Rematamos el Prestoso con el último día de conciertos. Los dos primeros, de Kiwi Jr. y La Costa Brava, fueron muy buenos. El siguiente, de _juno, fue suficiente para acabar con toda mi ansia festivalera. Digamos que fue difícil de ver: un concierto largo, denso, bajo la lluvia, con el que no conectó casi nadie. Un tío que venía de mear y no conocía de nada, ante los ruidos que emitían los sintetizadores, dijo "a estos se las han jodío los Walkman". Y era verdad, sonaba exactamente a eso. Cuenta la leyenda que si vuelves al prao cualquier día hasta Navidad, _juno aún estarán allí dando la brasa.
Fuimos a cenar a un sitio llamado La Sifonería, típico asturiano, muy recomendable: buena comida, excelente trato. Belén aparcó el coche justo en frente de una gran casa abandonada que daba un miedo que te cagas, especialmente de noche. Si llegan a encender una luz cuando estabamos mirando, hubíesemos hecho los 100 metros hasta el hotel en siete segundos.
Si llega a aparecer una vieja con un candil en la mano, los hacemos en tres segundos. Hijaputa la vieja.
La excursión a Los Lagos fue muy especial. Hay que subir muchas escaleras pero qué más da, teníamos el privilegio de ver uno de los mejores paisajes de Europa en un día soleado, de máxima visibilidad y temperatura agradable. Hicimos un picnic (bueno, dos) de pan, queso y vino allí arriba. Subimos 50 minutos en autobús por carreteras imposibles y el recorrido a pie es una hora y media, dicen. Nosotros lo hicimos en dos horas y media con nuestros pit-stops queseros. Eso sí, hay mierda de vaca por todas partes. Creo que las vacas odian a los humanos y hacen lo que pueden para que no vuelvan, en este caso cagarse por todas partes. Vimos cabras, cerdos y algún que otro hijoputa, pero eso es inevitable en esta sociedad...
Si llega a aparecer una vieja con un candil en la mano, los hacemos en tres segundos. Hijaputa la vieja.
La excursión a Los Lagos fue muy especial. Hay que subir muchas escaleras pero qué más da, teníamos el privilegio de ver uno de los mejores paisajes de Europa en un día soleado, de máxima visibilidad y temperatura agradable. Hicimos un picnic (bueno, dos) de pan, queso y vino allí arriba. Subimos 50 minutos en autobús por carreteras imposibles y el recorrido a pie es una hora y media, dicen. Nosotros lo hicimos en dos horas y media con nuestros pit-stops queseros. Eso sí, hay mierda de vaca por todas partes. Creo que las vacas odian a los humanos y hacen lo que pueden para que no vuelvan, en este caso cagarse por todas partes. Vimos cabras, cerdos y algún que otro hijoputa, pero eso es inevitable en esta sociedad...
Tras los Lagos emprendimos el camino a Corvera, donde estaba ubicada La Casona Azul, espectacular casa colonial. Lo dicen ellos, no nosotros. Paramos en Puente Viesgo: no, no es una serie de TV que guarda un secreto, es un pueblo donde la selección española de fútbol se hospeda durante años, en un famoso balneario. Por supuesto, fuimos al balneario, entramos sin permiso y Belén plantó un pino en uno de sus arcaicos aseos. El pueblo es precioso, con una iglesia estupenda y un ayuntamiento espectacular, pero está repleto de pijos. Creo que no he visto más pijos por metro cuadrado en mi vida, ni en un torneo del Grand Slam de tenis. Es acojonante. La Casona Azul tiene el jardín más espectacular que hemos visto en un hotel, aunque esto es un bed and breakfast disfrazado de hotel. Es igual, el jardínes increíble. Las habitaciones, muy poco discretas, se oía todo.
Esta mañana hemos ido al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, una especie de zoo (porque lo es) donde los animales pueden moverse libremente en unas grandes superficies. Hay de todo: elefantes, watusis, jirafas, leones, osos, reptiles, leones marinos... A mí me hacen gracia los camellos y los dromedarios, a Belén le gustan las jirafas, que tienen mucha clase. Hay un telecabina que te lleva de un sitio a otro muy rápido, pero lo suyo es coger el coche y recorrerlo con el mapa. Truco: Google Maps funciona bastante bien en el recinto. Buscas "osos" y no te tienes que pelear con el mapa.
Ya en Santander hemos visto el Casino y un edificio en memoria de Emilio Botín con vistas espectaculares pero que no pega ni con cola en el sitio ese. Delirios de millonarios queriendo dejar su huella en la ciudad, supongo. Mañana vamos al Palacio de la Magdalena en Santander, visitaremos San Vicente de la Barquera, Santillana del Mar, Llanes y Ribadesella. Tour de force importante.
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Vais a ritmo de heavy metal, chicos.
ResponderEliminarSubir al faro en coche antes de iros.
ResponderEliminarQue maravilla de sitio Los Lagos.
ResponderEliminarVeo muy ambicioso el plan para mañana!! 😉
De todas formas, si tenéis tiempo, os recomiendo ver “La Cuevona”, muy cerca de Ribadesella:
https://maps.app.goo.gl/57UxYBy7RGfpj2mE6?g_st=iw