jueves, 2 de agosto de 2018

Día 16: De transición en Cebu



Hola a todos desde las Islas Filipinas, donde estaremos la mayor parte de los días que nos quedan de aventura. No sé por qué, viendo los números del blog, la gente tiende a volver cuando nos cambiamos de país, las visitas suben. Esta vez tengo que tirar del sentido del humor, supongo, porque el día de hoy ha sido bastante descafeinado. Si llego a saber que Cebu no tenía nada de nada, habríamos intentado coger un ferry y plantarnos en cualquier isla molona hoy mismo. Ya llegaremos al tema de Cebu más tarde porque tiene tela. Lo primero es lo primero, y es el desenlace de nuestra guerra psicológica con el cabrón que fríe huevos en el Royal Biz Taipei.

Lo dicho, esta vez queríamos pillarle y ahí estábamos, a las siete de la mañana. Efectivamente, no estaba. Te hemos pillado, gorgorito, eres un puto flojo. Hemos desayunado y una vez que hemos acabado y solo entonces... ha venido una mujer vestida de cocinera y se ha colocado en el stand de freír huevos. Dos minutos después ha aparecido el friehuevos titular también con su gorro, mirándonos con una sonrisa de oreja a oreja, siendo perfectamente consciente de su victoria aplastante en el duelo final. Nos ha meado ese cabrón. Si no se ha sacado la polla y ha aporreado con ella el bacon de mi plato es porque probablemente la tiene pequeña. Tendremos que volver para la revancha, pero le damos la enhorabuena.





Al final, tras varios días de cábalas, decidimos coger un taxi hasta el aeropuerto. Nuestro vuelo de AirAsia salía a las 10:15 y como a las 08:30 ya estábamos allí, con las dos maletas pesando menos de 25 kilos. Todo legal... salvo la letra pequeña. Resulta que el equipaje de mano no puede exceder de siete kilos - mi maleta de mano pesaba 8.7 y la de Belén 11.4. Nos han hecho pesarlas a regañadientes y obligado a pagar 90 EUR por facturar una maleta extra.

- Pueden ustedes pagar 70 EUR y meter 4 kilos en esa maleta o pagar 90 y facturarla.

+ Oiga, que no lo entiendo.

- ¿Qué es lo que no entiende?

+ Pues verá, que las maletas pesan 24 kilos y 24.5 kilos. Si meto cuatro kilos en la maleta, también me paso de peso y tendría que pagar dos veces, no?

- No, pero...

+ Y la maleta de mano de mi mujer pesa 11.7 kilos. Nuestras dos bolsas de mano seguro que pesan más de 2.3 kilos, con lo cual aunque facturemos también seguiremos por encima del límite. A mí lo que me parece, con todo el respeto, es que a usted se le ha puesto en el coño que paguemos y ya está. Que son ustedes unos sinvergüenzas y unos chorizos.

- Mierda, nos han desenmascarado. Como quiera, si prefiere que sea estricta va a pagar usted hasta empeñar su casa.

+ Bueno, déjelo estar. Déjeme que cierre la maleta de mano al menos, antes de facturarla.

- ¿No se fía de nosotros? JAJAJAJAJAJA POR SUPUESTO QUE NO, SOMOS LO PUTO PEOR, SOMOS CAPACES DE METERLE EN LA MALETA UN ARMADILLO QUE LLEVE SIN COMER UNA SEMANA.

Pasó algo bastante gracioso en el vuelo. Creo que es algo que nos va a pasar con bastante frecuencia en Filipinas - los nombres de la gente tienen su gracia. Subimos alvuelo de Air Asia con un mosqueo bastante evidente y nos obligaron a quitarnos los auriculares para la demostración de seguridad. Buenos días, en nombre de Air Asia les doy la bienvenida, el capitán (el nombre que fuese) y el sobrecargo CHARLES PEPITO blah blah blah.

Charles Pepito. Casi nos morimos de la risa. Estábamos en fila 2 y queríamos abrir la puerta de los pilotos para gritar: "HOLA DON PEPITO!!!". Pero cómo puede haber gente que se llame Charles Pepito. El caso es que consiguió que se nos pasara la mala hostia, cosa bastante meritoria en ese momento. Hasta nos despedimos de él, bueno, de todos, en el control de pasaporte - Adiós, Don Pepito y demás gente random. 






Una vez en Cebu, caos. Coches por todas partes, tráfico enloquecedor, peatones y motos cruzando por la carretera sin ningún miedo a una más que probable muerte por atropello, niños vendiendo todo tipo de snacks en los semáforos, anuncios de telefonía por todas partes... un auténtico caos descontrolado.





Además, servidor de ustedes, qué huevos los míos, tuvo la genial idea de ir a un outlet con muchas tiendas de deportes - ando buscando un regalo para mi sobrino, entre otras cosas. Tardamos una hora de ida y otra de vuelta, el segundo viaje con un taxista pirulero hijo de la gran puta que nos dio vueltas como si fuésemos una puta peonza, el muy cabrón. Eso nos dio para ver un poco de la ciudad y, la verdad, no hay nada que ver. Supongo que si tuviésemos el hotel en el centro veríamos cosas como la Cruz de Magallanes o la Basílica del Santo Niño. Oh, iglesias, qué novedad, no creo que haya ninguna buena en España, no te jode... Hemos aprovechado el día de descanso para hacer una lavandería - han separado la ropa de Belén y la mía, y le han echado un detergente que huele mejor que el Niño Jesús - y comprar un dispositivo wifi que, de momento, funciona de maravilla.

(update: no es verdad, subir cualquier cosa a Internet con el cacharro este es un puto drama)




Belén aprovechó la visita al outlet para plantear un Reto de Bebidas Asiáticas. 




El hotel sí que es muy bueno, se llama Summit Galleria y está integrado en un gran centro comercial de siete plantas que tiene de todo. Es como un oasis en medio del caos total que es esta zona del mundo. Hemos comido en un Denny's, por los viejos tiempos, y cenado en otro restaurante del centro comercial, por supuesto, visto el horror de los alrededores. Y mañana estaremos dispuestos a coger un ferry dos horas hasta Tagbilarán, donde habrá un jambo con un cartelito con nuestro nombre que nos llevará a nuestro hotel, el Malinawon. Si habéis leído este blog durante estos años sabréis que me mareo en los barcos. Esto promete mucho... aunque de Helsinki a Tallinn prácticamente no me mareé. ¡Veremos!

PS:
PASOS: 8,333
KILÓMETROS (hoy): 6.58 Km
KILÓMETROS (total): 158.23 Km
DESDE CUENCA: hasta la Caja Mágica en Madrid (!)

PS2: Belén duerme y la ducha ha empezado a echar agua sola. Sea lo que sea, un ladrón, un putón filipino, lo que sea, se va a llevar dos hostias. El que quiera problemas ha llegado al sitio adecuado. 

4 comentarios:

  1. Está bien saber que Cebú no tiene nada! Hemos pensado en haces transbordo allí varias veces y al final nunca lo hemos pisado... Casi mejor! ¿Taxis? Atreveros con un jeepney (los busecitos esos que decís), que tiene su gracia y no te timan. El ferry en Tagbilaran es también un poco caótico pero luego Panglao es una cosa totalmente diferente, mucho más rural. Ah, no os cortéis en pedirle a vuestro transfer que pare si veis algo que os mole (puestos de frutas, canchas molonas de basket...).

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    1. A ver, sí que tiene cosas. Está a la cabeza de Asia en cochambre y caos circulatorio... Respecto al jeepney, una hora nos costó cinco euros. No veo la necesidad de meterme en un jeepney con 18 personas en el espacio de una lata de tomate. A ver qué tal, todo irá a mejor, somos conscientes, aunque el hotel de Cebu es muy, muy bueno.

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  2. Charles Pepito es un nombre cojonudo para un bocadillo 😍.

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    1. Ya lo veo. Charles Pepito, Fellini Bikini, King Bocata, Neno Centeno... lo íbamos a petar. 😂

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