viernes, 4 de julio de 2014

Adiós Croacia, hola Bélgica - Rock Werchter







Alerta inicial: en esta entrada de blog habrá más tacos que en las anteriores, delirios de estrellas del rock and roll y un toque un tanto escatológico. Llevo cinco entradas de blog hablando de lalalá, lililí, qué bonito es esto, qué bien lo estamos pasando... y el caso es que seguimos pasándolo muy, muy bien pero las circunstancias de los últimos dos o tres días hacen que cambie un poco el discurso.

Todas las entradas de esta semana van dedicadas a nuestro amigo Seluk, que no ha podido venir al Rock Werchter pero que viaja con nosotros hasta el lunes. ¡Grande, Seluk! 




Salimos de Croacia el 1 de Julio viendo una vista espectacular del casco antiguo de Dubrovnik que nos obligó a parar el coche en un sitio un poco peliagudo para hacer unas fotos. Luego nos dimos cuenta que había como 10 o 15 miradores en los que se podía aparcar sin problemas, pero en fin, a lo hecho, pecho. Nos costó un poco devolver el coche en SIXT, porque, entre otras cosas, la tía que llevaba la devolución era una inútil total. Acostumbrados a la cortesía y amabilidad de nuestros amigos, gente civilizada, muy viajada y con la que se puede hablar de todo, encontrarnos con esta paleta borde y miserable fue lo peor del viaje. Belén ha mandado un email muy simpático a SIXT al respecto para que quede constancia. Ella es cliente platino. Ella tiene el poder. Belensito es poderosa, Belensito tiene el poder.

Pensaba cambiar dinero al pasar el control, me quedaban unos 150 EUR, pero oh sorpresa, todo lo que quedaba tras la obligada tortura de tirar líquidos, sacar el ordenador, quitarte el cinturón y que te cacheen como si fueses un puto delincuente fue.... una tienda enorme de duty free, una joyería y una cafetería. Fui a información y la expuse mi caso:

- Oiga joven, soy el Javi. Verá, que me he quedado con como 1000 kunas y quería cambiarlas a Euros. ¿Me indica usted, gentil caballero, dónde cojones puede efectuar tal transacción?

- Pues la tendrá que hacer usted en España si tiene cojones, amigo, porque aquí no hay ningún banco y tampoco se puede volver para atrás. A ver si pensabas que esto es España, pedazo de gilipollas.

- Muchas gracias, caballero. Me cago en usted.

- Igualmente, hombre. Que siga teniendo un día de mierda.

El caso es que sí que cambian kunas en el aeropuerto de Barcelona pero el cambio que te hacen es ridículo y te hace perder entre el 25 y el 30% de la pasta. Total, que tomé la unitaleral, acertada y salomónica decisión de gastarme toda la pasta en el duty free. Dado que no había carteras de hombre ni nada medianamente atractivo, decidí gastarme toda la pasta en alcohol. Un par de botellas de licor de frutas para mi padre, que siempre las saca a los invitados, dos botellas de ginebra y una de Jack Daniel's. Se da la circunstancia de que puedes embarcar hasta 10 litros de alcohol desde Croacia a cualquier país siempre que no cambies de aeropuerto o algo así, que no era el caso. Y ahí salimos, como estrellas del rock, por la puerta grande y con solo 96 kunas que gastamos en dos aguas y dos cocacolas. Costó eso, 96 kunas. La pasta que nos faltaba. Un 10 para la organización, qué cojones.




Nos creíamos los amos del lugar pero al final la realidad siempre supera la ficción. Cuando parecía que lo habíamos visto todo, nos tocó delante nuestra en la cola del check-in un tipo neozelandés con un libro antiguo y un embudo. Tal y como suena - nos permitió hacerle una foto y le explicamos un poco de qué iba el blog. Resulta que el embudo es para beber - omití recordar que habíamos comprado cinco botellas de alcohol porque nos podía hacer una demostración del invento y los neozelandeses beben como cabrones. Conocimos a unas señoras mayores, probablemente del Opus Dei, que fueron muy simpáticas conmigo hasta que confesamos que habíamos hecho semejante compra alcohólica. Obviamente me dio por exagerar y decirles que las iba a abrir allí mismo en el avión y que si querían un cubata que hablasen conmigo.




Tras un par de días en Barcelona y una cena muy agradable con dos amigos - los dos Pablos - pusimos rumno al Rock Werchter ayer, día 3, a las 4:45 de la mañana. Perdimos el primer tren a Leuven, que se fue literalmente - pero LITERALMENTE - en nuestra puta cara. El Werchter es un gran festival pero hay que coger un autobús de la organización y andar un kilómetro y medio para llegar al recinto. Una vez allí todo es más fácil pero el caminito al sol es un coñazo. 





Vimos tres conciertos completos - The Wombats, Damon Albarn y White Lies, excelentes los tres, sobre todo White Lies, que los tenía como un grupo bastante soso y han ganado enteros para mí. Placebo estuvieron muy bien el rato que los vimos y Miles Kane fue un peñazo. Los dos platos fuertes eran Metallica y Skrillex, pero no nos gusta ni el heavy ni el dubstep, así que nos fuimos. Tras 18 horas despiertos estábamos agotados, muertos, y si no te gusta el heavy, un concierto de Metallica es tan infumable e insoportable como ver a Rajoy leer el Quijote entero.

Subir vídeos es casi imposible aquí pero he conseguido que tengáis este temazo de The Wombats, Kill the Director - y tambíén uno de Placebo, For What It's Worth. Nuestra nueva y pequeña cámara compacta va como un tiro. Pedazo de compra.







Hoy tocan Arctic Monkeys, pero tampoco hay grandes actuaciones en el inicio del día, así que hemos visto la ciudad de Leuven, que tiene un centro histórico espectacular... y uno de los monumentos más extraños que existen - una gran aguja de coser con una mosca gigante pinchada encima. 





¿Qué significa? No lo sabemos. 




Hemos degustado uno de los platos nacionales - mejillones al vapor con verduras y patatas fritas. Suena a guarrada, pero está muy bueno - te lo traen en una cacerola y los preparan con de todo - apio, cebolla, vino blanco. Estábamos degustando el manjar, en un momento de paz y armonía, cuando irremediablemente he soltado la bomba y nos hemos empezado a descojonar de risa.

- Joder, Belén, con tanto apio... cuando llegue a la habitación voy a pegar una ñordada que ni el Gigante Verde.

A partir de ahí, caos. Que el Gigante Verde vive en el mismo sitio que el pobre infeliz ese de la carretilla de espárragos, que el Gigante Verde los tiene atemorizados a todos los del pueblo con sus cagadas, siempre con olor a guisantes, que si el Gigante se caga encima de la carretilla...

- ¡¡¡SPLASH!!!

+ ¡Eh, Gigante! ¡Hijoputa!

- Ho, ho, ho... Jódete, enano cabrón. En toda la carretilla. 

Total, que tras 10 minutos llorando de risa se me han ido los mejillones por mal sitio y casi no lo cuento. Por cierto, me he lavado las manos dos veces, me he duchado y sigo oliendo a apio.

Seguramente no haya más entradas de blog hasta que volvamos a España. Será un gran festival, aunque parece que lloverá a mares sábado y domingo - esperemos que no sea así. ¡Buen fin de semana a todos!

1 comentario:

  1. esta es la mejor explicación que he encontrado a tan curioso monumento segun san gugel jjijiji:

    This giant bug-on-a-pin rises 23 meters above the courtyard of the Historic University Library in Leuven in Belgium. The work of Belgium artist Jan Fabre, represents the exact beauty and perfect working mechanism that a insect�s body and a timepiece have in common.

    y por lo que veo la ciudad esta petadita de monumentos bastante curiosos, la presentan como ciudad universitaria por excelencia, el monumento al estudiante es una fuente con un chico aguantando el libro que lee con una mano y con la otra como si estaría tirándose un baso de agua por encima, (quien dice agua dice kalimotxo, vino, whisky etc... jajjaja)

    se ha ido ya el olor a apio??? los mejillones desde luego tienen una pinta de escandalo!!

    a disfrutar pareja!!!! un besooooooooo

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