domingo, 13 de febrero de 2022

Día 1: Llegada a New York combatiendo el jet lag




¡Hola a todos desde New York! Parece que hemos cumplido con el primer objetivo, que es manejar bien el tema del jet lag. Ahora tenemos uno nuevo: no coger una pulmonía, porque está nevando y la verdad, no estamos muy acostumbrados a esto. Cuando se viaja hacia el Este - hacia la izquierda del mapa, para los no iniciados en los puntos cardinales - lo suyo es no dormir. Aguantar como un jabato y dormirte a una hora prudencial. En nuestro caso, fueron las dos de la mañana, seis horas más en España, debido a una serie de retrasos que ahora detallaremos.

Otra cosa importante es viajar con ropa cómoda. En viajes intercontinentales, el chándal es el rey. Ya lo sé, es poco glamuroso entrar en Estados Unidos en chándal, hasta que ves las pintas de los demás y te das cuenta de que o hay muy poca clase en el mundo, o todo el mundo quiere ir cómodo en un avión. Supongo que será un poco las dos cosas.




Empezamos el día fuerte. Íbamos a hacer un brunch con aguacate, huevos fritos y demás, pero se nos echó el tiempo encima y acabamos en el Burger King del aeropuerto. Hacía mil años que no comía en el Burger King y la hamburguesa me sentó como una patada en los cojones. De todos modos mis problemas no eran nada comparados con los de Belén, que entró por inercia en una espiral de estrés y destrucción. Algo así como cinco minutos antes de embarcar se dio cuenta que su maleta no cerraba, así que rápidamente contrató a un muchacho que la envolvió como si fuese una bocadillo gigante. Justo al llegar al check-in se le cayeron los papeles.




Después, en el control de seguridad, tuvo la mágica combinación de una segurata borde y una señora detrás que le quitaba las bandejas. No le ayudó, aunque no es cosa mía del todo, el hecho de que normalmente tarde mil años en pasar el control, y esta vez tardase 30 segundos - no llevaba ordenador, ni cinturón, ni nada. Fue al duty free a comprar unas cosas y resulta que ya no es relativamente barato, ahora dan las mismas hostias que en el resto del aeropuerto de Barcelona. Al llegar al Burger King, se cayó su bolsa al suelo. Tuvo que tomarse una pausa más que necesaria para romper la dinámica.





Una vez en la cola del avión a Lisboa, sorpresa: un tío que estaba 5 metros delante nuestra se presentó en el aeropuerto con un test positivo de antígenos, CON DOS HUEVOS, MI AMIGOWWWW. Se quejó bastante de no poder subir al avión mientras la gente huía despavorido de él, claro. El vuelo a Lisboa no fue muy agradable. Teníamos un ibicenco delante con el que nos hemos tropezado 50 veces en dos horas, y su amigo, justo delante mío, con tics nerviosos y una verruga en el cogote. Lo más gracioso fue la cortina de separación de business, quizás la más ridícula de la historia. Una vez en Lisboa, hicimos un café con pasteles de natas y una copita de Beirao. En Lisboa, el duty free no requiere la exploración anal a la hora de pagar. Precios populares, vaya.














Hacía un calor demoníaco en el aeropuerto, y en el avión a New York. También hemos pasado frío y claro, hoy en día, a la que toses, piensas que tienes el COVID. Durante el vuelo había que estar despiertos y me vi tres películas, No Time to Die de James Bond, que no nos gustó (la vimos a la vez) y dos pelis de temática neoyorkina, Uno de los Nuestros y Annie Hall. Al llegar al aeropuerto de Newark, tuvimos que hacer cola durante una hora para pasar el control de pasaportes. Eso sí, lo pasamos en 40 segundos cada uno porque el poli estaba ya hasta los huevos. Cogimos un Uber y nos atendió el recepcionista Carlos, venezolano, aquí en el U Hotel. La habitación es correcta y las vistas espectaculares. Hay que agacharse un poco, pero se ve el Empire State Building desde aquí. La foto es desde la puerta del hotel. 




Por supuesto, hemos caído como un tronco y dormido bastante bien, porque llegamos completamente en las últimas. Nos sorprendió abrir la puerta y no ver al ibicenco cincuentón. Estuvo cortándonos el paso y dándonos la brasa durante horas, el muy hijoputa. Supongo que la sensación de alivio nos ayudó a dormir.

Y hoy, a patear la ciudad. Luego os contamos cositas.

Javi

Ya sabéis, los comentarios son bienvenidos y apreciados. :)

8 comentarios:

  1. Ay!!!! Qué envidia, y qué ilusión que por fin podáis hacer un viajecito, y transportarnos al resto allá con vosotros!!!!!

    ¿Con qué reto nos vais a sorprender? 😘😘😘😘

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    1. Hola Zuri. Pues esa es una buena pregunta. Aparte de la conexión en directo no tenemos pensado algo.

      Aceptamos sugerencias, por supuesto. Y sí, es maravilloso volver a viajar. Y si lo podemos compartir con el resto, mucho mejor, la verdad.

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  2. Estamos monitorizando comentarios, así que esto es una prueba.

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  3. Ay, qué chulo el viaje, qué chulo el blog y qué chulo volver a veros de aventura en aventura! ����

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    1. Y qué chulo que lo sigas con tantas ganas. Eso nos retroalimenta a nosotros. Nos dan ganas de escribir más y más. :)

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  4. Me alegro mucho de leeros viajando!!!

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  5. ¡Muchas ganas de veros, Mario! Espero que pronto.

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