Día 2: Lluvia en la Gran Manzana

Hola desde la lluviosa New York. Qué le vamos a hacer, está lloviendo. Hemos dado una primera vuelta por la ciudad, más o menos entre tantear el terreno y descubrir el barrio. Nos gusta mucho la zona de Union Square. Primero, justo allí está la librería STRAND, la más famosa de la ciudad. Kilómetros y kilómetros de libros, de todo tipo, desde primeras ediciones carísimas de clásicos a una extensa variedad de libros a tres dólares. Solo de baloncesto había como 50 libros distintos. Biografías de grupos musicales... pues cientos. Aparte, como toda buena tienda que se precie, tiene merchandising asociado para parar un barco, incluída su propia línea de cuadernos Moleskine. Hemos decidido que vamos a comprar muchas cosas allí, pero cuando volvamos al final del viaje. Estamos justitos de espacio - muy por encima del límite, en mi caso - y no es plan de cargar cosas todo el mes. 

En el barrio a un sitio de desyunos buenísimos - Le Pain Quotidien, que ya conocíamos de un viaje de fin de semana a Brujas, Bélgica. Llevábamos más de 24 horas a una dieta estricta de comida de avión. Insisto, no es tan malo porque la comida de Turkish Airlines era buena y sorprendentemente fresca. No es como la lechuga o la carne que dan en Iberia, que fue congelada por las propias azafatas cuando eran jóvenes - o sea, hace 30 años o más. Nos hemos metido un buen desayuno entre pecho y espalda, con de todo. No es un sitio excesivamente caro, creo que volveremos. En la misma manzana de Strand hay una tienda de cine fantástico - la muy famosa Forbidden Planet -, una tienda de caretas de monstruos impresionantemente variada - Fantasy Superstore Halloween Adventure - y una tienda de zapas de lo más grande que he visto en mucho tiempo - centenares de modelos y también de gorras. Todas menos la de los Denver Nuggets, mi equipo NBA. Cabrones. 

La habitación del Hotel Verite es cómoda y espaciosa. Hombre, está el problema de que el agua sale a una presión parecida a la que tiene un funcionario de correos de 63 años en España, pero es un problema que nos hemos encontrado en New York anteriormente. La habitación no tiene ventanas, solo un tragaluz que se cierra eléctricamente, con lo cual tenemos la oscuridad que nos gusta para dormir. No pedimos más - una habitación cómoda y bien ubicada. Lo recomendaría. 

Quizás el único contratiempo es que Belén se equivocó a la hora de coger un adaptador - pero hemos solventado el problema con nota comprando uno en un Best Buy por 9 dólares. El Best Buy es como el Media Markt en España pero en guapo, con todo lo último en tecnología. El de Union Square abre 24 horas cuatro días a la semana, es impresionante. Da la sensación de que todas las tiendas emplean a más gente de la que realmente necesitan, pero eso está bien. Hoy mismo hemos visto a un jipi en una obra que solo sujetaba una bandera. Estaba sentado en la acera y de vez en cuando se levantaba y sujetaba una bandeja rota. No creo que le paguen siete millones de euros por hacer esa soplapollez pero desde luego es un trabajo tremendamente fácil de hacer...

Os dejo con la mirada de Belén...

Me encanta NY y me gusta ver que, todavía, en esta ciudad, puedes hacer lo que te salga del toto... creo que es la ciudad con más locos por metros cuadrados, lo cual la hace interesantísima de verdad. Para mi ir en el metro ya es una atracción. Aquí ves gente de todo tipo... personas que solo hemos visto en series de TV y pensábamos que eran así porque se las había imaginado un guionista, pero no, aquí son así porque les da la gana, desde una chica enseñando sus generosas lorzas y muslos celulíticos con un minishort y sin complejos, al negro con dientes de oro y cicatriz de frente a barbilla, increible de verdad.

Hoy ha amanecido lluvioso, lo cual le da muchísimo encanto a esta mega urbe y nos permite ir a un ritmo más lento que si hiciera buen tiempo, lo cual, después de 16 horas trotando por el mundo y llegando al hotel con el culo oliendo a mono, pues como que se agradece. Ayer, casi al final del vuelo, tuvimos un momento de enajenación mental, en el que nos pusimos a olernos a ver quién olía peor, y yo no sé cómo olia, pero aqui Mr. Gan era capaz de tumbar a Mike Tyson de un sobacazo oiga!





Pasear por NY es soñar despierto. No hace falta que vayas a ninguna atracción, ya que esta ciudad es pura atracción. Hemos petardeado por tiendas golosas, golosas (lo quiero todo!), pero solo hemos comprado un magneto de 1$ y un domo misterioso de 6$, record Guinnes!!, ya que es super dificil no sacar la visa para comprar a diestro y siniestro. Entre las tiendas golosas (y esta lo era de verdad), está la de los M&M´s de TIMES SQUARE... la brutalidad!!!, tienen merchandising de todo y, cuando digo de todo, es de TODO!, puedes tener pijamas, colchas, cojines, lo que quieras, de los malditos M&M´s y de lo que tu quieras, de otra cosa no se si saben, pero de vender... la Virgen Santa!!

Llevamos un día aquí y parece que llevemos 3 semanas, aqui todo sigue en su sitio, es una ciudad que te incita al consumismo, a las risas, a curiosear, a fisgar, a caminar sin rumbo y a sentirla, asi que... sigamos pa bingo que aun queda mucho por sentir y gozar.