martes, 30 de julio de 2024

Instagram takeover y bolsas de viaje

Hoy vamos a hacer algo distinto, ¿por qué no? Belén y yo hemos hecho varios vídeos sobre nuestra bolsa de viaje. Pensaba hacer solo dos vídeos pero he tenido un accidente que ya veréis y he hecho tres. Belén ha hecho nueve.

Os dejamos con todos los vídeos, en orden. No os perdáis lo meticulosa que es Belén a la hora de hacerse la bolsa. No es mi caso, soy bastante más descuidado… Esto es un test, nos interesa vuestra opinión.


























Volveremos a la programación habitual mañana, con más texto y menos Insta. Bueno, salvo que lo petemos. ¿Qué os ha parecido?

¡¡¡NOS VAMOS PASADO MAÑANA!!!

lunes, 29 de julio de 2024

Pequeña guía para viajes intercontinentales



Hola a todos aún desde Barcelona. Estamos ansiosos porque llegue el jueves y nos vayamos a la otra parte del mundo. Son días extraños, porque los dos tenemos mucho que hacer en nuestros trabajos pero a la vez, tenemos la cabeza en las excursiones que vamos a hacer, los viajes y en estar el jueves bien temprano en el aeropuerto para evitar mierdas. Los días de tránsito son de los que más juego dan en Aventura Global, tanto a la ida como a la vuelta. Para mejorar la calidad del blog deberíamos estar haciendo vuelos de 10 horas cada día durante un mes. A los 10 días el nivel de insultos, improperios y barbaridades que íbamos a soltar por aquí podría inspirar una sitcom de puta madre. 




Os cuento el trayecto de ida: salimos el día 1 hacia Istanbul, donde hacemos un stopover de tres horas. Allí nos espera nuestro amigo Kerem, que trabaja en el aeropuerto casi todos los días y por tanto tiene acceso a la zone esta de tránsito en la que realmente no estás ni en Turquía ni en ningún lado, solo en un limbo lleno de tiendas y restaurantes. Ver una cara amiga en estas circunstancias siempre viene bien, y si es la de Kerem mucho mejor. Para los no iniciados en el blog, Kerem y yo compartimos habitación en Inglaterra en 1991 y seguimos siendo amigos 33 años después.




De ahí nos vamos a Kuala Lumpur. Bueno, a ver qué cojones pasa, porque la última vez que hicimos un vuelo juntos con Turkish Airlines dirección Asia (no sé si era Pekín o Seúl o algo así, tendría que mirar el blog, que para eso está) tuvimos un retraso de 12 horas. En aquella ocasión Kerem nos salvó dándonos entradas para una sala VIP, aunque creo que la habríamos comprado igualmente porque pocas cosas hay más desesperantes, asquerosas, indeseables y desesperanzadoras que estar tirado 12 horas en un aeropuerto, por muy bueno que sea. El vuelo a Kuala Lumpur es de 11 horas o así y llegamos supertemprano, rollo a las siete de la mañana.

Hemos decidido pasar noche en Kuala Lumpur porque la combinación hasta Sydney nos hacía tener que estar mil millones de horas en el aeropuerto y salir de allí en 2067 más o menos. Belén ha tenido a bien contratar un masaje en Kuala Lumpur para hacer tiempo antes de ir a la habitación. Hemos pillado una habitación cerca de las Torres Petronas porque literalmente no hay nada más que ver. Las Petronas tienen un centro comercial muy potente en su interior, con un casino y un food court realmente bueno. El hotel tiene piscina y dado que nos vamos directamente al invierno austral (en Queenstown están a cinco grados bajo cero) estará bien bañarse casi por primera y única vez en todo el mes.




El día 3 llegamos a Sydney tras un vuelo de ocho horas con AirAsia. Hemos tenido buenas y malas experiencias con AirAsia en el pasado, a ver qué carajo pasa ahora. Sugerí en Twitter hablar un poco de qué hacer en viajes transcontinentales, así que aquí van unos cuantos consejos (seguramente Belén tendrá otros distintos).




1) Llevar un antifaz para los ojos y unos tapones para los oídos: el avión emite un zumbido bastante bestia a según qué alturas, así que si no estás viendo película… lo suyo es taparse bien los oídos e intentar dormir un poco. Lo del antifaz va a gusto, yo soy de los que necesita oscuridad total para dormir. Más negro que los cojones de un grillo.




2) Muy importante: tener en cuenta a qué hora llegas para evitar el jet-lag. En nuestro caso, volamos 10 horas para llegar a las siete de la mañana. Hay que intentar dormir mínimo seis de esas horas. Cuento con mi amigo Kerem para que me emborrache un poco, que es de las cosas que mejor sabe hacer, por eso tenemos una amistad tan fuerte y duradera. No descarto tomarme alguna pastilla para dormir nada más acabar de cenar. Los vuelos largos intentan regularizar el tiempo de sueño, apagando todo a saco. Sobar es lo suyo. Son muchas horas y sobar te evita muchos contratiempos.





3) Lleva comida extra. Joder, es que son 10 horas y hay aerolíneas que son más agarradas que los puños de la camisa de un camarero italiano. Aunque te den de comer, seguramente no será suficiente. Pilla frutos secos, algo envasado al vacío y monta tu propio picnic en el avión. Recuerda: hay países como Australia en los que no se puede entrar comida de fuera. O sea, no vayas dirección Sydney con 20 blisters de jamón serrano o acabarás invitando a medio avión. Por cierto, aprovecho para aclarar que no tengo nada que ver con la marca de frutos secos Gancedo. 

Ojalá, pero no. 

Mañana o pasado iniciaremos ronda de vídeos con un vistazo a la bolsa de mano de ambos. Tenemos 23 kilos de equipaje cada uno y al menos en mi caso, estoy teniendo verdaderos problemas a la hora de meter todo lo que necesito. Sí, voy a aprovechar el viaje para desfenestrar ropa que ya no me pongo, o que nunca me he puesto. ¿No tenéis alguna camiseta en vuestro armario que os queda mal o simplemente es un horror? Yo sí, y se van a ir todas al mismísimo carajo.

¡Un día menos para irnos!

PS: Un buen amigo nos ha ofrecido migrar el blog a un sitio un poco más decente, para que leer nuestras aventuras no conlleve un viaje en el tiempo a 2010. Lo haremos, pero a la vuelta de vacaciones. New-look Aventura Global, bitches! 

miércoles, 17 de julio de 2024

Preparándonos para Nueva Zelanda: es oficial




Hola a todos. Es el momento de abrir la temporada del blog definitivamente. A partir de ahora, intentaremos escribir un poquito casi cada día, explicando los preparativos del viaje a Nueva Zelanda.






Estaremos 25 días entre Australia y Nueva Zelanda y no hay ni un concierto decente en todo ese tiempo. Vamos a ver, ¿cómo se divierte esta gente? La verdad es que en ese sentido hemos tenido mala suerte: grupos que ya hemos visto muchas veces en Barcelona, grupos que han venido a Barcelona y no los hemos visto (y por tanto no haremos el esfuerzo ahora) y cosas así. No me preocupa porque Junio y Julio han venido repletos de conciertos. Ha sido una auténtica pasada.







Voy a ir cronológicamente desde la Final Four de la EuroLeague, que fue en Berlín y tuvo bastante éxito. Como siempre, Belén disfrutó más que nadie del evento. En mi caso, la vuelta a casa de la Final Four enlazaba con el principio del Primavera Sound. Literalmente llegué a mi casa a las 19:30, solté los bártulos y me fui a ver a los Cranes al Apolo. Tal cual. Musicalmente hablando no fue el Primavera Sound que recuerdo ni de lejos, pero sí es en el que mejor me lo he pasado, y al final eso es lo que importa. El concierto de Pulp fue una pasada y grupos como The Lemon Twigs, Royel Otis o The Last Dinner Party estuvieron muy bien, pero fue la gente que me rodeó lo que lo hizo especial. Hasta el concierto de Cloudburst UK estuvo decente. Vamos mejorando.






Uno de los platos fuertes del mes fue ir a Manchester a ver a Liam Gallagher tocando el primer disco de Oasis, Definitely Maybe, que cumple 30 años en 2024. Fui con mi amigo Marko, ex jugador de baloncesto y gran fan de Oasis. Llevábamos queriendo hacer algo así desde hace muchos años y por fin lo conseguimos. Hablamos durante horas de mil cosas y a mí me dio tiempo a escaparme al Salford Lads Club, el local que sale en la portada de un famoso disco de The Smiths, The Queen Is Dead. Luego me enteré que había una exposición de britpop en el sitio y que el propio Liam podría venir, aunque yo no lo vi por ninguna parte. Eso sí, a los pocos días me contestó en Twitter para cachondeo de prácticamente toda la gente que conozco.










Tras un concierto muy potente de Rival Sons en el Apolo, Belén y yo nos fuimos a un hotel rural perdido cerca de Girona cuya identidad, de momento, no vamos a revelar aquí por miedo a que se masifique. Sí, amigos, soy así de hijo de puta, no lo puedo evitar. Solo os diré que es el mejor hotel al que he ido en España. Fui a ver a The Pretenders en un festival pijo en Pedralbes con un público aburrido e insoportable. Un gran concierto arruinado por un puñado de pijos vagos y una organización que solo sabe poner sillas por todas partes. Al día siguiente vimos a The Divine Comedy en el Poble Espanyol, qué clase tiene Neil Hannon. Estuvimos en el VIDA Festival, festival con cartel dudoso y prestaciones maravillosas. Solo había un grupo que me gustase mucho, pero RIDE estuvieron de 10. No nos cae bien la organización del VIDA, son bastante snobs, pero el festival está bien, a ver si aciertan con el cartel el año que viene. La maratón de conciertos de Julio acabó con Pearl Jam en el Palau Sant Jordi, Garbage en el Razzmatazz y Arcade Fire en la Plaza de España de Sevilla. Sin duda alguna, uno de los conciertos más espectaculares en los que he estado: gran banda, mejor escenario.




En fin, al turrón, que me enrollo mucho. Tengo que decir que vamos a dar mucho espectáculo en Nueva Zelanda. El planteamiento del viaje es ir como si fuese la única vez que vamos a ir en nuestra vida. Nos hacemos mayores y es posible que sea verdad, aunque nunca se sabe, todo el que ha ido a Nueva Zelanda ha flipado muchísimo. Vamos hacer todas las excursiones posibles, tantas como 13 o 14. Hay una que está pendiendo de un hilo, que es la visita al Wai-o-Tapu Thermal Wonderland. Es un sitio espectacular pero me han dicho que huele a azufre que tira para atrás. Supongo que iremos igualmente aunque solo sea para hacer cachondeo en el blog. Aparte, no he sido capaz de sacar las entradas online, lo cual me tiene más mosqueado que a Santiago Abascal en un desfile del Orgullo Gay.



Quedan cuatro flecos, la verdad. Nada del otro mundo, un visado para entrar en Malasia que solo se puede sacar 72 horas antes porque son tercermundistas, básicamente, y pillar una tarjeta SIM cuando llegue a Nueva Zelanda para hacer el gilipuá por las dos islas. Me han dicho que la mejor forma de hacerlo es nada más llegar, en el aeropuerto, así que es lo que voy a hacer.

Belén está preparando el viaje a conciencia, con un montón de gadgets y cachivaches que se va a llevar para el camino. Haremos un vídeo en la próxima entrega del blog, que será un día de estos. ¡En nada estaremos de camino!