sábado, 9 de agosto de 2025

Prestoso Fest: el festival definitivo




Hola a todos desde Cangas del Narcea, donde estamos pasando unos días estupendo. El Prestoso Fest sigue siendo una auténtica maravilla y diría que es hasta mucho mejor de lo que recordábamos, pero todo a su tiempo. Empezamos las vacaciones propiamente dichas con un toque de diana a las 04:55 y un vuelo mañanero de Barcelona al aeropuerto de Asturias, que está cerca de Avilés. Es raro porque los traslados suelen ser fuente de anécdotas en este blog...pero esta vez no. El vuelo salió a su hora, el de seguridad en el control del aeropuerto fue tan gilipollas como siempre...







Total, que llegamos a Asturias sin sobresaltos, pillamos el coche de alquiler y las maletas y pusimos rumbo a Pravia, primera parada del viaje. Belén tenía mucha ilusión en ir para allá y joder, yo solo conocía el pueblo ese por el Heno de Pravia. No es un pueblo especialmente bonito, no había nada reseñable salvo un mercadillo que se celebra todos los jueves. Ahí estaba el quid de la cuestión, claro, no hay árbol sin pajarillo ni viaje sin mercadillo. Hay que decir que era un mercadillo muy tradicional, a la antigua usanza. Al parecer Shein no llega por estos sitios (o eso me dijeron) y el mercadillo era prácticamente el mismo que podrías ver, no sé, en 1995. Vamos, que vendían las mismas mierdas de siempre, con mención especial para una camiseta de la NBA más falsa que una tertuliana del corazón ciega de cazalla.

(aunque ciega de cazalla igual diría la verdad, la hija de la gran puta)









Es importante que diga que estamos alojados en el Parador de Corias por cortesía de la organización, que nos ha cedido una habitación (pagando, por supuesto) para estar aquí los tres días. El Parador es un hotel excelente, uno de los mejores en los que hemos estado, tiene hasta su propio museo arqueológico en el sótano. Belén tenía que currar un poco (ser autónomo sigue siendo una mierda en este país) y fuimos a una biblioteca espectacular, extensa, tranquila, con una clase impresionante. La habitación es amplísima y tiene una cama que casi cruza una franja horaria de lo larga que es. A ratos ves a los VIPs del festival: nos hemos cruzado con un huidizo Rodrigo Cuevas en el desayuno. Todo está perfecto menos el desayuno, cuyo nivel está muy por debajo de la calidad del establecimiento... pero vaya, son problemas del primer mundo.




No voy a hablar del Prestoso en plan día a día: he decidido hacer uno o dos párrafos hablando del festival en sí y por qué es maravilloso venir, y luego ya si eso hablaré de los grupos que hemos visto hasta ahora. He hecho un vídeo que explica cómo es el recinto del Prestoso en menos de dos minutos, está justo debajo de este párrafo. No huyas, hostia, sigue leyendo. El festival se hace en un pequeño reciento ferial (un prao, que le llaman) a las afueras del pueblo. Hay un solo escenario y una especie de pódium donde pinchan los DJs entre grupo y grupo. 







Hay tres barras, tres puestos de comida, dos zonas de baño, dos stands de merchandising (uno del festival, el otro para las bandas) y mucho espacio para bailar. Es muy fácil ver un concierto en primera fila, tanto como verlo a 50 metros sin nadie alrededor. Todo el mundo habla de la gran hospitalidad de la organización, y es que todo está pensado al detalle. Cada vez vienen más VIPs buscando tranquilidad y buena música: aparte de Rodrigo, andaban por allí los de Pantomima Full, totalmente de chill. Se está fresquito. El público es excelente. El sonido es perfecto. El Prestoso es único y no tiene rival.





Se podría pensar que claro, allí nunca vas a ver una estrella mundial: ni falta que hace. El criterio del festival es buenas bandas españolas y grupos emergentes extranjeros que seguro crecerán en el futuro. Este año trajeron a dos bandas argentinas muy conocidas en la escena indie española: Bestia Bebé y las Fin del Mundo (son de la Patagonia, por eso se llaman así). Las Fin del Mundo estuvieron casi perfectas, shoegaze del bueno. Los grupos españoles cabezas de cartel son Baiuca y Biznaga, pero también tocan Hinds, Gorza Urbizu (toda una sorpresa), Camellos y HEAL, con los que hemos entablado cierta amistad. Es un grupo de Barcelona en el que nadie es de allí, un poco como nuestro grupo de amigos en el Prestoso. Son fans de RIDE y con eso ya me tienen ganado. Creo que los veremos muchas veces cuando volvamos, y hasta nos iremos de cervezas con ellos. Belén compró seis diademas con orejas de oso en Shein y causaron sensación. La mascota del festival es el Oso Prestosín. Hemos donado las diademas para unas compis que van al Canela Party, esa movida gordísima.








Siempre hay un pero, claro, y es un mal incrustado en la sociedad española que hay que intentar erradicar. Siempre digo que mi número de la mala suerte es el 237 porque son los mililitros de la botella esa pequeña de Coca-Cola. Por favor, que alguien lo diga alto y claro, joder. LAS BOTELLAS PEQUEÑAS SON PARA LOS CUBATAS. No se puede vender una Coca-Cola de 237ml como refresco sabiendo que hay un formato de 350ml. Es una gilipollez inmensa, diría que una estafa. Exijo una canción protesta de Biznaga al respecto: las inmobiliarias nos roban y encima nos hacen esta mierda en los festivales.

Hoy es el tercer día de festival, después nos iremos a Madrid un par de días y de ahí... al extranjero. ¿Dónde? Pronto lo sabréis, si alguien no lo casca en los comentarios...

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