viernes, 16 de febrero de 2018

Día 2: Tour de Force por Los Angeles





Hola a todos desde Los Angeles. Debo decir que el jet lag nos está pegando fuerte y empiezo a escribir esta entrada de blog muerto de sueño, a seis horas de levantarme para ir a una cumbre tecnológica de la NBA... y sentado en el suelo del cuarto de baño para no molestar a Belén. Ella lleva el jet lag mucho mejor que yo, durmiendo más y mejor. Adicionalmente, yo estoy yendo al servicio más de lo que me gustaría. Os ahorraré los detalles escatológicos.












Nos hemos despertado antes de las seis de la mañana y poco despues estábamos en ruta hacia un sitio donde se hacen las mejores fotos del cartel de Hollywood. Es un sitio poco turístico al que se accede por una carretera infernal y que si no es por Google Maps, por allí no pasa ni el Coche Fantástico. Es una carretera muy estrecha, que pasa por un montón de casas desvencijadas con unas curvas infernales que harían que los ciclistas se cayesen de culo. Ha merecido la pena, porque las vistas son bastante buenas y además está cerca del Observatorio Griffith, segunda parada del día de hoy. Muy buenas vistas de Los Angeles, eso sí, dejando ver que el centro tiene más polución de lo que debería. Si eso es lo que se respira aqui, mejor vivir en otro sitio. No entramos en el Observatorio - estaba cerrado, era muy temprano - pero las vistas merecieron la pena.










Hemos ido al barrio más pijo de Los Angeles y hemos entrado en el hotel donde se rodó Pretty Woman, el Beverly Wilshire. Lo acojonante es que Belén lo ha reconocido sin que nadie le dijese nada. Tantas reposiciones de la peli han dejado huella, está claro. Un error de cálculo mío (tengo que recoger las entradas mañana, no hoy) ha hecho que estuviésemos esperando un buen rato. Hemos desayunado en un sitio llamado Walter's que estaba bastante bien. Una vez que estaba claro que lo de las entradas era mañana se nos presentaba una duda - volver o no al hotel. Francamente, de haber vuelto habría dormido 18 horas seguidas, así que decidimos seguir nuestro camino hasta el Paseo de la Fama. Es interesante, pero no mata. A Belén le han hecho una entrevista por la calle sobre los abusos sexuales en el mundo de la publicidad y el cine. Hay que decir que se puede aparcar en el mismo recinto que el Dolby Theater - el hogar de los Oscars - por muy poco dinero. De hecho, allí hay un centro comercial y estaba a punto de llegar James Harden, pero pasamos de esperar a ese hombre barbudo.







Seguimos al ruta hasta Amoeba, la tienda de discos más grande del mundo. Era consciente que no me podía quedar toda la parte, así que solo eché 45 minutos dentro de ese gran templo musical. Uno de los grupos más esperados en el Primavera Sound, Car Seat Headrest, tocaban a las 18:00. Comimos en un lugar llamado Tender Greens. Es un sitio de comida sana pero coño, es que los americanos son muy exagerados. Comida sana, sí, pero como para alimentar a un pueblo entero. No hay quien coma tanto, joder. Despuès fuimos a un mercado de granjeros más o menos cercano. Todos estos sitios funcionan igual - puedes sellar el ticket del parking comprando algo, pero los precios suelen ser desorbitados. Vimos una tienda con cientos de salsas picantes, incluyendo la que dicen que es la más cabrona de todos los tiempos. A ver quién tiene cojones de comprarla, porque yo paso.

Pasamos por un par de centros comerciales sin pena ni gloria, salvo por nuestro encontronazo fortuito con David Hasselhoff en un ascensor. Era él claramente pero claro, con 7 personas más en el ascensor, no era plan de decirle que éramos españoles y que vaya mierda de canción en español que cantó en su época. No serían los únicos famosos que veríamos, claro. Por la noche teníamos un concierto de Fran Healy, el cantante de Travis, en una pequeña sala llamada Largo. Resulta que es un recinto con un bar de puta madre y que es una fiesta organizada por Jeff Garlin, el tipo ese que sale en The Goldbergs y la serie de Larry David, Curb Your Enthusiasm. Resulya que Healy solo tocó tres canciones y que antes aparecieron un montón de invitados sorpresa, encabezados por Adam Sandler y Zach Galifaniakis (el barbudo de la saga de Resacón en Las Vegas). No nos dejaban hacer fotos, así que os lo tendréis que creer. La cosa es que yo iba a ver a Fran Healy y me supo a poco, por muchos famosos que hubiesen en el escenario. Fuimos a cenar a Canter's, un deli que abre 24 horas recomendado por un par de amigos. Un sitio muy auténtico, nos gustó bastante. 




Me muero de sueño. Encima de estas sentado con las piernas cruzadas en el suelo del cuarto de baño tengo las dos piernas dormidas y el culo frío. Voy a arrastrarme como pueda a la cama como lo que soy: un vil gusano. Mañana más, y mucho más baloncesto, seguro. Pueden dejar sus comentarios aquí abajo, gracias. 

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