alegramos. Buena gente de verdad. Esta vez no hicimos el gilipollas y nos trajimos un bocata de casa, porque los bocadillos que venden en la isla es una mezcla entre ridículo, famélico y carísimo. Playa maravillosa la de Jerolim, a la que llegamos después de devolver la carraca azul, el peor coche el mundo, al que al final le pillamos cierto cariño y todo. Tiene cojones, ¿eh?
















Ayer por la tarde no hicimos gran cosa, la verdad. Decidimos aprovechar el último día de carraca para volver a la Playa de Max, pero hacía un mal día y estuvimos exactamente dos minutos dentro del agua. Aprovechamos para dar una vuelta por Jelsa y para ir al TOMMY, el supermercado más grande de la isla, cerca de Stari Grad. En Jelsa vimos una serie de señales de tráfico a cual más ridícula que la anterior y también fuimos a inspeccionar una playa.




Es curioso, el día que fuimos a comer a Jelsa nos pareció una playa urbana atractiva, tranquila. Nos acercamos y era probablemente la peor playa a la que hemos ido en Hvar, detrás de un muelle pesquero, llena de gente, cutre hasta decir basta y con prohibición explícita de hacer nudismo - lo cual nos da igual, pero tenemos cierta solidaridad con el pueblo de Jerolim.

Total, que seguiremos en Hvar hasta el día 16. Haremos las mismas cosas de siempre - Dubovica, Jerolim, Playa Secreta - pero también tenemos la excursión, la promesa de hacer una paella a la familia de Poma y la firme intención de, con un coche que merezca la pena, llegar al final de la isla. Como en los buenos juegos de ordenador noventeros, hay una sorpresa  al final del todo: la última población de la isla, Sucuraj, tiene un par de playas preciosas. Eso sí, Sucuraj está literalmente donde Cristo perdió el mechero. Y hasta ahí iremos para contároslo. ¡Seguimos con fuerza desde Hvar! ¡Viva el Síndrome de Estocolmo!




PS: Hay un medio de transporte un pelín peculiar en Hvar: el carrito móvil. Se trata de un carrito motorizado que alcanza velocidades sorprendentes, sobre todo para la estabilidad del vehículo, pero que no alcanza la de los coches. Dicho de otro modo, si se mete por la ciudad, es un peligro porque pueden atropellar a cualquiera y si se meten por carretera (Y LO HACEN CON BASTANTE FRECUENCIA) adelantarlos es un puto engorro. Práctico para comerciantes, pero tremendamente porculero para el resto de la gente...

PS2: Que el mundo es un pañuelo ya lo hemos comprobado muchas veces, pero hoy en Jerolim hemos otra muestra. Ahí estaba Belén, tomando el sol en tetas, cuando de repente aparece una familia española. Resulta que las dos hijas de la familia han ido a infinidad de castings suyos. Vamos, que Belén ha visto crecer a las muchachas y hemos tenido que ir a Jerolim, Hvar, Croacia, una isla minúscula, para conocer al resto de la familia. Qué cosas, ¿eh? 

1 comentario:

  1. Me gusta Jelsa y qué cabrona loca la tia del barco,mariiii si voy yo me tiro un cuesco y ciao vieja!!!!��������.
    Quedaros más dias y con el mismo plan maravilloso me parece la mejor elección,jolín es más : un privilegio!.A disfrutarlo!!!.

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