domingo, 12 de agosto de 2018

Día 26: ¡Un gran día en Hong Kong!



Hola a todos desde Hong Kong, donde hemos pasado un día espectacular, inolvidable. Ha llovido, ha lucido el sol y no hemos parado de caminar por esta impresionante ciudad, una urbe que puede tragarse a cualquier turista poco experimentado. Afortunadamente ya habíamos estado aquí y nos movemos bien en ciudades así - el hecho de tener Google Maps gracias a la SIM que compramos por 6 EUR y que Belén y yo nos ponemos de acuerdo para ciertas decisiones simplifica las cosas, es así. Hemos empezado el día volviendo al Ladies Market. Teníamos una cuenta pendiente con el lugar después de que ayer llegásemos con todo cerrado. Hemos comprado bastantes cosas, cerrando el apartado regalos y mierdas varias. A mí lo único que me faltaría es una camiseta de Nike Hong Kong o Adidas Hong Kong, pero dudo mucho que la encuentre en mi talla.










Eso sí, llovía intensamente cuando fuimos al Ladies Market, así que hicimos tiempo en tiendas más convencionales. En una tienda Adidas Originals, un empleado de unos 20 años me llamó "Zhūtóu" al preguntar dónde estaba el ascensor. Zhūtóu significa cabeza de cerdo, pero en el lenguaje de uso común es como llamar a alguien idiota o imbécil. No recuerdo muchas palabras chinas, pero Zhūtóu (yo decía "chuto") era una de ellas. Me he vuelto hacia él y me ha mirado con cara de "mierda, me ha entendido". Le he dicho "no es forma de llamar así a un cliente, podría reclamar y que te echen", pero ahí se ha quedado el incidente. Total, yo ya sabía que lo iba a insultar a él cuando empezase a escribir, hijoputa comemierda retaco bisbalino de tres al cuarto. 

En algún momento de la mañana Belén me hizo un Reto de Bebidas Asiáticas.







Acabamos hechos una sopa en el Ladies Market pero con los deberes hechos. Había bastante hambre, así que nos fuimos a nuestro segundo objetivo del día: el Tim Ho Wan, el restaurante con estrella Michelín más barato del mundo. En 2009, un tipo llamado Mak Kwai-pui tenía un restaurante Michelín de tres estrellas, así que abrió un dim sum (un bar de tapas chinas) en Mongkok. Le dieron una estrella Michelin y lejos de ir a por la segunda, montó una cadena de dim sum y ahora tiene 45 restaurantes por toda Asia. El original de Mongkok se cambió a Olympian City, que es al que fuimos, sin tener ni idea de si se podía entrar o no sin reserva. 





Resultó que no, que solo hicimos 10 minutos de cola. Pedimos una barbaridad de comida, pero estaba toda buenísima. A destacar los mejores rollitos de primavera que hemos catado, unos bollos con carne a la barbacoa por dentro y un flan de mango increíblemente bueno. ¿El precio final? Unos 18 EUR por cabeza. Recomendado si van por Hong Kong, Taipei, Singapur, Kuala Lumpur y hey, New York. Abrieron allí en 2016.







Íbamos directos al hotel pero teníamos que pasar por un mega centro comercial llamado Pacific Plaza. Hemos tenido mucha suerte porque justo allí estaba el Peking Garden, un restaurante al que fuimos en 2011 y que tiene el mejor Pato Pekín que hemos probado. Reservamos una mesa para las 21:30 y seguimos nuestro camino hacia al hotel cuando nos topamos con un TWG, nuestra tienda favorita de té del mundo mundial. "Nooooooooooo", dije yo con tono de sorpresa. Ya habíamos estado en una en Taipei pero esta tienda era preciosa, con todo el té exhibido de manera exquisita y un salón para merendar, que es lo que hicimos. Para los que me conocen, digamos que a TWG le tengo el mismo nivel de fidelidad que al antiguo Caja San Fernando. Belén tuvo a bien invitarme a un té y a unos macarons. Felicidad máxima.














Tras llegar al hotel y descansar media hora, salimos rumbo al Star Ferry, que estaba a 24 minutos andando y 23 en transporte público, así que decidimos ir a pata, qué coño. Ya no llovía y se estaba guay. En cinco minutos el Google Maps nos hizo perdernos tres veces y de repente estábamos en la intersección de una carretera con más curvas que el Circuito de Mónaco. Decidimos coger un taxi, mandándolo todo a tomar por culo, y es la mejor decisión que hemos tomado hoy - nos ha costado tres euros llegar a la terminal del Star Ferry. Joder, si seguimos por esta carretera estaríamos camino de Shanghai ahora mismo. El Star Ferry es un must en Hong Kong, hay que subirse en él y atravesar la bahía al menos una vez. Es baratísimo, cuesta 3.1 HKD, unos 35 céntimos de euro, y pasas un buen rato viendo los grandes edificios de Hong Kong a Kowloon.




Antes de que se me olvide, hubo un segundo Reto de Bebidas Asiáticas con una bebida que ni se sabía qué era y encima costaba menos de un euro. Estoy en muy mala racha...















Estaba atardeciendo cuando salimos del Star Ferry, con los edificios aún apagados, y cuando llegamos al mirador de la Symphony of Lights 15 minutos después, con todo encendido, el paisaje era completamente distinto, una auténtica pasada. Me encanta el contraste entre los viejos barcos cruzando la bahía de Hong Kong con los modernos edificios a ambos lados. Tuvimos que esperar 40 minutos a la Symphony of Lights, espectáculo de luz y música en los que los edificios son los protagonistas, proyectando imágenes con la música de fondo. Durante todo ese rato - y durante el show, que dura ocho minutos - mucha gente estaba más pendiente del móvil que de otra cosa. Teníamos una chica tailandesa al lado que no paró de mirar Facebook todo el rato. Shosho, que tienes un espectáculo delante que mucha gente no verá jamás, hija mía. En fin, cada uno se divierte como quiere. Nosotros grabamos un par de minutos, con el móvil y sin mirar. Por cierto, que el hecho de que el show empiece a las ocho de la tarde y dure ocho minutos no es casual: el ocho es el número de la buena suerte por aquí. En los Juegos Olímpicos de Pekín, la ceremonia inaugural empezó el 8 de Agosto de 2008 a las 20:00. 08/08/08, 8pm. 







Hemos rematado el día en el Peking Garden. Decir que la ubicación del restaurante ha cambiado pero la calidad del Pato Pekín sigue siendo de 10. El mimo al cortarlo, al servirlo, la jugosidad... También hemos pedido las mejores vieiras que hemos comido en nuestra vida. El sitio es caro, unos 65 EUR por cabeza, pero lo que comes es la calidad total.










Llevamos dos días en Hong Kong, nos ha llovido lo más grande y tras patear varios mercadillos, hay que decir que es un puta vergüenza que no hayamos visto ni una triste camiseta de Hong Kong Phooey, el puto amo, el único, el más grande. ¿Quién coño es Bruce Lee al lado de Hong Kong Phooey? Seguiremos informando.

PS: Es una pena que hayamos dejado de contar kilómetros porque estamos dándole bastante a la zapatilla. Joder, qué manera de andar.




PS2: Ah sí, hoy hay toma falsa en el Peking Garden.

PS3: Este será el antepenúltimo blog de este viaje. Haré uno más antes de irnos y otro seguramente cuando lleguemos el día 15. Después habrá tiempo de especiales, fotos, etc. Y de lo que venga después, que no tenemos ni puta idea de lo que será. Es lo divertido de esto. 

PS4: Belén está haciendo un trabajo titánico en el Instagram aventura_global. Nos podéis seguir en Twitter con el mismo nombre y por supuesto, ah amigos, dejar algún comentario al final de estas líneas. Es fácil. Y nos mola mucho.

PS5: No está mal, ¿eh? Os habéis entretenido y culturizado, todo en uno. Al final va a ser verdad que viajar mola, pero contarlo... también.

2 comentarios:

  1. Y a pesar de qeu acabo de cenar, tengo una necesidad imperiosa de comer pato... la leche la envidia que dais!!!! MUXUS!!!

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  2. Ays amiga, es que lo del pato este no tiene nombre, en serio, es un orgasmo gastronómico! Pero oye, en la final four en Vitoria tampoco es que vayamos a comer mal, ehhhh? Un beso enorme y a ver si nos vemos pronto!!!

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