Acabó el Rock Werchter 2014, un festival que ha sido distinto a todos para los dos. Belén ha debutado a lo grande en un festival fuera de España y ambos hemos pasado dos días difíciles - bueno, Belén solo uno porque el sábado decidió descansar y resultó ser una sabia decisión - porque no ha parado de llover, a ratos bastante fuerte. El recinto del festival se llenó de barro por todas partes y durante algunos momentos del sábado - yo solo - y el domingo - los dos - nos tuvimos que refugiar en uno de los dos escenarios cubiertos hasta que escampase un poco. Obviamente no fuimos los únicos en tener tan obvia idea en un festival en el que los lugares a cubierto brillan por su ausencia.
El caso es que varios grupos lo petaron. Nos gustó mucho el concierto de Foster The People el viernes, que le comieron la tostada a los mismísimos Arctic Monkeys. Los monos estuvieron bastante bien, con un buen concierto basado en el último disco AM, pero lo de Foster the People fue espectacular. El sábado brillaron con luz propia Midlake, un grupo americano muy tranquilo, con muy buenas canciones. Subiría alguna pero va a estar complicado - la conexión en nuestro actual paradero no es la mejor precisamente. El domingo fue el gran día de Foals, que soltaron otro concierto para recordar.
Os dejo con algunos vídeos que he grabado con la camarita. Sigo pensando que es la mejor compra que hemos hecho en bastante tiempo. Eventualmente, a lo largo del día, Belén hará un anexo con sus impresiones del Rock Werchter, pero solo cuando tengamos más tiempo. Ha conducido como una jabata el último día y medio y está molida, la pobre.
Estuvimos en Bruselas antes de volver (brevemente) a Barcelona. Tampoco nos dio tiempo a hacer gran cosa, la verdad. Visitamos la Grand Place, que es una obligada parada en Bélgica - o bien si te gustan las plazas bonitas, con clase e historia.
Nos fuimos con tiempo al aeropuerto y el alto octanaje de la cerveza belga, unido al retraso de nuestro vuelo de vuelta - Vueling es cada vez más Ryanair pero con aviones moteados - hicieron que pillase un pequeño pedo y que intentase asustar a un asiático con resultados altamente lamentables. El tipo ni se inmutó.
Una vez en el avión nos enteramos que el vuelo anterior había sido cancelado. En una locución histórica de verdad, el piloto estuvo cinco minutos rajando de las normas de la compañía, invitó a la gente a que hiciese reclamaciones y no salió a dar un discurso motivador porque, en fin, tenía que pilotar el puto avión. Fue altamente bizarro.
La siguiente parada iba a ser - y ha sido, porque vamos un poco retrasados con el blog - Laguardia, Álava. Primer día de nuestro road trip cañí por la península y que nos llevará a Valladolid, Salamanca y Mérida, entre otros sitios. La cosa promete. Vale, no es Estados Unidos ni Asia, pero seguro que es divertido.
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