lunes, 27 de mayo de 2019

Verano 2019 y escapada a Manchester

Hola a todos desde Barcelona. Coño, ahora que lo pienso, aún no hemos explicado dónde vamos a ir este verano, así que haremos este blog mitad y mitad. Primero hablaremos de nuestro destino en Agosto, y después de los dos días que hemos pasado en Manchester que, por cierto, es bastante más bonita de lo que uno podría pensar. Uno se ha pasado la vida entera escuchando a grupos como The Smiths, Joy Division y Doves hablando de lo deprimente que es Manchester, y la otra mitad escuchando a The Stone Roses y Oasis, que cantaban sobre la esperanza de un futuro mejor, entiendo que fuera de Manchester, que era una mierda. Nada más lejos de la realidad, la verdad. 




En fin, tenemos que volver al punto de partida, que es el final de las vacaciones del año pasado, recién aterrizados de Hong Kong. En un arranque sin precedentes, Belén decidió empezar a buscar alternativas para Agosto de 2019 y encontró un apartamento en Hvar, Croacia, por unos 400 EUR durante 15 noches. Oferta realmente cojonuda - el apartamento es pequeño pero nosotros somos muy fans de Hvar, estuvimos hace dos años y en Croacia lo pasamos como casi en ningún sitio. Total, que decidió reservarlo con opción de cancelación gratuita, pero hemos decidido mantenerlo. Las corazonadas suelen salir bien, y en Hvar no hay nada que perder. Hay barquitos pequeños que van a distintas islas, y podríamos perfectamente bañarnos en 15 playas distintas durante las dos semanas que estaremos allí. Hemos pillado una excursión que nos lleva a una cueva azul bastante peculiar. Ya puestos, estaremos un par de días más en Croacia, dirección Zadar. Tenemos muchos amigos allí y muchas ganas de volver a ver ese atardecer brutal. De los mejores que hemos visto - no podría decir el mejor, pero sí de los mejores.

Una vez que teníamos esto resuelto, y sabiendo que los años impares, en los que no toca viaje transoceánico, hay que ir un poco a Urbasur, teníamos el reto de ver cómo coño íbamos desde Croacia a algún sitio y después ser capaces de llegar a Lepe (que está a pocos kilómetros de Urbasur) sin tampoco meternos en vuelos con conexiones, retrasos, follones y putadas así. Ahí me tocaba a mí ofrecer alternativas. Hay varios sitios que tenemos en el radar desde hace tiempo. Por ejemplo, no vamos a Roma desde 2005 y yo solo he ido esa vez. No hemos estado en Budapest, pero no fuimos capaces de encontrar una combinación Budapest - Lepe que no implicase recorrer varios aeropuertos alemanes. Lo mismo con Atenas, que yo he estado muchas veces pero que Belén no conoce, volver implica pasar mínimo por Madrid, y no. Muy caro. 




Al final, mirando esto y lo otro, vimos que la opción ideal era Escocia. Había un vuelo Split - Glasgow muy económico y encima tocaban Madness en Edimburgo el día que llegábamos. De puta madre, pensé, entrando en Escocia por la puerta grande, con un concierto lleno de hooligans sesentones. Seis días después había un vuelo Glasgow - Faro más barato incluso, 33 EUR por persona, unos 60 con las maletas. Faro es el aeropuerto más cercano a Lepe que hay, unos 90Km, así que todo cuadraba. Belén ha hecho una ruta que nos lleva de Glasgow a Edimburgo, y de ahí a Inverness, pasando por todos los sitios típicos - destilerías de whiskey, castillos, paisajes, etc - y durmiendo en sitios curiosos: desde una habitación en la parte de arriba de un pub pasando por un apartamento en el borde de Lago Ness, finalizando por un sitio muy señorial con caballerías, salones de té y su puta madre, que seguramente ande por allí toda estirada mirándonos como si fuésemos mierda, la hija de la gran puta. Ya os informaré de esto último cuando llegue, no lo tengo claro. 



Luego estaremos unos días en Urbasur haciendo lo que se hace allí: nada, mayormente. Paz, tranquilidad y unas siestas en las que es probable que estemos clínicamente muertos durante unos minutos. Ese es el nivel de profundidad de sueño que se alcanza en ese bendito sitio. Por las mañanas es más chungo dormir porque pasa el panadero a las 10 de la mañana. El panadero va en una camioneta con un altavoz muy potente, alta tecnología, probablemente sacado de algún laboratorio de alta fidelidad aplicada a joder a las personas humanas. Solo dice "PANADERO" pero resuena en todo el puto vecindario. Lo hemos intentado todo: pedirle que se calle, hacer una lista de clientes a las que acuda cada mañana sin el altavoz, rociar la camioneta con aceite hirviendo, arrinconar la camioneta, levantarla en peso, subirla en un carguero y tirarla al mar a medio camino entre La Antilla y New York... pero el cabrón del panadero resurge como el Ave Fénix, con el altavoz cada vez más alto. Menos mal que a la hora de la siesta no pasa. A lo mejor está relacionado: el panadero y las siestas apocalípticas. 










En fin, a lo que íbamos: Manchester. Nos cambiaron el vuelo y salíamos dos horas más tarde, pero fuimos capaces de coger un tren a las 14:17 y llegar a la sala de conciertos antes de que Jesus Jones aparecieren por allí a las 15:15. Hicimos cuentas rápidamente: el UBER en distancias pequeñas vale 3 libras, y el billete de autobús, 1.80 libras por persona. Esto quiere decir que coger el autobús es una gilipolles si puedes llegar antes y más barato en coche. Eso hicimos: llegamos a Oxford Road, cogimos un UBER, hicimos check-in en nuestro muy peculiar hotel llamado Verdene y pillamos otro UBER al Manchester Academy para un largo día de conciertos. Jesus Jones y The Bluetones estuvieron muy bien, hasta que llegaron The Wonder Stuff y arrasaron con todos a base de temazos, buen rollo y un sonido impecable. Vale que son uno de mis grupos favoritos, pero aún no siendo objetivo, el concierto fue un 10 rotundo, por la implicación del grupo y también de su fiel público. Más vale que ponga un par de vídeos para que veáis de lo que estoy hablando, incluyendo su hit más conocido, The Size of a Cow. Y un vídeo de Jesus Jones, de regalo. 


















Tras el concierto volvimos al Verdene a dormir. Como siempre, Belén durmió de puta madre, a pierna suelta, y yo dormí como el auténtico culo. Al día siguiente llovía bastante pero eso no nos frenó a la hora de conocer Manchester. Nuestra primera parada fue el Salford Lads Club, edificio que sale en la portada del disco The Queen Is Dead de The Smiths, y lugar emblemático para los fans del grupo. Llovía, pero Belén me hizo unas cuantas fotos allí, para mí es un sitio mítico. De allí cogimos otro UBER para la catedral de Manchester, que es anglicana. Llegamos a la puerta y había un hombre que nos paró con la típica señal de stop con la mano.

- A ver, ¿qué te crees, que eres policía? Déjame entrar en la Catedral, hijoputa, cabrón, hay que ver lo maleducado que eres.

+ Lo siento, mi jipioso amigo. Ni usted ni su bella mujer con ese chubasquero naranja tan hortera pueden pasar, porque hay un bautizo y es un evento privado, a no ser...

- A no ser...

+ A no ser que ustedes vengan al bautizo, claro, que es improbable dadas sus pintas de pobres mojados, pero podría ser.

- Coño, yo conozco a la madre de uno de los niños que se bautiza, ¿sabe? Mi primo hermano fue camarero en Magaluf el año pasado y me consta que su despedida de soltera fue allí. Mi primo invitó a chupitos a toda la peña u no está seguro a cuál de ellas se folló, pero bien podría ser la madre del niño. COÑO, QUE PODRÍA SER SU TÍO SEGUNDO Y USTED AQUÍ PONIÉNDOME LA MANITA PA QUE NO PASE. QUE SOY FAMILIA. APARTA, SEGURATA DE MIERDA, DEJA PASO A LA REALEZA.






Total, que pasamos. No teníamos prisa, así que nos tragamos el 80% de la misa, que es calcada a la católica. Vimos el bautizo de los dos niños, que fue un momento bonito. Por cierto, ninguno de los dos se parece a mi primo, pero bueno, tampoco ha trabajado nunca en Magaluf, así que es improbable que fuese su hijo. Tras reponer fuerzas física y espiritualmente fuimos al Primark y de ahí a una librería antigua, la John Rylands, de entrada gratuita y que merece mucho la pena. Recomendadísima. A la vuelta nuestro tren se escacharró y nos quedamos tirados en un punto intermedio entre Manchester y Liverpool llamado Irlam. No haremos una odisea de algo que no lo fue. Buscamos a unos pollos que iban cerca del aeropuerto, llamamos a un UBER y nos costó 19 libras extras. Llegamos justitos, pero llegamos sin problemas.

Esta semana también tenemos jaleo. Mañana nos vamos a Biarritz a ver a Courtney Barnett en directo. Volvemos el miércoles y estaremos en el Primavera Sound hasta la madrugada del sábado al domingo. Si nos quedan fuerzas, escribiremos un poco más y os contaremos todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario