jueves, 8 de agosto de 2019

Día 6: Cambios de planes constantes



Hola a todos desde Hvar. La actividad no es precisamente frenética, pero en fin, es lo que buscábamos. Sí que hay cierto cachondeo en la isla, con una discoteca llamada Carpe Diem en una de las islas que es rollo Ibiza - gente joven, música machacona, bebidas a un precio ridículamente caro - pero no es lo que nos va, así que dudo mucho que nos encuentre por allí dándolo todo.



Por cierto, para que no se ponga nerviosita la afición y crean que Javi ha perdido a su musa, la que escribe estas letras es la doña, o sea yo, Belén, así que pido disculpas por adelantado, ya que soy consciente de que mi forma de redactar dista mucho de la de Javi, pero le pondré todo el cariño del mundo.

Ayer fue un día completito. Nos despertamos pronto para estar en el muelle a las 10:30 dispuestos a pasar un día entero en un barco que teníamos contratado, así que cogimos todo lo necesario (o eso creíamos nosotros) para pasar un día en alta mar y nos fuimos a buscar aparcamiento para el coche, lo cual, os aseguro que en el centro de la ciudad de Hvar, es un drama. Las calles son pequeñas y aquí la gente deja el coche donde le peta, así que, echándole morro encontramos un hueco en un sitio en el que jamás aparcaría en Barcelona, cerca del otro supermercado de la ciudad, el TOMMY, menos vistoso que el KONZUM, pero, por lo menos, no está lleno de carritos que impiden tu compra, así que le tengo un poco más de cariño. Compramos unas cervecitas para el barquito y, cuando llegamos al punto de encuentro, me llegó un mensaje diciendo que la excursión se había cancelado por el viento e, inmediatamente, me devolvieron el dinero, así que tuvimos que improvisar.






Nos subimos al coche y nos pusimos en marcha hacia el otro lado de la isla, hacia Jelsa, pero paramos en un pequeño pueblito pesquero llamado Vrboska y la verdad es que el paseíto que dimos fue una chulada. Un pueblo limpio, con pocos turistas y cafeterías que invitaban a sentarse a degustar un rico café con vistas al mar, así que, nos sentamos en una de sus cafeterías. Cuando llevábamos un rato sentados se acercó un tipo con cara simpática y nos preguntó si la silla estaba libre, le dijimos que sí, pensando que se iba a llevar la silla, pero el tipo va y se sienta con nosotros en la misma mesa... pues estupendo oiga, así que empezamos a hablar con él.

Yo: ¿de dónde eres? Tipo: De Alemania...

Vale, siempre que conozco a alguien de Alemania hago la misma broma: ¡yo también! ¡soy de Mallorca!, jejejejeje



Algunos lo pillan, otros no, pero yo siempre me hago gracia a mí misma, con lo que, para mí, ya cuenta. El tipo se llamaba Max, tenía un barco y se pasa tres meses por aquí, comiendo bollos de canela y sentándose en las mesas de los otros. Aprovechamos para preguntarle por una playa y nos condujo a la que, para mí, fue el gran descubrimiento del día. La playa de Max.

Una playa de facil acceso, entre pinos, con un parking y compuesta de dos partes: una más poblada con arena e incluso plaaformas hinchables y otra más salvaje con rocas planas, reamente preciosa, si no fuera porque las rocas tenían algas y resbalaban más que las manos de una masajista tailandesa después de 5 masajes.




Una vez instalados en la playa nos dimos cuenta de que nos habíamos olvidado la crema solar... desastre al nivel de olvidarse las cangrejeras, así que, me fui a la zona poblada esprando encontrar algun chiringo que tuviera crema solar, pero no, lo único que vendían eran bolsitas de lavanda, gafas de buceo y poco más. Ante tal drama empecé a pensar en mangarle la crema a algun bañista distraído, pero se me notaba mucho y pensé que, con tanta gente que pasa por allí, seguro que en el restaurante algun incauto se habría olvidado una crema solar, así que me dirigí hacia el restaurante y le dije al encargado que me había olvidado mi crema solar allí días atras, que si la habían localizado. Me enseñó una estantería en la que tenían un alijo de todo tipo de objetos que la gente se había olvidado allí y sí, tenían crema solar, así que señalé la mejor, la mas cara y puse cara de: ¡he encontrado a mi pequeña! y, justo al lado, había una pelotita de basket con los colores del arcoiris y también la señalé, así que me fui del restaurante con una crema nueva, una pelota y la sensación de victoria más grande que he tenido en mucho tiempo. Desde aquí quiero agradecerle al restaurante y al que se dejó la crema y la pelota por su colaboración con la causa.







Así que la mañana transcurrió chapotenado, jugando con nuestra nueva pelota y haciendo el chorra, vaya, lo que vienen siendo una maravilla. Una vez que nos entró un poco de hambre pensamos en ir a a comer a nuestra cala secreta y fue una elección increíble. Buena comida, buenas vistas y luego bañito en nuestra cala para nosotros solos. A eso de las 18:00 volvimos a nuestro apartamento para pegarnos una siesta en condiciones, además, los anfitriones de la casa nos enviaron un mensaje diciendo que estábamos invitados a cenar pescado fresco en su casa a eso de las 20:30, así que todo cuadraba.






Dormimos la siesta y nos preparamos para ir a la cena y, como nos han enseñado a que no se puede llegar a un sitio con las manos vacías, nos llevamos un sobre de nuestro delicioso y caro jamón de jabugo y una botella de vino tinto que tampoco fue barata y compramos aquí. Al llegar hicimos la ofrenda y van los tíos y se guardan el jamón y el vino para ellos... WTF????, oiga, que eso se comparte, se abre la bolsita y se pone en una bandeja, comemos todos y ustedes nos dicen lo bueno que está y lo agradecidos que están, mientras que mojamos los labios en el delicioso vino que también les hemos traido, ¡coñe!, pero no, se lo guardaron, pero no pasa nada, nos tenían preparada una deliciosa cena con doradas y lubinas frescas a la brasa con romero, todo el vino que quisieramos, rakija y mucha amabilidad. A la cena también estaban invitadas dos chochis de Toronto que también están pasando unos días por aquí, así que compartimos cena, risas, experiencias y pescado delicioso.

En un gesto de agradecimiento, me he ofrecido a cocinar una paella para toda la familia el domingo, así que, ya veremos que tal se me dan las paellas por estos lares.

¡Os dejo un ratito con Javi para que salgáis del sopor! ¡Besitos múltiples!

(anexo by Javi)



Pues la verdad es que no tengo mucho que añadir, solo que conocimos a gente muy extraña durante el día. Comiendo en el restaurante de Playa Secreta había dos parejas no sé si de amigos, de amantes, de poliamor, no lo sé. Las dos chicas vivían en Barcelona y los dos chicos, uno en Viena y otro en San Diego. Habían alquilado un barco y eran bastante pijos. Cuando se fueron con el barco nos dijeron adiós con la manita como pensando "ahí os quedáis, pobres de mierda" pero seamos serios, con los papeles cambiados, nosotros también habríamos hecho lo mismo. Las chicas de la cena eran Mary, 50 años, operada por todas partes pero con un look espectacular, y Fiola, 36 años, de ascendencia africana, pero que sale en su perfil de Instagram con una foto de ella completamente blanca. Mary nos enseñó los peligros de ir sin cangrejeras - se había dado una hostia terrorífica y andaba como si tuviese orquitis, la pobre. Le dimos cuatro Espidifenes para que se aviara durante el día y esperamos que esté un poco mejor, porque por algún motivo que desconocemos, la tía no quería ir al médico.

Dado que hoy vamos a repetir cosas, la siguiente entrada del blog será mañana. ¡Seguiremos informando!

PS1: Recordad que podéis seguirnos en Twitter y en Instagram. El nombre es el mismo: aventura_global.

PS2: Esos comentarios, que rulen.

5 comentarios:

  1. Hola vecinos, vaya pinta a tiene la isla de Hvar, ¿no? Cuándo fuimos A Croacia hace ya bastantes años, como 12 creo, quisimos saltar de isla en isla y llegar a Hvar, pero somos tan zopencos que pillamos un ferry en la isla de Korcula para llegar a Hvar y tras 4 horas de travesía y ver Split en el horizonte nos dimos cuenta que el ferry no era el correcto. Pero bueno, cerca de Split hay un pueblecito que se llama Trogir con algunas playas muy solitarias y que están la mar de bien!! Seguid disfrutando!

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    1. Nosotros también fuimos a Trojir en plena ola de calor y Javi casi se tira en pelotas a una de esas playitas que comentas. Todo un espectáculo!!!! Besos!!

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  2. Belén eres una superviviente nata, como arreglas desaguisados sin perder la compostura y tranquila. Escribes bien y desde otro punto de vista diferente y no menos bueno, créetelo porque es verdad. Muy bonitos los sitios que vais y mejor la comida aún por lo que se ve en las fotos, yo vendría si fuera allí con bastante sobrepeso estilo Carmelo Anthony post Knicks. Javi te queremos ver en San Pablo disfrutando del baloncesto, aunque sea Betis seguimos muchos cajistas y eres más que bienvenido, los dos, tú y Belén.

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    1. Muchísimas gracias por tu comentario!!! Y descuida que Javi ya ha mirado el calendario ACB para ver si coincide algún partido 😁

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  3. Estoy llorando de la risa con los retratos robot de las comensales��������.
    Belén escribe tú también que me rio a partes iguales y muy fuerte lo del amigo Max!!!.Cuánto loqui conocido y por conocer!!!.
    Vaya cenorro os prepararon y no me extraña en absoluto porqué conoceros...es quereros!!!.

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