Diferencias y temores

Hola a todos. Menos de 17 horas para salir. Dos años preparando este viaje. Llevamos un dossier de viaje con todo lo que os podáis imaginar - confirmaciones de vuelos, de hoteles, entradas para conciertos, museos, mapas impresos para ir a sitios tanto en coche como andando, cupones descuentos para que la ropa en los outlets salga aún más barata... Llevamos cantidad de cosas impresas. Oficialmente estoy de vacaciones pero mentalmente no lo estoy. Pensaréis que soy un gilipollas, y probablemente estáis en lo cierto, cabrones malparidos. El caso es que hasta que no lleguemos a New York no voy a bajar la guardia y a considerarme de vacaciones.

No ayuda el hecho de que no haya podido imprimir la tarjeta de embarque de mi vuelo entre Estambul y New York. He podido sacar la de los dos vuelos a Estambul y el de Belén a New York, pero el mío no y no tengo ni puta idea de por qué. Llevo un email que me ha mandado Turkish diciendo que "el check-in online se ha completado con éxito" y ya tengo asiento asignado pero por algún oscuro motivo de desconozco no tengo tarjeta de embarque. He llamado y me han dicho que me la darán en el aeropuerto, no problem. El caso es que tenemos relativamente poco tiempo para el tránsito en el aeropuerto y no quiero perder ni un segundo que no me corresponda. ¿Por qué no me deja sacar mi tarjeta de embarque, coño? ¿Qué le he hecho yo a mis hermanos turcos, si siempre les hago buena publicidad?

En fin, comparando con el viaje de Asia hay cinco diferencias fundamentales. Bueno, no sé si son cinco, ahora ni las he pensado, pero al final escribiré cinco - realmente solo he pensado en una.

1) A Asia nos llevamos un tupper lleno de medicinas tamaño familia numerosa. Aún anda por ahí con un 60% de las medicinas que nos llevamos. Esta vez nos llevamos dos neceseres pequeños con lo más necesario - entendemos que Estados Unidos es el primer mundo y por tanto, tienen medicinas, aunque dudo poderosamente que sean tan potentes como las de aquí. Eso del paracetamol de un gramo solo se ve en España. Somos unos exagerados.




2) La ropa que llevamos es definitivamente más variada. En Asia sabíamos que solo íbamos a pasar calor y más calor. Aún recurdo un día en Vietnam y sobre todo otro en Taiwan que fue insoportable. A la jefa casi le da un soponcio ante mi brillante decisión de andar media hora con la solana para ahorrarnos el equivalente a dos euros de taxi. En USA hará un tiempo más variable. Hay que llevar un poco de todo...

3) .... y todo muy malo en mi caso. Ya lo expliqué en su momento - me llevo lo peor que tengo para cambiarlo por ropa de calidad. Al final Belén ha entrado al trapo y simpatiza con mi causa renovadora de armario. Creo que ninguno de los dos llegamos a los temidos 23 kilos de equipaje en ningún caso. En general podemos embarcar lo que nos de la gana - en American Airlines, hasta 10 maletas - pero se pagan individualmente y el límite por pieza es ese. En Asia me tuve que llevar ropa para sobrevivir allí y lavar cada dos por tres. Seis. Cada seis días.

4) si algo hay que reconocerle a los americanos es que saben vender el producto de cojones. Hasta la panadería más infecta de la profunda norteamérica tiene un pequeño tenderete en el que venden tres camisetas guarras y alguna otra cosa. Por tanto, las pocas excursiones que hagamos esperamos que sean de calidad. Muchas ganas, sobre todo, de la Grouse Mountain en Vancouver. Me gusta que den prioridad al cliente. En Asia no tenía por qué pasar.

y 5) esta vez tenemos coche y eso lo cambia todo. Gracias a que Belén se sacó el carnet - yo lo tengo desde hace casi 20 años pero tengo más miedo al volante que siete viejas - y hará que hagamos cosas muy distintas. Esa semana en la Costa Oeste no la olvidaremos fácilmente. ¿Que si siendo un coche automático y carreteras de ocho carriles un servidor va a conducir en algún momento? La duda ofende, oigan. No me creerán tan incapaz al volante...

Pues sí, lo soy, qué coño. Inútil total. Si no conduce Belén tendremos que hacer dedo, pagar a algún jipi para que conduzca por nosotros o directamente pillar un taxi y preparar la cartera.

Eso es todo. Esperamos contaros un par de cosas mañana. Será el miércoles más largo de nuestras vidas - durará exactamente 30 horas debido al cambio horario. Ropa cómoda, concentración y esperar que todo salga bien. ¡¡¡Nos vemos en New York!!!

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