viernes, 15 de agosto de 2025

Road trip por Turquía: playa, ruinas y muchos kilómetros




Hola a todos desde Kas, donde estaremos una semana entera. Ha sido un día interesante, sobre todo para mí. Belén me había preparado una ruta sorpresa de Antalya a Kas parando en un montón de sitios. Empezamos el día en el hotel de Antalya y su desayuno sin opciones: te sientas y te traen un plato lleno de cosas, con una tortilla en una cacerola aparte. El trayecto hasta Kas eran tres horas y media sin parar y claro, hemos ido parando aquí y allá.







La mejor parada ha sido sin duda la primera, en las ruinas de Phaselis, o Fasélide en castellano. Es un sitio espectacular: hay un montón de ruinas romanas y mucha gente trabajando en su restauración. En el recinto, que es de pago, hay varias playas y fuimos a una increíble, rodeada de árboles con las montañas justo detrás, agua limpia y muy caliente, quizás demasiado caliente. Nos ha llamado mucho la atención que había gente con diferentes etnias y outfits en la playa, desde el bikini al burkini.




El problema es que había que pagar 10 EUR cada uno y como era la primera parada, estuvimos media hora o así. Los ciudadanos turcos pagan casi cinco veces menos, lo cual es normal: no sé, los sevillanos entramos gratis al Alcázar, pues esto es parecido. Con lo que me he gastado en las dos entradas, hemos comido, aparcado en otra playa (Olympos, en la que no entramos), comprado tres tipos de fruta, un zumo de naranja recién exprimidas y una hogaza de pan. Y aún nos ha sobrado dinero, oigan.





A partir de ahí los planes se torcieron irreversiblemente. Íbamos a parar para ver unas ruinas en el mar y cuando llegamos era un punto en el medio de una carretera peligrosísima en la que no se podía estacionar el coche. Hemos intentado ir a ver un anfiteatro romano y nos hemos metido por un pedregal infame sin llegar a ver nada de nada, volviendo a la carretera nacional por un camino entre cultivos tapados con plásticos. Parecía que iba a salir un agricultor turco de la nada para pegarnos un tiro en el culo.





El mejor momento de esta segunda parte de la travesía ha sido comer en un pintoresco y aparentemente mugriento bar de carretera. Cambié de opinión rápidamente al ir al baño. Sí, el sitio era altamente cochambroso pero los baños estaban limpios como una patena. Pedimos un plato local llamado Kavurma, que llevaba carne, pimiento verde y cebolla, nada más. Venía con unos tomates de acompañamiento. Hemos comido muy bien por unos 13 EUR los dos.





La llegada a Kas ha sido apoteósica, bajando por una carretera con cuatro curvas de herradura seguidas para llegar a un caos ingobernable de coches mal aparcadps y gente vendiendo cosas. De algún modo y por intervención divina hemos conseguido aparcar justo al lado de un mercadillo de frutas, verduras y ropa. Igual era el karma compensando a Belén por tantas horas al volante. También hemos comprado una botella de vino que hemos metido en la nevera de la habitación. La primera vez que he abierto la nevera, ha caído la botella al suelo. Soy el tío más torpe del mundo.





La habitación en Kas es impresionante. Estamos en el Arpias Hotel, famoso por la lengua viperina y capacidad de criticar de las dueñas. Hemos encajado bien, claro. La habitación tiene unas magníficas vistas al mar y se ve al sol hundirse en el mar al atardecer con un montón de colores. Esta será nuestra privilegiada vista durante los próximos siete días.



No esperen un blog diario a partir de ahora. Mañana iremos a una lavandería local a primera hora de la mañana y después... es después. Toca descansar y cuando hagamos excursiones os lo contaremos todo por aquí. Kas promete mucho y tendréis noticias nuestras en los próximos días.

1 comentario:

  1. Espero que no tengáis tanto calor como en Sevilla.. aquí rozando los 45 grados. Menudas vistas desde la habitación! una semana allí dará para mucho.. Espero que sigáis con el reto de las bebidas raras! Ahora a descansar!

    ResponderEliminar